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06-01-2020, 11:42:00 PM

Esta es la historia de los emprendedores que trajeron la ‘pista de hielo que no es de hielo’ a la Ciudad de México

Te dejamos la historia de la empresa que trajo a "Ecologisssima", pista que ahorró 185 mil litros de agua, el consumo de energía mensual de 4 mil hogares y 95 toneladas de emisiones de CO2 durante esta temporada.

© Cortesía de Glice

La innovación es la motivación de muchos emprendedores. El cofundador y CEO de Glice , la empresa que trajo la pista de hielo “que no es hielo” al zócalo capitalino este diciembre se inspiró en este concepto para iniciar este proyecto y además ayudar al planeta. Después de haber estudiado diplomacia en su natal Suiza, Viktor Meier ejerció durante algún tiempo su carrera, sin embargo, se percató de que ese mundo era demasiado formal para su personalidad aventurera. Posteriormente trabajó en un startup de tecnología en el extranjero y finalmente para una corporación en su país.

“Desde el primer día que entré pensé en que no podía quedarme en una corporación porque no me sentía libre para innovar. Fue en ese momento que abrí todos mis sentidos para captar ideas y de pronto un día vi a quién se convertiría en mi socio en un show de televisión llamado Inventores ”, dice Meier en entrevista exclusiva.

Cortesía de Glice

Toni Vera, su ahora socio, es jugador de hockey e ingeniero, – combinación que Meier considera ha sido importante para el negocio-, habría descubierto el hielo sintético en Canadá y lo que más le llamó la atención del concepto fue el ahorro de agua y energía que generaba al ser usado en una pista de patinaje. Sin embargo, habiendo experimentado en otras pistas como jugador profesional, no le agradó la calidad del material.

Esto lo motivó a investigar por años hasta que salió en un show televisivo de la BBC. En ese momento Viktor supo que debía contactarlo.

“A mí me gusta el deporte, me gusta la ecología, yo pienso que hay que hacer todo para salvar el planeta. Por eso busqué a Toni en Google. El ya tenía un socio pero no compartían las mismas filosofías y cuando nos conocimos ‘hicimos clic’ inmediatamente y decidimos iniciar la empresa juntos en 2012”.

Demasiado bueno para ser verdad

Lograr inversión en su proyecto no fue nada fácil para los fundadores de Glice , quienes en un inicio tuvieron que depositar 10 mil dólares de sus ahorros para convencer a un banco de la viabilidad de su idea y así acceder a más financiamiento.

“Fue muy difícil conseguir fondos. Lo que hemos hecho es invertir lo que teníamos y realmente hemos trabajado por cada moneda. Al comienzo, cuando necesitaba viajar por negocios, me quedaba en hostales de jóvenes en cuartos con 6 chicos para ahorrar gastos”, comenta Viktor.

De acuerdo con el emprendedor, la idea de las pistas ecológicas era demasiado buena para ser verdad por lo que muy poca gente creía que fueran posibles. Por esta razón, se les hizo difícil al principio conseguir inversionistas y clientes, pero poco a poco su producto fue siendo adoptado por clubs de hockey y así empezó su crecimiento.

En menos de ocho años esta empresa ya ha instalado más de 1,500 pistas ecológicas en más de 80 países y el año pasado llegaron a conquistar al público mexicano.

Hielo que no es hielo

La tecnología de la compañía no utiliza energía, agua o productos químicos para operar y ofrece una alternativa ecológica y económica al hielo refrigerado. Las pistas están hechas de polímeros con diferentes aditivos como el silicio. Según su cofundador, cuando las personas patinan y la cuchilla corta “el hielo” hay moléculas de la fórmula Glice que se encuentran sueltas y bajan la fricción.

“La sensación de patinaje es mejor y genera menos desgaste en la pista, casi 90% menos que otros productos en el mercado”, explica.

Este material se siente como hielo, parece hielo, pero no es. Las pistas de Glice se conforman con paneles que se juntan y conforman una especie de parque empotrado, no se derriten y tienen una vida útil del mismo de entre 20 y 30 años. Además, de acuerdo con Viktor, después de la mitad de la vida útil se puede darle la vuelta a los paneles (como lo harías con el colchón de tu cama) y obtener una pista completamente nueva.

Cortesía de Glice

En el zócalo capitalino por ejemplo, en comparación con una pista de hielo convencional, la alternativa ecológica de 4 mil metros cuadrados ahorró 185 mil litros de agua, el consumo de energía mensual equivalente al del 4,000 hogares y 95 toneladas de emisiones de CO2 durante la temporada decembrina.

¿Una franquicia?

En cada país al que llega esta compañía busca representantes a los que le ofrecen todas las herramientas necesarias para iniciar el negocio.

“Nosotros le damos las herramientas para lograr el éxito, pero este depende mucho más de la persona que encontramos y del mercado”.

El costo que tiene colocar un sistema de patinaje depende del tamaño de la pista, pero en promedio un tamaño que venden mucho a centros comerciales son 200 metros cuadrados o 20×10. Glice presenta un sistema completo, esto quiere decir que además de la pista ofrece los patines, estanterías para los mismos, una pulidora para limpiar el hielo y un software de gestión.

“El negocio lo podemos montar en dos o tres horas y ya el dueño (franquiciatario) puede empezar a cobrar tickets. Una pista de ese tamaño (200 metros cuadrados) con todo, cuesta alrededor de 108,000 dólares en México (poco más de 203 mil pesos mexicanos al tipo de cambio actual)”.

Glice llegó para quedarse

La pista de hielo del zócalo capitalino de este diciembre pasado, que fue llamada “Ecologisssima” por la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, contó con una superficie de cuatro mil metros cuadrados y una capacidad de servicio para 1,500 personas. Hasta el cuatro de enero estos emprendedores registraron 231,885 patinadores y para el seis de es mismo mes esperan cerrar la jornada decembrina con unos 257,000 usuarios.

Pero si no pudiste probar la pista del zócalo, la empresa ya cuenta con una instalación en el Centro Asturiano de México , la cual fue la primera apuesta de la firma en el país azteca.

Cortesía de Glice

Aunque los mercados más fuertes para Glice se encuentran en países como Estados Unidos, Alemania y Canadá -naciones con grandes culturas de deportes de nieve y hielo-, la visión de estos emprendedores es democratizar este mundo y que tanto pequeños como adultos puedan experimentar el deporte con su tecnología.

“Queremos entrar a todas las ciudades de México. De hecho, desde que llegamos, ha habido mucho interés de centros comerciales, municipios, ciudades y hoteles que quieren invertir en la pista de Glice”, finaliza Viktor.

Emprendedores Medio ambiente Navidad
autor Comunicóloga y Maestra en Narrativa y Producción Audiovisual egresada de la Universidad Panamericana. "Me gusta contar historias" es una frase que digo muy a menudo. Persona con fuertes convicciones de un mundo mejor, lectora.