El chef que conquista a la Generación Z con helados ‘instagrameables’
Con más de 20 sabores de helado, opciones healthy y propuestas totalmente visuales Ice Cream Nation conquista a la generación Z.
Frente a ti, una docena de ingredientes y sabores están listos para ser elegidos y hacer volar tu paladar. Double chocolate, bailey’s, nutella, nuteplátano, pay de limón, Ferrero, plátano con canela, matcha, toronja & gin, vainilla canela, dulce de leche y chocolate con mezcal ¿cuál se te antoja? ¿con qué topping lo vas a coronar? Comer helados no volverá a ser lo mismo.
Tú eres el artista. Decora tu creación, ponle galleta, un waffle. No hay límites. Toma un conejito de chocolate y ponlo como un trofeo sobre una bola de double chocolate matcha.
Así comienza la aventura cuando llegas a Ice Cream Nation, una tienda que elabora helados y malteadas con nitrógeno al momento y con ingredientes de la más alta calidad. La empresa tiene ya cuatro unidades y ha llegado a vender hasta 1000 helados en un día en una sola unidad. La idea es de Omar Sapién, un joven de 31 años que emprendió hace dos con esta propuesta que está conquistando a la generación Z, el 60% de sus consumidores.
El proyecto surgió hace tres años durante un viaje que Omar hizo a Miami. Fue en Aventura Mall donde conoció el concepto, pero a pesar de lo vistoso y la experiencia que ofrecía la elaboración del helado se dio cuenta de que los sabores eran artificiales. Así, se propuso introducir el concepto en el país, pero con el diferenciador de ofrecer ingredientes premium y 100% naturales.
“La verdad es que pensé que este iba a ser un negocio de medio tiempo, porque era mi hobby, pero tuve que renunciar a mi trabajo dos meses antes de abrir la primera unidad porque me clavé en el desarrollo de la empresa”, recuerda el emprendedor.
Una oferta distinta de helados
Omar tenía solo 28 años, pero ya había vivido la experiencia de emprender a sus 22 años, cuando abrió con un amigo un restaurante japonés. El Chef de profesión cuenta que su familia maneja negocios desde siempre y por tanto, tiene sangre emprendedora en las venas. “Cuando estudiaba en el Instituto Mariano Moreno tomé el turno de la tarde y llegaba antes de que iniciaran mis clases a vender sushi en la cajuela de mi auto”, recuerda. “Como trabajaba en un negocio de la familia administrando bienes raíces y tenía mucho tiempo libre, mi deseo era hacer algo diferente”.
Así que para convertir en realidad su propuesta, lo primero que hizo fue buscar un local comercial. “Tuve que montar mi heladería para poder hacer mis recetas”, cuenta. Y como las oportunidades están siempre presentes para quien sabe buscarlas, Omar la encontró en un local de la calle de Mérida, en la colonia Roma de la Ciudad de México, una zona que es frecuentada por jóvenes que buscan propuestas no convencionales.
El primer reto fue lograr que el tanque de nitrógeno cupiera en el pequeño local de 14 metros cuadrados ya que debía importarse de Estados Unidos y luego ensamblarse al interior. Además acondicionar y equipar el lugar.
Omar tenía un millón de pesos de inversión inicial, pero dice que como quería tener el mejor equipo y en la heladería su presupuesto se fue elevando al límite. Así, quedó solamente con un margen de un mes para operar y tener buenos resultados. De lo contrario, se vería obligado a vender su auto.
Un buen inicio
El desarrollo del concepto duró tres meses. Omar decidió no ir con la tendencia del momento de nombrar el negocio de acuerdo con el giro (la heladería, la mezcalería, la cafetería) e idear un nombre que perdurara en el tiempo y que pudiera ser empleado de manera universal e internacional.
Finalmente, el 16 de octubre de 2016 comenzó la venta al público con 12 sabores. “Abrimos con muy buena vibra y el concepto fue muy bien aceptado. Desde el día uno tuvimos mucha gente y el punto de equilibrio lo alcanzamos al primer mes de operaciones”, recuerda el emprendedor.
Los helados eran ligeramente más caros que el común de la zona, pero compiten con las marcas Premium como Ben and Jerry’s, Häagen Dazs y Moyo. “Además, de los ingredientes de primera y la elaboración al momento constituyen toda una experiencia”, explica Omar.
Posicionamiento de boca a boca y en redes
La estrategia de posicionamiento fue primero el boca a boca y contó con el apadrinamiento de un locutor que pasó al local, le gustó el concepto y lo recomendó en la radio. Posteriormente se fueron posicionando a través de redes sociales.
El emprendedor reconoce que tuvo que abrir el Instagram de su marca y una página de Facebook porque los clientes comenzaron a postear sobre el negocio antes de contar con una cuenta oficial. Es que tal como lo señala The Center For Generational Kinetics, la generación que constituyen el grueso de sus clientes siguen a las marcas en redes sociales, se guían por lo que dicen los influencers y sobre todo son muy visuales. Y vaya que los helados de Ice Cream Nation son instagrameables.
La demanda fue tanta que obligó a Omar a abrir una segunda sucursal a los 10 meses y la tercera cuatro meses después. En octubre pasado abrieron la cuarta en Interlomas. Hoy cuenta con un centro donde fabrica las recetas para distribuirlas a todas sus unidades y así estandarizar su producto.
Actualmente la marca ofrece más de 20 sabores. Algunos de ellos son healty, con menos calorías o ingredientes como el fruto del monje, que te impide romper la dieta. “Muchas son consumidoras jóvenes que demandan este tipo de sabores y que cuidan mucho lo que comen”.
Omar piensa que durante 2019 podría abrir hasta siete sucursales más. Las franquicias podrían estar disponibles en un futuro cercano, pero tendrían que ser por territorio y empezar en el sur del país. “Queremos seguir innovando y ofrecer la mejor calidad, todavía tenemos mucho que ofrecer”.