Para las fintech, las crisis de 2020 fue una oportunidad bien canalizada y la inflación del 2023 también puede serlo.
¿Cuál es el panorama de las fintech ante la inflación?
El 2022 fue un golpe de realidad para el ecosistema de startups, tanto en México como en Estados Unidos y, siendo honestos, para el resto del mundo. Después de dos años de pandemia en los que, a pesar de la crisis económica, hubo un vibrante interés del Venture Capital por seguir invirtiendo en proyectos con potencial de crecimiento y desarrollo a corto plazo, los niveles de presión inflacionaria históricos han retraído el interés de inversionistas que frente a la incertidumbre prefieren mantenerse cautelosos.
Pero ante esta sequía que en 2023 sigue creciendo, las fintech han sido un oasis en el desierto de la inversión. El secreto es que han logrado generar valor en materia de inclusión financiera, y eso, en momentos económicamente complejos tiene un potencial de mucho alcance.
El ecosistema fintech es diverso, cada compañía se ha propuesto objetivos muy específicos y mercado muy particulares, ya sean personas o pequeñas empresas, pero siempre pensando en cómo hacer más accesibles y útiles los servicios financieros.
Para estas compañías no basta otorgar créditos, o brindar seguros, lo que las hace valiosas (y atractivas para la inversión) es que buscan llevar un valor real con sus productos y servicios. Eso es lo que las trajo a un 2023 con crecimientos, inversión y potencial de desarrollo más allá del que tienen otras startups.
Las Fintech son una oportunidad en el entorno hostil
A pesar de los pronósticos alentadores, este año no será sencillo para ninguna compañía. Quienes crecieron en grande en años pasado han tenido que hacer recortes drásticos: de personal, crecimiento, expansión, financiero, etc.
Para las fintech no es que se vea un recorte tajante en el corto tiempo, para ellas el secreto para sobrevivir y crecer será otro: mantener al usuario en el centro de su negocio.
Los usuarios, sobre todo aquellos históricamente rezagados en cuanto a productos financieros, han sido el motor de crecimiento del sector, mientras estas empresas sigan adaptando su oferta a sus necesidades y busquen que sus productos sean verdaderamente utilitarios, las fintech tendrán una oportunidad en este entorno hostil.
Una solución añeja para un problema añejo
Es cierto que este 2023 arrancó con un ‘golpe de timón’ para el ecosistema startups. Las reglas del juego cambiaron y hoy ya no se habla de startups unicornio, sino de camellón que sobreviven aun en el clima más desafiante.
Para las fintech, las crisis de 2020 fue una oportunidad bien canalizada y la del 2023 también puede serlo. Por su valor agregado y potencial para que otras compañías y personas puedan hacer frente a una economía compleja, las fintech tienen un potencial de crecimiento enorme. Para ellas no hay problemas nuevos que impliquen un cambio de estrategia tan radical, se trata de un problema añejo, con solución añeja.
No es tan simple como decir que nada debe cambiar para estas compañías, el verdadero reto está en seguir haciendo lo que han hecho tan bien en estos años. Parece que no hay nada nuevo en el horizonte, pero ante la incertidumbre hay que estar preparados para todos.
Finanzas óptimas, planes de crecimiento a corto, mediano y largo plazo, uso de datos para definir estrategias y conocer al cliente, serán el combo ganador para que las fintech no caigan en el abismo inflacionario.
Este año apenas comienza y todo puede cambiar de un momento a otro, veamos qué retos vienen para el futuro y cómo las startups les hacen frente. Al final del día, la misión de estas empresas en resolver problemas de una forma novedosa, ¿captar inversión es importante? Sí, ¿imprescindible? También, pero no es el fin último. Los unicornios se pueden extinguir, las empresas valiosas sobrevivirán.