Las 3 D para que debes seguir para tener éxito según el jugador del Salón de la Fama de la NFL Terrell Owens
El atleta platicó en el INCmty2020 sobre cómo la inspiración y ser realista sobre sus propios talentos lo llevaron a las grandes ligas.
Pocos los saben, pero cuando Terrell Owens crecía en un barrio humilde en Alabama en los años 80, deseaba ser un jugador de baloncesto. Irónicamente, el destino le tenía preparado otro camino: ser parte del Salón de la Fama de la NFL como uno de los mejores receptores de la historia de la liga.
Su madre le puso su segundo nombre, Eldorado, sin saber lo que significaba ese vocablo en español (El Dorado). Como si se tratara de una profecía autocumplida, Owens se convirtió en un jugador estrella de franquicias de futbol americano como San Francisco 49ers (1996-2003), Philadelphia Eagles (2004-2005), Dallas Cowboys (2006 – 2008), Buffalo Bills (2009), Cincinnati Bengals (2010), Allen Wranglers (2012) y Seattle Seahawks (2012).
“Era un niño flaquito de Alexandria, Alabama, que amaba el baloncesto y admiraba a Michael Jordan. No empecé a jugar futbol hasta los 14 años en la secundaria, pero no sabía que algún día iba a jugar profesionalmente”, dijo el atleta al inicio de su conversación con Juan Murra, rector de Profesional y Posgrado del Tec de Monterrey en el INCmty2020 .
Criado por su madre y su abuela junto a sus hermanos y hermana, Terrell solo tenía realmente clara una cosa en su mente: quería ser relevante. Sin embargo, al empezar a trabajar en el equipo escolar, se dio cuenta de que sus compañeros eran mejores jugadores que él y que por lo tanto, tenía que trabajar un poco más duro.
“Es a través de los deportes que un niño puede aprender el concepto de trabajo en equipo, reconocer que hay cosas que puede y no puede hacer, evaluar cuándo dar un poco más”, señaló el atleta.
Cuando estaba en el equipo de secundaria, Owens compartía camiseta con otros 90 chicos y él realmente no destacaba mucho. Según él mismo dice, tuvo un desarrollo tardío, pero tuvo la suerte de que cuando los reclutadores se acercaron su escuela, estaban buscando un receptor, pero vieron en él algo que valía la pena explorar. Esto le granjeó una beca en la Universidad de Chattanooga y de ahí, su carrera empezó a florecer.
“Empecé a creer un poco en mí mismo. Sabía que no era tan bueno como los demás, pero entendía que si ponía el esfuerzo adecuado y me rodeaba de la gente correcta, empezaría a forjar mi camino”, señaló Owens.
No obstante, no todo fue miel sobre hojuelas para el jugador. Cuando llegó a liga profesional, no fue las primeras elecciones el draft. Terminó siendo elegido por los San Francisco 49ers, pero ese inicio atrabancado le causó grandes dudas.
“Cuando hablo de las personas que me ayudaron a convertirme en el receptor que soy, hay grandes coaches. Uno de ellos fue el entrenador de San Francisco Larry Kirksey. Durante mi tercer año en la luga, estaba batallando para sacar lo mejor de mi juego. Él sabía que yo amaba el baloncesto así que me dijo: ‘Imagina que estás jugando uno a uno con el jugador del otro equipo que te bloquea. Tienes que ver más allá de él”, recordó Owens.
Para saber más:
El atleta señala que aunque parece una anécdota de caricatura, esa explicación funcionó para él ya que “encendió un foco en su cerebro” para entender qué debía hacer para mejorar. Sin embargo, no fue algo que sucedió de la nada, sino que ese momento le enseñó dónde tenía que trabajar para empezar a mejorar.
“Seguramente lo has escuchado muchas veces, pero es real: tienes que quitarte de tu propio camino. Puedes sobreanalizar las cosas y por eso necesitas tener gente a tu alrededor que te pueda dar una buena perspectiva de lo que está pasando contigo”.
Terrel Owens y Juan Murra / Imagen: Vía INCmty2020
Las 3 D de Terrell Owens: Deseo, Disciplina
Para Terrell, este camino se tradujo en una filosofía que se puede aplicar tanto en el campo como en la vida diaria.
