En abril conmemoramos el Día Internacional del Emprendimiento para reconocer su impacto e importancia, que ha aumentado en estos últimos años gracias a dos características fundamentales: flexibilidad y resiliencia, las cuales son detonadoras de innovación, creatividad así como la disposición al cambio.
Así como el entusiasmo, optimismo y pasión de los nuevos emprendedores impulsa la visión de la empresa, los objetivos, los planes de acción y lo más importante: proveer un ambiente -ya sea con esquemas mixtos de presencial/home office o 100% remoto- favorable para el trabajo en equipo, también el síndrome de burn out también es contagioso, aún más cuando parte del liderazgo.
Cuando hablamos en Gympass del “bienestar corporativo” no es exclusivo de las grandes empresas o los negocios tradicionales: es también de los negocios pequeños y medianos, los emprendimientos que quieren hacer su parte para cambiar un servicio, una industria o la comunidad en la que operan y su liderazgo deben tomar en cuenta su bienestar para poderlo hacer extensivo a sus colaboradores.
Los líderes y responsables de los equipos deben interiorizar algunos lineamientos para su propio bienestar:
Llegar al punto de la desmotivación, irritabilidad y respuestas viscerales es ya la manifestación del burn out. El liderazgo tiene que tener claridad de cuál es la cultura que están transmitiendo, empezando por reconocer sus propias necesidades de equilibrio entre la vida personal y laboral para poder liderar con el ejemplo.
Todos los negocios tienen altibajos: ciclos de gran demanda y valles de menos clientes y ambas circunstancias pueden conllevar cargas de estrés. Tanto los líderes del negocio como las personas responsables del talento necesitan reafirmar el equilibrio personal-laboral continuamente, previendo (y cumpliendo) lineamientos que lo faciliten, como derecho a la desconexión, herramientas de bienestar que pueden ser actividades físicas o de wellnes, así como una escucha continua para poder anticipar cambios en el entorno.
Reflexionar, relacionar, reír: Todos los emprendedores habrán escuchado “trabaja en algo que ames, que harías gratis, que disfrutes”. El disfrute tiene una gran carga emotiva que proviene de nuestra capacidad de reflexión sobre los aprendizajes que nos dan las experiencias -buenas y malas-; la posibilidad de relacionarnos con los demás, que pueden ir desde las necesidades de nuestros públicos objetivos hasta nuestros colegas y colaboradores, y reír, como uno de los motores lúdicos que es uno de los grandes detonantes de la creatividad y la resiliencia.
Es posible que las complejidades del entorno de los últimos años pueda parecer abrumador. Sin embargo, los líderes de negocios y quienes emprendan en los próximos meses, tienen una oportunidad única de aportar nuevos elementos al entorno laboral, desde un liderazgo que promueva una cultura mucho más equilibrada y empática.
