Preguntar, aprender y aplicar: Así son los profesionales que todas las empresas sueñan tener.
¿Tienes las habilidades que aseguran que te contraten? Venimos de décadas en que el mundo se saturó de diplomas y certificaciones, que, justo es decirlo, son la base necesaria para la formación de profesionales en cualquier campo. Ahora bien: ¿sólo con el título alcanza? Definitivamente, no.
En este tiempo de cambios emerge una nueva era en el mercado laboral, una donde la capacidad de preguntar, aprender y, sobre todo, aplicar conocimientos de manera práctica y ágil se convierte en la moneda más valiosa.
Observando por años la dinámica interna de las compañías, hay algo que define lo que realmente buscan de cualquier persona, además de la actitud: quieren profesionales que no solo acumulen conocimiento técnico, sino que sepan transformarlo en soluciones concretas, tangibles y rápidas.
El vértigo laboral de hoy
El paradigma laboral actual valora la agilidad, la eficiencia y la innovación, así como se espera que tengan responsabilidad, saber rendir cuentas y sean automotivados. En este contexto, los aspectos técnicos, aunque fundamentales, actúan como el piso sobre el cual se construye la verdadera diferenciación: la capacidad de poner en práctica esos conocimientos para solucionar problemas reales.
Es en este punto donde fallan muchos profesionales, porque no saben (o no quieren) cruzar el puente entre la teoría y la aplicación con agilidad.
Lo cierto es que la evidencia de quienes permanecen con empleo, y quienes no, está demostrando que las personas que tienen más oportunidades de perdurar, son aquellas que demuestran con hechos no solo lo que saben, sino lo que pueden hacer con ese saber.
El otro aspecto fundamental es el enfoque en ser solucionadores de problemas: individuos que no se paralizan ante los desafíos, sino que preguntan activamente, aprenden continuamente y aplican de manera efectiva y con sentido común y técnico.
Este ciclo dinámico de pregunta-aprendizaje-aplicación se ha convertido en el núcleo de la empleabilidad, impulsando a profesionales y empresas hacia el éxito mutuo.
3 tips prácticos para desarrollar las habilidades para que te contraten hoy
1) Cultiva la curiosidad constructiva
La curiosidad ha sido dejada de lado por años, ya que se la asocia con el chisme; sin embargo, es la base de la creatividad y la llama que inspira la innovación. Para desarrollarla, aprende a formular preguntas que no solo busquen entender un problema, sino que abran caminos hacia soluciones innovadoras.
Especialmente, haz preguntas abiertas -no sólo las que se responden por sí o no, llamadas preguntas retóricas-. También, explora posibilidades y alternativas inusuales a lo que estás acostumbrado.
La curiosidad puedes dirigirla hacia comprender mejor el ‘para qué’ y el ‘por qué’ detrás de cada situación, y el ‘cómo’ para mejorarla.
2) Adopta el aprendizaje ágil
Si mantienes una mentalidad de crecimiento en vez de una fija, cada experiencia es una oportunidad para aprender algo nuevo. Utiliza métodos ágiles para adquirir conocimientos, como el aprendizaje basado en proyectos o el microaprendizaje, que permiten incorporar rápidamente nuevas habilidades.
Lee, grafica a mano, explora, actualízate, haz mapas mentales, mira a distancia notas autoadhesivas organizadas en la pared: todo sirve para conectar mejor las ideas y plantearte escenarios innovadores, que salgan de lo estándar y común que hace el resto.
3) Demuestra con acción y comunica
Uno de los aspectos más destacados de los profesionales de este tiempo, es que puedas transferir rápidamente lo que aprendes en prácticas concretas. Y hazlo de manera visible, para que sepas que eso que estás produciendo como resultado, es producto de aplicar y de preguntar, cotejando otras visiones y puntos de vista.
Por ejemplo, crea prototipos, implementa proyectos piloto o propone soluciones en pequeña escala. Recuerda también la mejora continua, y comunicar esos logros o avances a las personas indicadas, no para arrogarte el mérito, sino para hacer una construcción colaborativa con los demás.
De esta forma, la aplicación práctica de tus conocimientos no solo demostrará tu capacidad, sino que también te brindará retroalimentación valiosa para tu crecimiento.
Si tú quieres ser la oferta profesional que busca el mercado laboral, necesitas moverte y salir del esquema habitual de cumplir tareas. Más bien, es tener una mentalidad de intraemprendedores en cada puesto.
Al incorporar este ciclo dinámico de preguntar, aprender y aplicar, te puedes convertir en ese puñado de profesionales que aportan, que ayudan al crecimiento de las empresas, con miradas sobre el presente y el impacto que cada acción tiene sobre su futuro.
¿Tienes las habilidades necesarias para que te contraten?