“Cuando me nominaron por primera vez al Salón de la Fama de la NFL no entendía realmente cuán grande era ese honor”, dice Owens recordando que de niño no veía mucha televisión porque su abuela era estricta. “Yo no jugaba para llegar al Salón de la Fama ni sabiendo que estaría 15 años en una liga nacional; pero en el momento de la nominación no sabía que había acumulado las estadísticas que me ponían en el mejor momento de mi carrera”.
Owens tuvo que dar muchas entrevistas luego de esta nominación y fue entonces que, al ver las transmisiones, reflexionó todo el camino que realmente había andado para llegar hasta donde estaba.
Se preguntó cómo había llegado hasta ahí el niño flaquito de Alabama y desarrolló su filosofía de las 3 D: Deseo, Dedicación y Disciplina.
- Deseo: Es aquello que te lleva a querer obtener algo. La pasión que te hace moverte. Debes querer ser y hacer algo con tu vida.
- Dedicación: Es el compromiso de ser realista contigo mismo y entender que tienes que trabajar para lograr lo que te propongas.
- Disciplina: El trabajo que tienes que hacer para mejorar día con día. Dicho de otra forma, la disciplina es el puente entre tus metas y el éxito para obtenerlas.
Esto se volvió un mantra para Owens, que si bien nunca ganó un Super Bowl, no dejó que esto afectara su mentalidad.
“Aunque en los libros no soy un campeón, siempre jugué como si lo fuera”.
Cualquier persona puede usar esas 3D, seas atleta o no.
Debes encontrar el gozo en lo que haces
Trabajar muy duro es un ingrediente básico para ser exitoso y dejar tu huella en el mundo, pero no vale nada si no disfrutas lo que haces. Al menos eso piensa el exjugador de la NFL.
“Debes encontrar el gozo en cualquier cosa que hagas. Si no lo disfrutas, entonces todo lo que hagas, por mucho que lo ames al principio, se volverá solo un trabajo que no te emocionará”.
Si encuentras alegría en lo que haces, dice el atleta, los resultados te encontrarán.
Al recordar algunos momentos de su carrera donde fue criticado, Owens señaló la importancia de creer en uno mismo, no solo un día sí no entender que eres merecedor de ser algo mejor.
“No hay una regla mágica para ser mejor. Es simple: lo quieres o no”.
Terrell señala que el secreto para él fue ser realista; saber que no era tan bueno como los demás. Así que siempre aprovechó todas las oportunidades de trabajar extra para mejorar y hacer preguntas.
“Cuando mis compañeros se iban de viaje en el verano cuando estaba en la universidad, yo no podía pagar eso. Así que use ese tiempo para ir al gym de la escuela para mejorar mi físico”.
Ante esto Terrell subraya que cada esfuerzo suma. Tal vez no veas los resultados que quieras inmediatamente, pero poco a poco te estarás preparando para aprovechar las oportunidades que se te presenten y que has soñado.
“Mucha gente cree que merece algo y tal vez así sea, pero la vida puede simplemente no dártelo. Sigue trabajando y trabajando para que tú construyas tu camino propio”.
Para saber más:
Durante su carrera, Owens fue muy criticado por ciertas acciones o por ser muy vocal en sus opiniones. Al preguntarle cómo lo manejo, el exjugador de la NFL simplemente dijo: La opinión de los demás no es tu problema.
“Mi abuela me crio para identificar el bien del mal. Y en mi vida he aprendido que no le vas a caer bien a todos siempre”, señaló. “La gente va a hablar de ti de un modo u otro, pero al final del día, tienes que dejar que tu trabajo dentro y fuera de la cancha hablen por sí mismos”.
Owens en el campo / Imagen: Depositphotos.com
Platicando en un día histórico
Esta charla de Terrell Owens ante miles de personas conectadas en el INCmty se da el mismo martes que son las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Al respecto, Owens – que se encuentra en uno de los estados clave para la contienda, Florida- señaló que esta votación se trata del futuro.
“Por eso la gente votó de manera anticipada en números récord y hoy está haciendo filas en las casillas, porque están votando para sus hijos y nietos. Ningún político va a ser 100% bueno, pero se trata de encontrar a la persona que trabaje por el pueblo estadounidense”.
Señaló que personalmente no le importa quién esté a cargo, siempre y cuando sea una persona que entienda la importancia de la democracia, la decencia, la compasión y la empatía.
“Después de lo que pasó con George Floyd y siendo yo un padre afroamericano, no me podía quedar callado”, reflexiona el atleta. “No soy un político, pero al final del día se trata de simple decencia humana. De reconocer entre lo que está bien y lo que está mal”.