



El multitasking, o realizar varias actividades al mismo tiempo, puede tener un impacto positivo en las empresas, ya que algunas compañías buscan colaboradores que tengan la capacidad de alternar tareas y concluirlas de forma inmediata; sin embargo, si esta práctica no se maneja de una manera adecuada puede resultar contraproducente y mermar la productividad.
En el país, se estima que cuatro de cada 10 colaboradores consideran que trabajan en exceso, lo cual no solo depende de la cantidad de actividades que realizan a diario; sino también de los niveles de responsabilidad depositados sobre algunas áreas de trabajo, la capacitación y el apoyo que reciben de sus corresponsables, según un Estudio de Riesgos Psicosociales elaborado por Marsh.
Las empresas buscan colaboradores productivos; no obstante, algunos procesos al interior de la compañía pueden obstaculizar esa productividad y llevar al colaborador a ser multitareas.
Cuando esta práctica se normaliza y se convierte en algo habitual comienzan diversos problemas como:
Lo cual sucede cuando los colaboradores intentan realizar múltiples tareas a la vez y por ende su atención y enfoque se divide entre ellas.
La atención fragmentada debido al multitasking puede contribuir a cometer errores, lo cual podría requerir tiempo adicional para corregirlos o rehacer tareas.
Los constantes procesos de adaptación a actividades y diferentes prioridades puede contribuir a un mayor agotamiento, lo cual afecta negativamente el bienestar del colaborador y su capacidad para concentrarse.
Cuando se realizan muchas tareas a la vez es más difícil establecer prioridades, planificar de forma adecuada o mantener un orden en las tareas.
Un enfoque dividido a consecuencia del multitasking puede disminuir la capacidad de los colaboradores de desarrollar nuevas ideas o pensar de manera más creativa en la resolución de problemas.
Realizar multitareas puede afectar la comunicación entre miembros del equipo, ya que la atención dividida puede generar deficiencias en los mensajes transmitidos o recibidos.
Cambiar constantemente entre tareas requiere de un proceso y un tiempo para adaptarse al nuevo contexto, lo cual puede generar pérdida de tiempo y disminución en la productividad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un colaborador que tiene tareas excesivas y labora durante más de 55 horas a la semana aumenta en un 35% el riesgo de presentar un accidente cerebrovascular, así como sufrir discapacidades o fallecer por motivos ocupacionales.
En este sentido, el multitasking no debe emplearse como una práctica habitual, sino como una forma de trabajo puntual para:
El multitasking puede no ser efectivo en todas las situaciones y para todos los colaboradores, para ello es imprescindible que cada trabajador identifique sus límites y capacidades. Si esta actividad lo hace menos productivo o afecta su bienestar es preferible adoptar un enfoque más centrado en una tarea a la vez.