



La marca Patagonia ha trascendido más allá de ser una empresa de equipo y ropa para actividades al aire libre, como escalada y senderismo. Fundada en 1973 por Yvon Chouinard, actualmente se encuentra valuada en unos 3,000 millones de dólares según The New York Times y es un referente mundial de impulso a la sostenibilidad del planeta.
Su creador y dueño es un ávido escalador, surfista y ambientalista de origen estadounidense, que recientemente donó casi la totalidad de sus acciones – 98%, el resto se queda en su familia– para formar un fondo fiduciario que alimente una asociación civil dedicada a la lucha contra el cambio climático.
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En palabras de Chouinard, “una opción era vender Patagonia y donar todo el dinero. Pero no podíamos estar seguros de que un nuevo propietario mantuviera nuestros valores o mantuviera a todos nuestros empleados”, señaló en una carta publicada en su web, en la que también decía que la tierra ahora era el único accionista de Patagonia.
La empresa ha demostrado que es posible combinar el éxito comercial con la responsabilidad social y ambiental, inspirando a emprendedores alrededor del mundo.
Además, logrando que famosos como Julia Roberts, Drake, el expríncipe Harry, entre otros, lleven su ropa públicamente.
Asimismo, en una época, la ropa de Patagonia se puso de moda entre los programadores de Silicon Valley e inversores de Wall Street, debido a su durabilidad y que empleaba colores vivos, a diferencia de otras marcas para ropa outdoor con los mismos colores opacos de siempre. Entró al mercado mainstream e incluso se colocó como una de las empresas privadas de mayor crecimiento.
Y, ya que no todo es miel sobre hojuelas en el mundo de los negocios, vale decir que lo anterior sucedió después de un tropiezo que sostuvo la empresa en 1991, enmarcado por una crisis económica en Estados Unidos, que la hizo despedir a 150 personas y casi quedar en quiebra.
Sin embargo, en ese tiempo, su creador y dueño decidió tomar a 12 de sus mejores ejecutivos para pensar el rumbo que tomaría la empresa, después de las turbulencias financieras y estructurales, y los llevó a un viaje a La Patagonia, Argentina. A su regreso, refrendaron el compromiso con el medioambiente que llevaban desde su fundación y continuaron la labor, poniendo en marcha diferentes acciones en beneficio del planeta y quienes integraban la empresa.
La escalada ha ganado popularidad globalmente en las últimas décadas, convirtiéndose en un deporte olímpico desde Tokio 2020. En el ámbito mundial, se estima que hay alrededor de 25 millones de personas que practican escalada en alguna de sus modalidades, ya sea deportiva, tradicional, en bloque o alpinismo.
En México, el interés por la escalada ha crecido significativamente, con impresionantes áreas para practicarlo como El Potrero Chico en Nuevo León, Peña de Bernal en Querétaro y El Diente en Jalisco.
Estas zonas no solo atraen a escaladores nacionales, sino también a extranjeros, generando un flujo constante de turismo deportivo.
Se estima que el número de escaladores en México ha aumentado en un 20% en los últimos cinco años, con más de 50 gimnasios de escalada abiertos en todo el país.
Para los emprendedores que desean incursionar en el mercado de la escalada en México y América Latina, Patagonia ofrece valiosas lecciones. Aquí hay algunos aspectos clave que deben considerar al iniciar su aventura empresarial:
Patagonia ha demostrado que el compromiso con el medioambiente puede ser un diferenciador clave. Los emprendedores deben buscar formas de integrar prácticas sostenibles en sus negocios, desde el uso de materiales reciclados hasta la reducción de la huella de carbono.
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Los productos de Patagonia son conocidos por su alta calidad y durabilidad. En un deporte como la escalada, donde la seguridad y la confianza en el equipo son fundamentales, ofrecer productos de calidad superior puede establecer una reputación sólida y fidelizar a los clientes.
La innovación en el diseño de equipos y ropa es esencial. Adaptarse a las necesidades específicas de los escaladores, como la ergonomía, la ligereza y la resistencia de los materiales, puede hacer una gran diferencia en el mercado. Para Patagonia implementar colores como azul rey, rojo, amarillo significaron su introducción a nuevos mercados.
La empresa ha creado una comunidad apasionada en torno a su marca. Los emprendedores deben cultivar una conexión auténtica con su audiencia, entendiendo sus necesidades y compartiendo su pasión por la escalada y la naturaleza.
Patagonia se ha destacado por educar a sus clientes sobre la importancia de la conservación ambiental. Los emprendedores pueden seguir este ejemplo promoviendo la conciencia ecológica y el respeto por la naturaleza a través de sus productos y campañas.
El crecimiento de la escalada en México y América Latina presenta una oportunidad única para los emprendedores. Con una creciente comunidad de escaladores y un interés cada vez mayor por el turismo de aventura, hay un mercado en expansión que espera ser atendido. Invertir en infraestructura, como gimnasios de escalada y tiendas especializadas, así como en la promoción de destinos locales, puede abrir nuevas vías de negocio.
Además, la colaboración con comunidades locales y la creación de programas de conservación pueden fortalecer la posición de un nuevo negocio en este sector.
Siguiendo los pasos de Patagonia, los emprendedores pueden construir marcas que no solo sean exitosas comercialmente, sino también responsables y respetuosas con el entorno.
El mundo de la escalada ofrece un terreno fértil para la innovación y el emprendimiento, con una estrategia que combine sostenibilidad, calidad, comunidad y educación, los emprendedores pueden no solo prosperar en este mercado, sino también contribuir positivamente. Como lo ha demostrado Patagonia, hacer las cosas bien no solo es posible, sino que también puede ser la clave del éxito duradero.