



Seguramente habrás escuchado alguna vez el término leasing. ¿Qué significa? ¿A qué hace referencia? En general, el leasing se refiere al arrendamiento de algún bien, pero existen ciertos tipos de leasing o arrendamiento y sus particularidades.
El leasing es conocido también como leasing financiero, arrendamiento financiero o arrendamiento con opción a compra. Es un modelo o contrato mercantil que celebra una empresa arrendadora para el uso de un bien mueble o inmueble por la persona arrendataria, de acuerdo con la revista de investigación Industrial Data.
El uso de estos bienes muebles o inmuebles arrendados se hace a cambio de una suma de dinero que se paga periódicamente y se denomina canon. Dichos pagos pueden ser por adelantado o al vencimiento y con opción a favor de la parte arrendataria para comprar dichos bienes por un valor previamente pactado.
Existen 2 tipos principales de leasing de acuerdo con Asobancaria:
A través de este financiamiento, un establecimiento bancario o una compañía de financiamiento adquiere un activo productivo. El locatario eligió previamente dicho activo, que recibe del banco para que pueda usarlo a cambio de un canon.
El arrendador (entidad financiera) es el dueño legal del activo durante la duración del contrato, mientras que el locatario se beneficia de la vida económica del activo y asume las responsabilidades derivadas de la tenencia del mismo y las que se hayan pactado inicialmente en el contrato, como podrían ser mantenimientos, seguros, etc.
Este trato generalmente dura lo mismo que la vida útil del activo. Al final de este periodo, el locatario podrá ejercer una “opción de adquisición” sobre el mismo bien a un precio pactado desde el inicio o devolverlo a la entidad financiera.
¿En qué casos se usa este tipo de leasing? En la adquisición de activos especializados, porque se ajusta más fácilmente a las características financieras y al modelo de negocio de cada cliente. Esto permite que el banco o la compañía de financiamiento comercial otorgue plazos de financiación más extensos.
También se conoce como arrendamiento operativo. Funciona similar al leasing financiero, salvo que en el contrato del leasing operativo no hay opción de adquisición o compra.
Aquí también el arrendador (entidad financiera) es el dueño legal del activo y el arrendatario se beneficia de la vida económica del activo. De igual forma asume las responsabilidades derivadas de la tenencia del mismo y las que se hayan pactado inicialmente en el contrato.
A diferencia del leasing financiero, en esta modalidad la operación es menor a la vida económica del activo. El arrendatario, solo puede devolverlo a la entidad financiera, renovar la operación de arrendamiento o adquirirlo por su valor comercial.
¿En qué casos se usa este tipo de leasing? En el arrendamiento de activos que tienen un mercado secundario y que se puedan vender o arrendar de nuevo fácilmente. Resulta ventajoso para empresas que anticipan cambiar sus activos de capital con frecuencia porque así pueden acceder a equipos con costos iniciales mínimos y cambiarlos rápidamente por equipos más actualizados sin incurrir en mayores desembolsos de capital. De este modo se esuelve el problema de obsolescencia tecnológica, según Asobancaria.
Como menciona la revista de investigación Industrial Data, existen varias clases de arrendamiento financiero, como son:
El arrendatario bajo esta modalidad no incrementa su capacidad productiva, sino que recibe fondos que reintegra como alquileres y pierde de su activo la propiedad de esos activos.
Ahora que ya conoces este tipo de contrato mercantil, te compartimos por qué el arrendamiento puede ser una estrategia para crecer sin grandes inversiones.