¿Quién fue Oppenheimer? El hombre que creó la bomba atómica y luego luchó por detenerla
Este científico estadounidense fue el director del Proyecto Manhattan para crear el arma que acabaría con la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, llevó al mundo al filo de la guerra nuclear.
“Ahora me he convertido en la Muerte, destructora de mundos”. Estás palabras del Bhagavad-gītā fueron las que cruzaron la mente de Julius Robert Oppenheimer cuando la prueba de la bomba atómica el 16 de julio de 1945 en Nuevo México, Estados Unidos, resultó exitosa.
Este físico teórico estadounidense, que generalmente es reconocido como el padre de la era atómica, fue uno de los inventores más importantes del siglo 21 e increíblemente uno de los defensores del control a las armas nucleares.
¿Quién fue Oppenheimer?
Julius Robert Oppenheimer nació el 22 de abril de 1904 en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos. Provenía de una familia acomodada y cultivada. Estudió en la Escuela Ethical Culture Fieldston y más tarde ingresó a la Universidad de Harvard, donde se especializó en física y química. Posteriormente, obtuvo su doctorado en la Universidad de Gotinga en Alemania, bajo la dirección de Max Born.
De acuerdo con la biografía American Prometheus: The Triumph and Tragedy of J. Robert Oppenheimer, en esa época se relacionó con Jean Tatlock, hija de un profesor de literatura de Berkeley, quien lo introdujo a las ideas comunistas. Incluso ayudó a recolectar fondos para apoyar a los republicanos en la guerra civil española e impulsó otras actividades antifascistas.
Hacia finales de la convulsa década de los años 30, Oppenheimer se convirtió en profesor en la Universidad de California, Berkeley. Fue en esta época cuando comenzó a hacer importantes contribuciones a la física teórica, especialmente en el campo de la mecánica cuántica. Sus investigaciones le valieron reconocimiento y prestigio en la comunidad científica.
En noviembre de 1940 se casó con Katherine Puening Harrison, una estudiante de Berkeley, y en mayo de 1941 tuvieron a su primer hijo, Peter.
Sin embargo, la dicha doméstica no duraría mucho. El mundo estaba enfrascado en la peor conflagración de la historia con la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto provocado por los Nazis. Oppenheimer, quien era de ascendencia judía, fue reclutado en un proyecto secreto del gobierno estadounidense para desarrollar un arma que detuviera a los alemanes en el frente europeo y a los japoneses en el teatro del Pacífico.
El Proyecto Manhattan
Uno de los grandes temores que tenían los Aliados durante la guerra con la Alemania Nazi es que ésta estuviera desarrollando “Wunderwaffen”, es decir, armas maravillosas e inverosímiles que le pudieran dar la victoria. No estaban tan alejados de la verdad pues científicos como Wernher von Braun (quien después sería llamado el padre de la NASA), ya estaban creando los cohetes V-2.
Con esto en mente, el gobierno estadounidense creó el Proyecto Manhattan, un programa de investigación y desarrollo para construir la primera bomba atómica. Oppenheimer fue nombrado director del laboratorio de Los Álamos, donde se llevó a cabo la investigación. Bajo su liderazgo, el equipo de científicos trabajó arduamente para desarrollar la tecnología necesaria para construir la bomba.
Como director, Oppenheimer supervisó y coordinó los esfuerzos de un gran equipo de científicos y expertos en diversas disciplinas. Su experiencia en física teórica y su capacidad para integrar el conocimiento de diferentes áreas resultaron fundamentales para el éxito del proyecto.
El 16 de julio de 1945
En la madrugada del 16 de julio de 1945, generales y científicos se reunieron en el desierto de Nuevo México para ver la primera explosión atómica de la historia. El estallido que se produjo derritió la arena en vidrio, perforó las nubes y quemó parte de las montañas cercanas.
La prueba había sido un éxito.
Según recuerdan fuentes del momento, Oppenheimer se veía aliviado por el triunfo del proyecto, pero a la vez aterrado por lo que había conseguido. En ese entonces no había certeza de que una bomba atómica no pudiera alcanzar la temperatura necesaria para incendiar la atmósfera de la Tierra y por tanto acabar con toda la humanidad.
Irónicamente, para el 7 de mayo de ese mismo año, Alemania ya se había rendido. De hecho, había abandonado su proyecto atómico propio años atrás por falta de fondos. Sin embargo, el Imperio de Japón se negaba a dejar de pelear por lo que el presidente Harry S. Truman ordenó el uso de las bombas.
Era el 6 de agosto cuando el bombardero estadounidense Enola Gay dejó caer la bomba “Little Boy” sobre la ciudad de Hiroshima. Se cree que al menos 70 mil personas fallecieron en el impacto inicial.
Tres días después, cuando el emperador nipón Hirohito seguía sin rendirse incondicionalmente, Estados Unidos atacó con la todavía más poderosa bomba atómica “Fat Man” en Nagasaki.
Es importante destacar que desde ese momento Oppenheimer expresó sus preocupaciones y planteó la necesidad de controlar y regular el uso de la energía nuclear en el futuro.
Muerte, la destructora de mundos
Japón finalmente se rendiría el 15 de agosto de 1945, después de miles de muertes y afectados por los efectos de la radiación.
Oppenheimer lleno de culpa enfrentó a Truman y le dijo que ambos tenían “sangre en las manos”. El presidente estadounidense lo corrió de la Casa Blanca.
El impacto de la bomba atómica en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki fue devastador, y aunque sí puso fin a la Segunda Guerra Mundial, las consecuencias humanitarias y éticas de su desarrollo fueron objeto de intenso debate y Oppenheimer se convirtió en una figura polémica.
Víctima de la “Caza de Brujas”
Después de la guerra, Oppenheimer abogó por el control internacional de las armas nucleares y trabajó en la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos. Sin embargo, en la década de 1950, fue acusado de tener simpatías comunistas durante la “Caza de Brujas” del senador Joseph McCarthy. A pesar de que Oppenheimer había colaborado con la seguridad nacional, su historial político y sus opiniones lo llevaron a ser despojado de su autorización de seguridad y su influencia se vio considerablemente reducida.
Robert Oppenheimer continuó su carrera académica como profesor de física teórica en la Universidad de Princeton hasta su retiro en 1966. Murió el 18 de febrero de 1967 a los 62 años en Princeton, Nueva Jersey.
Hoy en día, Oppenheimer es recordado como uno de los científicos más influyentes del siglo 21. Su papel en el desarrollo de la bomba atómica y su posterior reflexión sobre el poder destructivo de estas armas le han otorgado un lugar destacado en la historia científica y ética.