Este fin de semana se ha desatado un caos en OpenAI, empresa desarrolladora de ChatGPT. El pasado viernes, la junta directiva anunció el despido de Sam Altman, cofundador y hasta entonces CEO de la empresa. Solo dos días después, mientras el mundo tech aún asimilaba la noticia, Microsoft reveló que el exdirector ejecutivo se unirá a sus filas como líder del equipo interno de Inteligencia Artificial.
Su cofundador, Greg Brockman, renunció la semana pasada después de que el primero fuera despedido. El empresario, quien también era presidente y miembro de la junta directiva de OpenAI, se irá junto con Altman a Microsoft “para brindarles los recursos necesarios para su éxito”, según confirmó Satya Nadella, CEO de Microsoft, en una publicación en LinkedIn.
Cabe destacar que Microsoft ha invertido 13,000 millones de dólares en la startup y el uso de si tecnología. Esto la convierte en el mayor accionista de OpenAI, con una participación aproximada del 49%, según explican desde El Financiero.
En realidad, ninguno de los directamente involucrados ha aclarado a detalle cómo se desató este lío, pero hay algunas pistas.
La junta acusó a Sam Altman de no ser “consistentemente sincero en sus comunicaciones” en una publicación citada por la BBC. Alegan también que, como resultado, habrían “perdido confianza” en su liderazgo.
En la junta directiva de OpenAI solo había seis personas: Sam Altman, Greg Brockman y otras cuatro figuras muy cercanas a ambos cofundadores. Al parecer, habrían sido éstos últimos quienes decidieron remover al CEO y al presidente “tomando por sorpresa a toda la comunidad tecnológica, incluidos -supuestamente- sus propios inversores”, explica la publicación.
Por su parte, la junta nombró a Emmett Shear, exjefe de Twitch, como nuevo CEO interino de OpenAI. El ahora director ejecutivo publicó en X (antes Twitter) que “la junta no destituyó a Sam por un desacuerdo específico sobre seguridad” y anunció que “habrá una investigación sobre lo sucedido”.
Además, en una nota interna que se difundió ampliamente, la junta dejó claro que no acusaba a Altman de “malversación financiera”.
Recientemente, el empresario aseguró estar desarrollando tecnología mucho más avanzada que su célebre ChatGPT o la polémica Worldcoin, sin dar más detalles. Pero quizá Microsoft, al poseer casi la mitad de OpenAI, sí sabe de qué habla Sam Altman y no quiere dejar escapar esas prometedoras ideas.
El domingo 19 de noviembre, cerca de la medianoche, Nadella confirmó en X que el responsable de ChatGPT será el líder de un nuevo equipo interno de Inteligencia Artificial. Aseguró también que “espera conocer a (Emmett) Shear y trabajar con él”.
“Seguimos comprometidos con nuestra asociación con OpenAI y tenemos confianza en nuestra hoja de ruta de productos, nuestra capacidad para continuar innovando con todo lo que anunciamos en Microsoft Ignite y en continuar apoyando a nuestros clientes y socios”, expresó Nadella en LinkedIn.
No está claro cómo seguirá la relación entre Microsoft y OpenAI ahora que Altman deja su propia empresa para irse como empleado a la compañía que posee el 49% de la misma.
Varios analistas prevén que muchos trabajadores de la startup sigan los pasos de los cofundadores y se sumen a Microsoft. Se dice que la firma fundada por Bill Gates estaría dispuesta a igualar el salario de cualquier empleado de OpenAI que desee dejar la empresa. Mientras tanto, muchos miembros del personal comparten en redes sociales la frase: “OpenAI no es nada sin su gente”.
Nadella ofreció LinkedIn y GitHub como ejemplos de empresas propiedad de Microsoft que operan con “identidades y culturas independientes”, y con su propio director ejecutivo. ¿Qué significa esto para la startup en realidad? Seguro pronto habrá un panorama más claro.
