Los consumidores actuales no solo demandan a las empresas productos y atención de calidad. También exigen que se comprometan con una causa ambiental o encaminada a mejorar la sociedad en la que operan. Es por esto que muchas compañías adoptan la bandera de la inclusión de personas con discapacidad (pcd), en busca de ser empresas inclusivas.
El problema reside en que tanto consumidores como sociedad no necesitan de campañas que, por momentos, visibilicen a todos estos grupos. Se requiere esfuerzos reales para fomentar su inclusión.
Según el Censo de Población 2020 del INEGI, en México hay más de 6 millones de personas (un 4.9% de la población) con alguna discapacidad. De ellos, 13.9 millones (11.1%) con alguna limitación para realizar actividades de la vida diaria; y 723,770 (0.6%) que identifica tener un “problema o condición mental”.
Es entonces que el término inclusión cobra mayor relevancia pues hay más de 20 millones de mexicanos que requieren de algún tipo de personalización en los servicios o productos que consumen para poder así integrarse a sus entornos y acceder a las mismas oportunidades que los demás.
De acuerdo con los Diccionarios de discapacidad elaborados por la plataforma Yo También, la inclusión es un “Enfoque que responde positivamente a la diversidad de las personas y a las diferencias individuales, que entiende que la diversidad no es un problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad en todos los ámbitos. La inclusión reconoce el derecho de todas las personas, con independencia de sus condiciones, a pertenecer a la sociedad”.
Partiendo de esa premisa, aquellas empresas que dicen ser incluyentes deben cuestionarse si realmente están haciendo lo necesario para hacer sus productos y servicios accesibles. Si eres una de ellas y quieres hacer un cambio, te compartimos estos cuatro ejemplos de buenas prácticas.
La compañía japonesa desarrolló un control con el que buscan que las personas con discapacidad puedan tener acceso a los videojuegos y lo hagan con una mejor experiencia. Para ello, crearon un diseño personalizable en el que los botones se pueden intercambiar de acuerdo al rango de movilidad de cada persona.
Tiene, además, texturas que se adaptan a diferentes necesidades, así como la posibilidad de colocarlo en cualquier posición o sobre diferentes superficies para que sea más conveniente su uso.
En 2022, el Banco Central de la República Argentina (BCRA), organismo encargado de la política monetaria del país, dictó que todos los bancos y entidades financieras deberían implementar medidas que faciliten la atención bancaria. Entre ellos se encuentra la capacitación en LSA al personal de atención al público como las ventanillas.
A partir de ello, lo bancos prepararon a sus colaboradores para que pudieran brindar el servicio utilizando la Lengua de Señas Argentina. Así fomentan la inclusión financiera de personas con discapacidad y se convirten en empresas inclusivas.
El grupo hotelero Karisma Hotels & Resorts cuenta con el primer servicio de Concierge de Autismo a nivel mundial en algunos de sus complejos en México y República Dominicana.
El personal fue capacitado por Autism Double-Checked. De esta forma atienden correctamente a los huéspedes con discapacidades neurodiversas como el autismo. Además, ponen a disposición alarmas especiales para que quien lo necesite tenga una experiencia más segura durante sus vacaciones.
Pensando en las personas con discapacidad visual, Banco Occidente en conjunto con Mastercard, lanzaron una tarjeta que cuenta con hendiduras para que los usuarios puedan distinguirlas y detecten el lado correcto para introducirlas a un cajero.
El banco también cuenta con contratos en audio para que las personas puedan conocer la información legal detrás del servicio que están solicitando. Además, señalización en braile para saber, por ejemplo, los horarios de atención.
La inclusión va más allá de una campaña que visibilice a las personas con discapacidad o políticas de no discriminación en los establecimientos. Se requieren de más acciones y esfuerzos que permitan que más personas puedan gozar de acceso a todos los servicios o productos, tomando en cuenta las necesidades que tienen. Da el primer paso y atrévete a ser una empresa inclusiva.
