



Los proyectos personales de tu hijo o sobrino pueden convertirse en grandes negocios. Los niños son muy creativos, curiosos y están llenos de vida. No tienen prejuicios. Su imaginación y creatividad no tiene límites. Aquí te presentamos 10 ejemplos de niños millonarios que creyeron en su idea y recibieron el apoyo de sus padres o un adulto.
10 niños emprendedores que comenzaron su negocio con menos de 15 años. Por ejemplo: Fraser Doherty con la receta de mermelada de su abuela. Madison Robinson que vivía en la playa y dibujaba personajes marinos, creó FishFlops, una línea de calzado para niños. Cameron Díaz que hizo la invitación para la fiesta navideña de su familia y puso en marcha un negocio de tarjetas de felicitación.
Los niños emprendedores no solo pueden crear productos y servicios exitosos, sino superar el desafío de equilibrar su emprendimiento con su educación y crecimiento personal. Aquí te presentamos 10 historias verdaderamente inspiradoras que demuestran que, con creatividad, determinación y voluntad, los jóvenes pueden lograr un éxito notable.
A los 14 años comenzó a hacer mermelada con la receta de su abuela. Tres años después ya tenía en sus manos el gran negocio de su vida. A los 16 años dejó la escuela para dedicarse a su empresa de tiempo completo. Desarrolló un proceso para crear una mermelada compuesta 100% de fruta. Hoy vende SuperJam en más de 2,000 supermercados.
A los 14 años Ashley emprendió un sitio web llamado anywaylife.com y se hizo millonaria antes de cumplir 18 años. Desde adolescente le encantaba el diseño gráfico. Creó un estilo único de punk rock y lo aplicó a plantillas de MySpace, sitios web y otros proyectos. Atrajo a millones de usuarios a su página web. Vendía publicidad y mantenía diseños gratuitos.
Nació en la isla de Galveston en Texas y pasaba muchos días en la playa dibujando sus personajes marinos. A los ocho años dibujó el contorno de una chancla en papel con sus caricaturas. Así nació FishFlops, una línea de calzado para niños. Madison le escribió a Nordstrom, un minorista de lujo y le hizo su primer pedido. Así llegó a 64 tiendas de Nordstrom.
A los nueve años hizo invitaciones para la fiesta navideña de sus padres. Se corrió la voz de sus habilidades y a los 11 años ya tenía un buen negocio vendiendo tarjetas de felicitación. Llamó a su empresa Cheers and Tears. No paró allí y se convirtió en un emprendedor serial. Ganó su primer millón de dólares antes de graduarse de la secundaria.
A los cinco años comenzó a subir vídeos a YouTube probando juguetes y ahora gana un millón de dólares al año. Tiene más de siete millones de suscriptores en su canal. Evan le pidió a su papá subir un vídeo con sus muñecos de AngryBirds para enseñárselo a sus compañeros del colegio y fue visto por un millón de personas.
Cuando tenía 10 años, Julieth dibujó personajes de cinco amigas a las que llamó “Cool Girls”. A los 16 comenzó un sitio web que se convirtió en un refugio para niñas adolescentes. Miss O and Friends es un sitio para sociabilizar y tiene el objetivo de desarrollar la autoestima de las usuarias.
A los 10 años le regalaron una Mac y comenzó a desarrollar aplicaciones para Mac OS X y ganó un millón de dólares en dos años. Dejó la escuela. Inició una nueva empresa de publicidad llamada Branch y distribuyó más de 300 anuncios mensuales con clientes como Pepsi y Virgin. Actualmente, es CEO y fundador de Paddle, una plataforma para el desarrollo de apps.
Los hermanos Cook se convirtieron en adolescentes millonarios al digitalizar anuarios. En un año lograron que se unieran 950 mil miembros de su secundaria a su proyecto online . La idea se les ocurrió por su deseo de conocer gente nueva. Actualmente, My Yearbook comercializa anuarios para escuelas, universidades, clubes, organizaciones y corporativos.
A los 12 años desarrolló un videojuego que logró millones de descargas en iTunes. Luego creó más videojuegos exitosos y también fundó una nueva empresa: Techware, una app para que los profesores pudieran gestionar notas, exámenes e información de sus estudiantes. Ha cofundado varias empresas emergentes de tecnología con gran éxito.
Desde niño le fascina vender cosas por internet. A los 14 años y con 500 dólares para publicidad y 100 dólares para el alojamiento de sitios web, Sean comenzó a vender sillas de oficina en línea y consiguió clientes como Google y Microsoft. Gana 50 millones de dólares al año.