



En el vertiginoso mundo de los negocios, las startups surgen como el semillero de la innovación. Se inician con una idea brillante, un equipo reducido y la ilusión de cambiar el mercado. Pero llega un punto clave donde te das cuenta de que para crecer de verdad, para pasar de startup a scaleup, no basta con haber encontrado el soñado market fit o viabilidad de mercado. Ahí empieza el verdadero reto, necesitas visión, estrategia, preparación y un equipo que te respalde. ¿Tu negocio está listo?
“Scaleup” no es solo una palabra de moda; es esa fase en la vida de una empresa donde ya demostraste viabilidad en el mercado y estás lista para crecer rápidamente. Pero ojo: no todos llegan a esta etapa. Los que logran dar este salto se convierten en motores de nuevos empleos y de cambio real por resolver a escala esa misión audaz por la que fueron creadas.
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La OCDE define a una scaleup como una empresa que crece más del 20% anual en tres años y tiene al menos 10 empleados desde el inicio del periodo de observación. De hecho, en un proyecto piloto en Europa, solo entre el 13% y el 15% de empresas lo lograron. Así de difícil es. No es solo vender más; se trata de una transformación estructural que requiere procesos sólidos, un equipo alineado y financiamiento considerable.
Aquí algunos desafíos que me he encontrado, tanto desde la perspectiva de un emprendedor como de inversora:
Validaste tu producto y quieres crecerde startup a scaleup, pero… ¡el crecimiento cuesta! La clave está en encontrar inversores que no solo aporten dinero, sino que entiendan tu visión. El reto es encontrar inversores que compartan tu visión a largo plazo y que puedan aportar más allá del dinero, experiencia, contactos, capacitación, red de otras compañías invertidas, un consejo adecuado e incluso ayudarte a levantar tu siguiente ronda, pues estos puntos pueden marcar la diferencia en tu negocio. Incluso algunos Corporate Venture Capital te ayudan a vender, como es el caso de Wayra de Telefónica Movistar, y te dan acceso estratégico a clientes o como socios de diseño de tu producto.
Sin sistemas sólidos, escalar es solo una palabra bonita. La tecnología debe soportar el volumen de clientes y procesos eficientes. Me acuerdo cuando trabajaba en Rappi: un día de alta demanda puso a prueba nuestra infraestructura y, aunque aprendimos mucho, quedó claro que para crecer había que prepararse en serio.
Con cada nuevo colaborador y cada mercado adicional, es fácil perder la esencia que hace única a tu empresa. He visto startups de gran potencial perder su cultura al crecer demasiado rápido. Mantener la identidad y los valores que definen tu equipo es vital para no perderse en la expansión, y hay un par de valores que incluso se repiten en las mejores compañías globales como el actuar como dueño, poner al cliente en el centro y la velocidad en la ejecución.
Expandirse a otras regiones es emocionante, pero no es sencillo. Desde barreras regulatorias hasta ajustes culturales, a veces hasta de idiomas, cada nuevo mercado representa un desafío. Cuando Erudit decidió lanzarse a otro país, me encontré con un sinfín de adaptaciones que iban desde el tono en las campañas de marketing hasta el ajuste de producto.
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Escalar no es para todos, y no todas las empresas necesitan hacerlo al instante. Tomarte el tiempo para analizar si estás realmente listo es clave. Cuando llegue el momento, estar preparado puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. ¡Atrévete, pero con una estrategia sólida!
Por Lorena Sánchez, Entrepreneur in Residence and Scout en Wayra Hispam