Los 30 son una edad clave que marcan la vida de todas las personas y en los temas financieros no son la excepción.
Llegar a los 30 marca un hito importante en la vida de miles de personas, ya que esta cúspide es el momento en que muchos adultos jóvenes enfrentan retos y oportunidades únicas. Esto es especialmente real en las finanzas, y que requiere de establecer una base sólida para el futuro. Por eso, a medida que se acercan a esta etapa de la vida, es crucial adoptar nuevos hábitos que aseguren finanzas estables a largo plazo.
Al alcanzar los 30 años, es crucial reconocer la importancia de establecer una base financiera sólida. La seguridad financiera es el cimiento sobre el cual se construyen las oportunidades y la tranquilidad en el futuro.
Desde una edad temprana, la prioridad debe ser la creación de una estrategia financiera integral que permita afrontar nuevos compromisos como la adquisición de vivienda, la planificación educativa de los hijos o la preparación para la jubilación.
A esta edad, se abre una ventana de oportunidad y responsabilidad para comenzar a tomar decisiones financieras fundamentadas y orientadas hacia el futuro.
Cosas que debes hacer con tus finanzas antes de cumplir 30
Ante esto, te explico que existen cinco acciones fundamentales que los jóvenes próximos a cumplir 30 años deben considerar para asegurar su futuro financiero:
1) Crear un fondo de emergencia
La primera acción esencial es constituir un fondo de emergencia. La planificación para imprevistos es una parte esencial de la gestión financiera personal. Un fondo de emergencia, idealmente diseñado para cubrir entre tres y seis meses de gastos fijos, es una herramienta crucial en este sentido.
Su propósito principal es proporcionar un colchón financiero que permita hacer frente a contratiempos sin recurrir a préstamos. Es recomendable comenzar a construir este fondo desde el principio, ya que proporciona una seguridad inmediata y ayuda a reducir el estrés asociado a emergencias como enfermedades, accidentes, entre otros.
2) Diversificar las fuentes de ingresos
Depender únicamente de una sola fuente de ingresos, como el salario, puede dejar a una persona vulnerable. No obstante, para diversificarse, es importante considerar opciones que se alineen a sus habilidades, intereses y recursos.
3) Aprovechar los planes de retiro
Aunque la jubilación parezca lejana, comenzar a contribuir a un plan de retiro desde joven maximiza el beneficio del interés compuesto. En México, contribuir a las Afores o a planes de retiro personales ya no es simplemente una recomendación, sino que se ha vuelto esencial debido a los cambios en los sistemas de jubilación, los cuales ya no cubrirán a todos los trabajadores.
Comenzar temprano aumenta de manera significativa el capital disponible durante la jubilación, asegurando un retiro digno y tranquilo anticipándose a la realidad financiera del país.
4) Mantener las deudas y tus finanzas bajo control
Esto es una piedra angular en la gestión financiera personal, pues implica no solo manejar responsablemente las existentes, sino también adoptar estrategias efectivas para minimizar la acumulación de nuevos adeudos.
Es importante entender el panorama completo de tus deudas, incluyendo el monto total adeudado, las tasas de interés asociadas y los plazos de pago. Esto te permitirá priorizar tus deudas en función de su urgencia y costo financiero.
Una estrategia efectiva para manejar las deudas es negociar con los acreedores para obtener términos de pago más favorables, como tasas de interés reducidas o planes de pago flexibles.
Las empresas de cobranzas pueden servir como aliados en este proceso, ofreciendo opciones de consolidación de deudas o acuerdos de liquidación que ayuden a reducir el saldo total adeudado.
5) Iniciar un plan de inversión
Diversificar el ahorro a través de inversiones es clave para alcanzar la tan anhelada independencia financiera. Actualmente, existen opciones adaptadas a diferentes perfiles de riesgo con tickets desde montos muy pequeños. La clave para iniciarse es buscar asesoramiento y comenzar con inversiones acordes al nivel de riesgo que se esté dispuesto a asumir.