Tlalpujahua es un Pueblo Mágico de Michoacán donde cada año se festeja La Feria de la Esfera, una tradición que combina las festividades navideñas con el talento de los artesanos locales. Es un poblado de origen minero, de hermosas calles empedradas y arquitectura barroca digna de admiración que te transportará a otro momento en la historia de México.
Además de ser conocido como “el pueblo de la eterna navidad”, Tlalpujahua está lleno de cultura, historia y gastronomía única de la región que vale la pena descubrir.
En 1965 regresan a Tlalpujahua el señor Joaquín Muñoz Orta y su esposa María Elena Ruíz Villagrán, después de vivir una temporada en Estados Unidos, donde aprendieron a hacer adornos navideños.
Con sangre artesana, deciden emprender en la fabricación de decoración navideña, implementando técnicas como el vidrio soplado y abriendo su primera fábrica llamada “Adornos Navideños”.
Gracias a su población llena de talentosos artesanos, más de 400 talleres en Tlalpujahua se dedican a la fabricación de adornos y esferas navideñas.
La fabricación de esferas navideñas es el sustento principal de la economía de Tlalpujahua, que antes de la pandemia percibía una derrama económica aproximada de 180 millones de pesos entre octubre y diciembre.
Del 29 de septiembre al 19 de diciembre se lleva a cabo la feria de la Esfera Tlalpujahua 2022, donde más de 300 artesanos presentan su trabajo al público.
Este 2022 la feria vuelve con todo su esplendor en su edición número 23. Se estima que este año se recibirán aproximadamente alrededor de 400 mil turistas, nacionales y extranjeros. Además, en esta edición se regresa a la normalidad con todas sus actividades después de la pandemia del Covid-19.
Una de las fábricas más grandes de esferas es La Casa de Santa Claus, donde los niños pueden visitar a Papá Noél y observar el trabajo de más de 500 artesanos que laboran aquí.
La técnica que utilizan para hacer las esferas es la de vidrio soplado, práctica que José Muñoz Ruíz heredó de sus padres, los pioneros de la fabricación artesanal de esferas.
Tlalpujahua es originalmente un pueblo minero. En 1558 los conquistadores españoles redescubren las minas que explotaban los indígenas, convirtiéndose en uno de los principales exportadores de minerales en la región.
Durante la Revolución Mexicana, muchas minas cerraron actividades, pero Tlalpujahua siguió operando y se convirtió en la primera productora de oro en el mundo, lo que trajo gran inversión y tecnología.
En 1937 la mina cerró definitivamente después de que un error humano ocasionara una explosión que sepultó la tercera parte de Tlalpujahua y la capilla de Nuestra Señora del Carmen.
Hoy en día, la mina Dos Estrellas es un museo abierto al público lleno de artefactos originales que se usaban para explotar la mina y fundir sus minerales, así como planos, salas de exhibición y talleres.
El barrio del Carmen junto con su iglesia forman parte de la historia de Tlalpujahua en un suceso que terminó con el cierre definitivo de la mina Dos Estrellas.
En 1937, después de un incidente en la mina, una presa que contenía aguas residuales y tóxicas se rompió, sepultando la iglesia y ocasionando la muerte de cientos de familias que vivían en esta parte del pueblo.
Hoy, la iglesia hundida de Nuestra Señora del Carmen está rodeada de naturaleza y es una parada obligada para todo viajero.
Muy cerca del Pueblo Mágico de Tlalpujahua, entre el estado de México y Michoacán se encuentra la presa Brockman, hoy una laguna rodeada de un tranquilo bosque.
La zona que rodea la presa Brockman es perfecta para practicar el senderismo, pasear a caballo, pescar, pasear en lancha o en bicicleta por la montaña.
Con más de 70 mil metros cuadrados, el río conecta la presa Brockman con la laguna de Victoria, rodeada de cabañas que se pueden rentar y pasar un fin de semana inolvidable.
Inaugurado en 1952, el Parque Nacional Rayón, o como se le conoce coloquialmente “Campo del Gallo”, fue un gran terreno propiedad de los hermanos Rayón, destacados militantes durante la guerra de independencia.
En 1812, el parque fue usado como campo de operaciones durante la guerra de independencia. Los hermanos Rayón fortificaron El Cerro del Gallo, donde se encargaron de fundir y fabricar armas, poner una imprenta e incrementar sus tropas.
El 29 de agosto de 1952 se declaró patrimonio de México y hoy en día está dedicado a la conservación de sus más de 98 especies de aves, además de su hermoso bosque, así como la flora y fauna que vive y crece en él.
