La historia de Russell O’Grady, un hombre con Síndrome de Down que se retiró tras 32 años de trabajar en McDonald’s, fue inspiradora para muchos.
La diversidad e inclusión son un tema actual pero que, desafortunadamente, en muchas ocasiones se queda en un simple discurso. Sin embargo, existen historias como la de Russell O’Grady que demuestran que hay empresas como McDonald’s que se tomaron en serio la tarea de crear espacios para que cualquiera pueda desarrollarse profesionalmente.
El australiano con Síndrome de Down tuvo una larga trayectoria de 32 años en la cadena restaurantera que llegó a su fin en 2018 cuando se jubiló. Su historia se une a otras iniciativas de la compañía que no solo tienen un impacto en sus colaboradores sino en los comensales.
Russell O’Grady y sus 32 años de trabajo en McDonald’s
En 1986, la sucursal Northmead de McDonald’s en Australia sentó un importante precedente. Y es que, pese a todos los prejuicios de la época, abrieron sus puertas a Russell O’Grady, un joven de 18 años con Síndrome de Down que buscaba trabajo.
O’Grady, quien había participado en un programa del gobierno para que personas con algún tipo de discapacidad pudieran encontrar trabajo, consiguió un empleo en McDonald’s. El joven y su actitud positiva y servicial, se ganaron pronto el cariño de sus compañeros e incluso de los comensales que visitaban aquella sucursal para conocerlo.
Russell se convirtió en una celebridad local y símbolo de inclusión. Durante 32 años no solo tuvo la posibilidad de generar sus propios ingresos sino de mejorar su autoestima gracias a todas las experiencias vividas.
Luego de más de tres décadas trabajando para la cadena restaurantera, en 2018, a sus 50 años, O’Grady decidió poner fin a su carrera y jubilarse para así dedicarse a su familia y pasatiempos. Compañeros y clientes, aunque alegres por él, expresaron su tristeza al ya no poder convivir con él con tanta frecuencia.
O’Grady y más historias de inclusión en McDonald’s
La compañía asegura que uno de sus objetivos es el de generar un impacto positivo en las comunidades en donde opera, tanto en términos ambientales como sociales. Con el pilar de la inclusión se promueve la generación de oportunidades de trabajo para personas con alguna discapacidad, un segmento que históricamente ha sido relegado.
En un comunicado de prensa, Arcos Dorado, compañía que opera la marca en algunos países de América Latina y el Caribe, aseguró que en 2023 habían más de 2,400 personas con discapacidad trabajando a lo largo de las sucursales de la región.
También, a través de sus redes sociales, comparten historias como las de otras personas con algún tipo de discapacidad que, al igual que O’Grady, tuvieron la posibilidad de encontrar un trabajo
Inclusión total
Para McDonald’s la inclusión no solo se da a nivel interno, con el tiempo han desarrollado algunas estrategias para que los comensales que también tienen discapacidad, puedan sentirse bienvenidos.
Una de las iniciativas que recientemente llegaron a territorio nacional son los “espacios azules”, pensados para las personas con Trastorno del Espectro Autista. Los franquiciatarios que lo han implementado se encargan de capacitar correctamente a los colaboradores, ofrecer mesas y menús especiales y adaptados a las necesidades de los visitantes.
Esto es de gran valor sobre todo considerando que, aún en la actualidad, hay establecimientos que no cuentan con elementos esenciales como rampas.
Inclusión en las empresas
Conforme el tiempo avanza, las empresas han empezado a tomar la inclusión no como una moda sino como un compromiso. Y además de brindar espacios para que personas con discapacidad puedan trabajar, también han pensado en los usuarios.
Existen bancos que capacitaron a su personal en lengua de señas, compañías que crearon controles para que todos puedan jugar videojuegos o marcas que hicieron sopas de LSM. Estas son solo algunas de las muchas más iniciativas que están marcando a sectores que solían ser olvidados y relegados.
En su momento, la historia de Russell O’Grady en McDonald’s fue un caso aislado y poco común. Ahora, ya es una realidad que poco a poco se empieza a ver con más frecuencia.