Además de ser empresarios innovadores del sector tecnológico y líderes de su generación, Elon Musk y Steve Jobs tienen más en común. Tras la reciente compra de Twitter por parte del CEO de Tesla, han resurgido las comparaciones entre éste y el cofundador de Apple. Si bien ambos tienen estilos de liderazgo y estrategias de negocios muy diferentes, la adquisición de la red social guarda algunos paralelismos con lo que hizo el creador del iPhone al recuperar su empresa hace 25 años.
Steve Jobs fundó Apple en 1976 junto con su amigo de la adolescencia, Steve Wozniak. En 1985, el californiano renunció a su propia empresa por diferencias con los otros directivos y vendió todas sus acciones, menos una. A su salida y con solo 30 años de edad, fundó la empresa NeXT Computer Inc., que en 1993 cambió de nombre a Next Software Inc.
En diciembre de 1996, Apple Computer anunció la compra de Next Software Inc. por 400 millones de dólares para actualizar el sistema operativo de las computadoras Macintosh. Así, Jobs volvió a la junta directiva, se ganó su confianza y recuperó su puesto como CEO de Apple en septiembre de 1997, tras desbancar a su antecesor, Gil Amelio.
Por supuesto, la historia de Elon Musk con Twitter es muy distinta a la de Jobs con Apple. Primero, el multimillonario compró suficientes acciones de la plataforma social para volverse el mayor accionista, y solo unas semanas después cerró un acuerdo para adquirir toda la empresa por 44,000 millones de dólares.
Luego, el magnate de 51 años quiso cancelar la transacción, pero los accionistas de Twitter llevaron el caso a instancias legales. Finalmente, el pasado 27 de octubre, Elon Musk anunció oficialmente que concretó la compra la red social, justo a tiempo para ahorrarse un complicado juicio.
Aunque sus caminos para tomar el control de las compañías fueron diferentes, las circunstancias tienen un cierto parecido, así como sus acciones al llegar. El ascenso de Elon Musk como único dueño y director de Twitter ha estado plagado de polémica por sus decisiones.
Sin embargo, pocos saben que Steve Jobs hizo algo muy similar con Apple, tomando medidas que en su momento calificaron como “desesperadas”, pero que cambiaron el rumbo de la empresa y la colocaron entre las más valiosas del mundo.
En la década de los 90, Apple Computer estaba perdiendo la carrera contra Microsoft Corp., y apenas controlaba el 4.4% del mercado de computadoras personales. Sus finanzas caían en picada, estaba sumida en graves conflictos internos y muchos se preguntaban si sobreviviría. Incluso el propio Jobs admitió en 1997 que Apple estaba “a solo unos meses de la quiebra” cuando la compró para “salvarla”.
Por su parte, Twitter también es una compañía muy golpeada. El año pasado, la plataforma perdió 221 millones de dólares, en buena medida por la incertidumbre sobre la compra. Aún antes de que Elon Musk entrara en escena, la red social estaba luchando por sobrevivir ante la pérdida de usuarios y anunciantes.
Uno de los primeros a quienes recurrió Steve Jobs para recuperar Apple, fue el empresario Larry Ellison. El creador de Oracle le propuso adquirir la compañía entera, pues en ese momento valía ‘solo’ 5,000 millones de dólares. Luego, restituiría al fundador como CEO para corregir el rumbo de la compañía y rescatarla. Aunque el empresario prefirió llegar a Apple mediante Next Software, Ellison se convirtió en accionista del gigante tecnológico y fue su director de 1997 a 2002.
En un giro irónico del destino, su gran rival Microsoft también se convirtió en su salvación. En cuanto Jobs regresó al mando, la compañía de Bill Gates salvó a Apple de la bancarrota con una inversión de 150 millones de dólares. Claro que no lo hizo por generosidad. En realidad, el multimillonario exmarido de Melinda French solo apoyó a su competidor para evitar una revisión antimonopolio por Windows.
El dueño de SpaceX también sacó dinero de donde pudo para comprar Twitter. Aunque actualmente es la persona más rica de mundo con una fortuna estimada en 183,000 millones de dólares según Bloomberg, la mayor parte de su patrimonio está invertido en sus empresas, por lo que tuvo que recurrir a entidades financieras, inversionistas privados y vender acciones de Tesla para financiar la transacción.
Una de las primeras acciones del magnate sudafricano fue despedir a Parag Agrawal, quien hasta entonces ocupaba el cargo de CEO de Twitter. Junto con él se fueron otros dos altos ejecutivos, mientras que Elon disolvió la junta directiva y asumió el mando total.
Algo muy parecido ocurrió con los directivos de Apple. Cuando Jobs recuperó su puesto de CEO, rápidamente se deshizo de quienes no encajaban con su nueva visión de la empresa.
El retorno de su fundador implicó para la empresa de Cupertino despedir en masa a más de 4,000 empleados. Mientras tanto, un reporte de Bloomberg asegura que Musk planea recortar la plantilla de Twitter en un 75%. Aunque el empresario y sus voceros han negado los informes, los despidos ya iniciaron, empezando por todo el equipo de Twitter México.
Tras 12 años fuera de su propia compañía, Steve Jobs regresó con muchas ideas para ‘revivir’ a Apple. Su estrategia inicial incluyó cancelar proyectos que estaban en marcha y reducir el número de productos en su catálogo, para centrarse en solo unos pocos pero muy ambiciosos. Gracias a eso nacieron el iPhone, el iPod y el iPad (aunque no dejaba que sus hijos lo usaran), y pudieron desarrollar la tecnología de sus computadoras iMac.
Mucho antes de ser el dueño oficial, Elon Musk anunció que haría varios cambios en la empresa y en la plataforma. Primero, prometió deshacerse de las cuentas falsas, bots y spam, aunque su estrategia para lograrlo no ha sido bien recibida: cobrar 8 dólares por verificar tu cuenta.
Más allá de las similitudes entre los casos Musk/Twitter y Jobs/Apple, ambos fundadores de empresas tecnológicas comparten otras características. Por ejemplo, su capacidad para manejar varias compañías y proyectos a la vez.
Musk tiene Tesla, SpaceX, Starlink, Neuralink, The Boring Company, la misteriosa escuela Ad Astra y ahora Twitter. Jobs tenía NeXT, que fue comprada por Apple, mientras dirigía los nacientes estudios de animación Pixar, hasta lograr la histórica alianza con The Walt Disney Company, de la que es el máximo accionista individual.
Ambos proyectan también el carácter de líder carismático: odiado o amado, pero jamás ignorado. También tienen una visión parecida sobre el rumbo de sus empresas, así como su rol en el desarrollo de la sociedad y la humanidad.
Incluso, los dos saben cómo manejarse con los medios de comunicación para destacar, aunque con estilos totalmente opuestos. El fallecido visionario era muy selectivo para elegir a quién concedía entrevistas y se aseguraba de que estas fueran de alto impacto. El padre de nueve hijos, por el contrario, lanza polémicas declaraciones a la menor provocación, ya sea ante la prensa, en eventos o en sus redes sociales, cada una de las cuales resuena a nivel global.
A pesar del parecido entre ambos procesos de adquisición, es imposible saber si Elon Musk logrará hacer con Twitter lo que Steve Jobs hizo con Apple: sacarla de sus problemas y llevarla a la cima.
