En 2023, las expectativas apuntan a que se mantendrá el incremento de las tasas de interés cuando menos en la primera mitad del año. Además, se espera que la inflación empiece a retroceder, al tiempo que los mercados energéticos y de valores mantendrán su volatilidad.
Es un año complejo nuevamente, todavía estamos lejanos del Bull Market de largo plazo; es decir, no se ve cerca un mercado alcista prolongado que nos permita invertir con mayor certeza en distintos instrumentos, o cuando menos en algunos de ellos con la certeza de que están en zona de expansión y tienen altas probabilidades de otorgar ganancias en un horizonte de mediano y largo plazo, tal como sucedió a lo largo de toda la década pasada.
Sin embargo, siempre hay opciones. Aquí tenemos algunas que este año que te podrán funcionar.
Los fondos diversificados se mantienen como una buena opción de inversión, desde al año pasado empezaron a repuntar al contar en su portafolio con opciones como instrumentos de renta fija de largo plazo, que repuntaron de manera importante el periodo anterior.
Por supuesto, es importante considerar que su diversificación incluye riesgos, pero no en términos generales pagan tasas de rendimiento superiores a la inflación; un fondo diversificado está pagando entre 8 y 12 por ciento anual, dependiendo de la institución y ya con el pago de comisión. Eso significa que estos fondos se ubican arriba de la inflación en su rendimiento otorgado.
También, la mayoría de estos instrumentos de inversión, si no es que todos, cuentan con la ventaja de que disponen de liquidez inmediata; es decir, se pueden retirar parte de los recursos o todos en cualquier momento, algo que siempre es un factor positivo.
Las inversiones en fondos de ahorro para el retiro siempre son una inversión segura, casi todos pagan tasa real positiva y se mantienen con tasas nominales atractivas. Además, no hay como ahorrar en nuestra cuenta de ahorro, que con los años redundará en beneficios para otras etapas de nuestra vida. Los recursos pueden retirarse después de determinado tiempo, también puede mantenerse una parte y engrosar la cuenta que tiene nuestros ahorros de largo plazo.
Sin duda, la mejor opción de inversión en este momento se llama Cetes Directo, por rentabilidad y por seguridad; las inversiones en Cetes Directo ofrecen en la actualidad lo mejor de las dos opciones que más evalúan los inversionistas en prácticamente cualquier mercado.
Al cierre de la primera semana la tasa de Cetes a 28 días pagó un rendimiento de 10.49 por ciento anual; la tasa con el plazo de 90 días se ubicó en 10.79 por ciento anual; por su parte la tasa de los Cetes a 175 días se colocó en 11 por ciento anual y, finalmente, en el plazo equivalente a dos años, 693 días en este caso, el rendimiento de dichos instrumentos quedó en 10.80 por ciento.
El lunes 9 de enero se conocerá la tasa de inflación definitiva para 2022, todo indica que se ubicará ligeramente abajo del 8 por ciento, quizás alrededor de 7.5 por ciento. Lo anterior significa que las inversiones en Cetes, específicamente por el mecanismo de Cetes Directo, arroja un rendimiento real positivo de cuando menos 3 por ciento; es decir ya descontando la inflación.
Incluso, si un inversionista quisiera apostar a un retroceso de la inflación para los próximos meses, de modo que según las proyecciones de Banxico este indicador se ubicaría al cierre de este año en alrededor de 5 por ciento, hoy podría “amarrar” como se dice en el argot, una tasa de rendimiento positiva de hasta 11 por ciento en el plazo de seis meses (175 días), y si las cosas salen bien obtendría una tasa real mayor a la del 3 por ciento, alrededor de 4 y hasta 5 por ciento, todo dependería de cómo se comporte la inflación.
Esta opción de inversión es importante porque, durante años, no fue la mejor alternativa en los mercados. Sin embargo, las cosas han cambiado ante la aparición del factor inflacionario. Posiblemente se mantenga este año entre las mejores opciones, pero todo puede cambiar en cualquier momento.
Algunas opciones de inversión deben evaluarse con cuidado al momento de tenerlas enfrente, el riesgo es muy elevado no solamente por factor de mercado, sino incluso por otras cuestiones.
Es muy poco aconsejable invertir en fondos no autorizados por las autoridades financieras. Tampoco debe invertirse en empresas privadas que ofrecen altos rendimientos fuera del mercado, incluso aunque los rendimientos no sean estratosféricos. Con el hecho de ser empresas particulares que piden recursos, es para pensarlo más de dos veces.
Los metales serán un segmento muy complejo y volátil en este año, se mantendrán como una opción de mucho riesgo, junto con las criptodivisas o criptoactivos en general. En éste último mercado es muy poco aconsejable destinar inversiones, a la luz de los recientes ajustes en los mercados y el riesgo que se ha incrementado. El ‘criptoinvierno’ se mantendrá por varios meses más.
En lo que respecta al mercado de valores, con la perspectiva de una desaceleración económica, deben evaluarse con cuidado las acciones de las compañías ligadas al consumo y del sector financiero, toda vez que resultarán impactadas. Algunos sectores atractivos en este año según especialistas serían: consumo básico, inmuebles industriales, logística, salud y minería.
Por Antonio Sandoval
