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El sleepmaxxing es una tendencia que busca maximizar la calidad y la duración del sueño mediante hábitos, gadgets y rituales cuidadosamente estructurados. Lo sorprendente es que esta práctica se ha transformado en un símbolo de estatus entre jóvenes y profesionales.
Originada en redes sociales, la corriente sleepmaxxing promueve patrones como horarios fijos de descanso, rutinas de relajación y tecnología especializada; aunque respaldada por la ciencia del sueño, también genera críticas por fomentar la obsesión por dormir “perfectamente”.
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Sleepmaxxing (mezcla de “sleep” y “maxxing”) promueve tratar el sueño como una rutina estratégica, con rituales que incluyen desde apagar pantallas dos horas antes de dormir, usar luz roja y vinoterapia nocturna, hasta refrigerar la habitación y emplear mantas pesadas o máscaras de seda. Ha emergido en TikTok e Instagram como una forma de bienestar integral y autoexpresión.
Estas son algunas de las prácticas más comunes:
Dormir y despertar a la misma hora todos los días, incluso fines de semana.
Algunos métodos, como limitar la exposición a la luz azul y mantener horarios fijos, están avalados por especialistas, incluida la Harvard Health, mientras que el consumo de kiwi o magnesio encuentra cierto apoyo en investigaciones sobre melatonina natural. Sin embargo, prácticas como tapar la boca con cinta resultan controvertidas y pueden ocultar problemas graves, como apnea.
Expertos alertan sobre la ortosomnia, una forma de insomnio inducida por la presión de dormir “perfectamente”. El uso excesivo de aparatos de seguimiento del sueño y el miedo a no completar las horas o etapas necesarias puede provocar ansiedad y empeorar los patrones de descanso.
Sleepmaxxing se ha vuelto popular entre Millennials y la Generación Z, no solo por salud, sino por imitar estilos de vida premium.
Colecciones de gadgets como anillos Oura, máscaras de lujo, lámparas de luz roja y mantas pesadas son símbolos de estatus que reflejan el logro del descanso como un ideal personal.
La demanda de productos para sleepmaxxing ha generado una explosión dentro de la “economía del sueño”. Iniciativas mundiales han llegado a más de seis millones de vistas en redes y nuevos lanzamientos en colchones, suplementos y aplicaciones de monitoreo enfocadas en el descanso óptimo.
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Aunque el interés por mejorar el sueño es positivo, especialistas en salud advierten que no todas las prácticas son inocuas: desde la ortosomnia hasta el uso de vendajes bucales sin prescripción, la línea entre autocuidado y peligrosa obsesión es peligrosa si no hay asesoramiento profesional.
Los médicos sugieren priorizar hábitos básicos: entorno fresco, oscuro y silencioso; horarios regulares; evitar pantallas y estimulantes; y recurrir a expertos si el insomnio persiste. El sueño debe verse como salud, no competencia.
Para saber más: Dormirte después de la 1 am afecta al cerebro
El sleepmaxxing representa un cambio cultural: pasar de la sobrevaloración del mínimo descanso hacia la búsqueda consciente de un sueño reparador como símbolo de bienestar y estilo. Pero más allá del estatus o gadgets lujosos, lo esencial es recuperar la función vital del sueño: restaurar el cuerpo y la mente sin convertirlo en una fuente de ansiedad. En ese equilibrio radica su verdadero valor para la salud.