En medio de la oleada de despidos y reajustes que atraviesa el sector tecnológico, se acaba de filtrar que Microsoft podría comprar Netflix en 2023. De concretarse, la adquisición tendría un enorme impacto en la industria del entretenimiento y hasta en la de los videojuegos. Ninguna de las empresas ha desmentido el rumor hasta ahora y hay varias pistas que apuntan a que no sería tan descabellado.
Satya Nadella, CEO de Microsoft, quiere agregar la plataforma de streaming a su lista de compras para el próximo año, según un reporte de Reuters.
Desde que el ejecutivo de 55 años tomó las riendas de la compañía fundada por Bill Gates, en 2014, ha mostrado su gusto por las grandes adquisiciones. Bajo su mando han comprado Minecraft por 2,500 millones de dólares, Linkedin por 26,000 mdd y Nuance, compañía que desarrolla software de inteligencia artificial y reconocimiento de voz, por 20,000 mdd.
En enero de 2022 anunciaron la compra de Activision Blizzard, gigante de los videojuegos que tiene Call of Duty y Candy Crush entre sus títulos. El acuerdo fue por 69,000 millones de dólares y sería el más grande de la historia, superando por mucho lo que pagó Elon Musk por Twitter (44,000 mdd). Hasta ahora la transacción no se ha concretado, ya que los reguladores de Estados Unidos tienen detenido el caso por temas de competencia y no han dado su aprobación.
Por todo lo anterior, suena bastante creíble que Nadella tenga la mirada puesta en Netflix. Si lo analizamos, podemos ver que la aplicación de contenidos audiovisuales complementaría bastante bien la oferta de servicios que parece estar integrando Microsoft.
Y hay más razones para creer que Microsoft y Netflix podrían unir fuerzas…
La adquisición lleva más de un año detenida porque la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos solicitó bloquear el trámite. Su argumento es que la fusión podría limitar la competencia en el sector, ya que Microsoft produce las consolas Xbox y Activision es una de las desarrolladoras de videojuegos más importantes del mundo, una mezcla de cuidado.
Si las negociaciones no salen bien, señala el reporte, la compañía liderada por Reed Hastings sería una buena apuesta estratégica. La adquisición sería más fácil, ya que no habría tantos problemas con los reguladores.
Ambas empresas tienen muy buena relación, al grado de que el presidente de Microsoft, Brad Smith, también forma parte de la junta de Netflix. En julio pasado, anunciaron una alianza para que la empresa creada por Gates provea la tecnología necesaria para colocar los anuncios en la plataforma.
En ese entonces, la big tech señaló que la colaboración impulsará sus planes de ofrecer un servicio de transmisión de videojuegos en múltiples dispositivos. Recientemente, se filtró que XBox planea lanzar una versión con comerciales de su suscripción a Game Pass, quizá inspirados en la estrategia de Netflix.
Netflix empezó a ofrecer algunos videojuegos básicos desde finales de 2021. En octubre pasado, la plataforma anunció la adquisición de Spry Fox, desarrollador de “juegos reconfortantes” como Cozy Grove.
En este escenario, la fusión sería un ‘ganar-ganar’. La tecnología de Microsoft impulsaría los planes de Netflix, mientras la plataforma aporta su infraestructura y lo más importante: una enorme base de usuarios. Un servicio integrado de streaming y videojuegos, respaldado por Microsoft y Xbox, podría ser la clave para conquistar nuevas audiencias y sacudir a los competidores.
La plataforma de streaming no está pasando por su mejor momento. Luego de perder un millón de suscriptores en solo tres meses, a principios de diciembre se reveló que Amazon Prime Video destronó a Netflix como la plataforma con más suscriptores en el mundo.
Para rematar, esta semana se reveló que el plan básico con anuncios de Netflix fue un fracaso y tuvieron que devolver dinero a los anunciantes, ya que no alcanzaron las visualizaciones prometidas.
Cualquiera sabe que, en momentos de turbulencia, a veces se toman medidas radicales (¿vender la empresa, tal vez?). Solo el tiempo, la recesión, la crisis, los usuarios y los próximos movimientos bursátiles lo dirán.
