Todo ha sido confusión, drama y caos en Twitter desde que Elon Musk tomó las riendas a finales de octubre. Además de los polémicos despidos, las renuncias masivas, el éxodo de usuarios a otras redes sociales, el multimillonario tiene otro desastre pendiente: Twitter Blue.
A principios de noviembre, el empresario anunció que cualquier usuario podría tener su ‘palomita azul’ de verificación pagando 8 dólares. Rápidamente proliferaron los perfiles falsos suplantando la identidad de empresas, entidades de gobierno y personas de alto perfil, entre otros.
Para diferenciarlos, probaron agregar una segunda marca de verificación gris y la palabra “oficial” bajo el nombre de los usuarios previamente autenticados, pero no fue suficiente. Por ello, Elon Musk decidió dar marcha atrás y suspender Twitter Blue el pasado 11 de noviembre. Aunque prometió relanzarlo para el 29 del mismo mes, sus recientes declaraciones dejan claro que no será así.
Al parecer, el CEO de Tesla y su equipo aún no resuelven cómo implementar la autenticación de cuentas y el servicio de pago de forma ordenada y coherente.
“Se pospone el relanzamiento de Blue Verified hasta que haya un alto nivel de confianza en detener la suplantación de identidad”, informó en Twitter el magnate de 51 años.
También dio a conocer que la insignia de perfil ‘oficial ya no será azul, sino que tendrá diferente color según el tipo de usuario.
“Probablemente usaremos diferentes colores en la marca de verificación para las organizaciones y para las personas”, agregó Elon Musk en el mismo tuit.
En otra publicación, expresó su confianza en que todo este desorden será pasajero y resultará en una relación más sólida con los internautas.
“Con el tiempo, a medida que nos acercamos a la verdad, Twitter se ganará más y más la confianza de la gente”, escribió el padre de nueve hijos.
La debacle de comenzó el pasado 8 de noviembre, cuando el empresario anunció que cobraría 8 dólares por la insignia azul. Por supuesto, el nuevo plan Twitter Blue desató una oleada de inconformidad y hasta el mismísimo ‘Rey del terror’, Stephen King, confrontó a Musk.
Además, la red social se inundó de cuentas que ‘compraron’ la insignia para suplantar la identidad de políticos, empresarios, celebridades y marcas.
Twitter se convirtió en una pesadilla para empresas como Nintendo, Nestlé, Pepsi y la farmacéutica Eli Lilly, que perdió 15 mil millones de dólares por un tuit falso. Incluso había cuentas apócrifas con check azul haciéndose pasar por Tesla, SpaceX y hasta por el propio Elon Musk.
Cabe recordar que antes de que el multimillonario comprara la plataforma, ésta ofrecía verificación de identidad gratuita para organizaciones y figuras públicas. Por su parte, Twitter Blue era un servicio de paga que otorgaba beneficios y funciones exclusivas para suscriptores. Quizá Musk vio que la combinación de ambos podría ser una oportunidad para hacer más rentable la red social y depender menos de los anunciantes, pero claramente no lo planearon bien y solo desataron un lío.
