El desarrollo de una marca personal sólida es esencial para cualquier profesional que busque destacar en un mercado cada vez más competitivo. Es aquí donde la jerarquía de necesidades humanas planteada por Maslow en su célebre pirámide, cobra sentido y brinda un marco de trabajo para construir y fortalecer la marca personal.
Esta adaptación es una interpretación contemporánea para el marketing personal y profesional, por el autor de este artículo.
Abraham Maslow, un psicólogo estadounidense, introdujo su teoría en 1943 en su artículo “A Theory of Human Motivation” (Una teoría de la motivación humana).
La jerarquía de necesidades de Maslow es una representación piramidal que comienza con las necesidades básicas en su base y se eleva hacia necesidades más complejas en su cima.
Las necesidades básicas incluyen requisitos físicos esenciales para la supervivencia, como alimento y refugio. Una vez que estas necesidades se satisfacen, las personas pueden buscar la seguridad, luego el amor y la pertenencia, seguido de la estima y, finalmente, la autorrealización, donde pueden alcanzar su potencial completo.
Tomando como referencia los peldaños de la célebre pirámide de la psicología humanista, desde la perspectiva de la marca personal y el marketing se sigue un enfoque similar, con cinco niveles distintos, cada uno construido sobre la base del anterior:
Maslow hablaba de un nivel básico de supervivencia, que incluye necesidades como comida, agua, refugio y descanso.
En el caso de la marca personal, se enfoca en las necesidades fundamentales para operar profesionalmente. Por ejemplo, la salud, para poder desempeñar nuestras tareas diarias; alimentación, que nos da la energía para ejecutar nuestros planes y acciones; trabajo, que es el medio por el cual ofrecemos nuestros servicios y generamos valor; y dinero, que es parte de la recompensa básica por nuestros servicios y lo que nos permite satisfacer nuestras necesidades primarias.
Una vez satisfechas las necesidades fisiológicas, buscamos seguridad, estabilidad y un entorno predecible.
La seguridad en nuestra marca personal se traduce en establecer una base sólida para nuestra oferta profesional y ser consistentes. Esto incluye lograr un desarrollo profesional constante, asegurar un flujo de ingresos estables, y conquistar determinados logros que sean satisfactorios para nosotros, y a su vez, avalen nuestra competencia. En su conjunto, brindan un sentido de avance y de consistencia en lo que hacemos.
Maslow menciona en este pilar que cualquier ser humano busca pertenecer, ser aceptado y amado. Esto incluye amistades, relaciones y conexiones sociales, aspectos que guardan estrecha relación con las habilidades sociales para la marca personal y el marketing de la profesión o el papel que cada uno desempeñe.
Por ejemplo, es esencial para proyectar nuestra marca crear y cultivar una red de contactos que compartan intereses y valores similares.
Además, el compartir conocimientos y experiencias, la enseñanza y la capacidad de destacar en un campo específico son fundamentales. Esto no solo proporciona satisfacción personal mientras se disfruta del proceso, sino que también nos ayuda a sentirnos valorados y útiles dentro de nuestra comunidad profesional.
Este nivel se centra en el respeto por uno mismo y por parte de los demás, incluyendo logros y méritos.
En cuanto a la marca personal, nuestra autoestima se refleja a través de cómo proyectamos con claridad quiénes somos y qué queremos lograr, la confianza que depositamos en nosotros mismos y la que generamos en los demás, a través de lo que ofrecemos al mercado.
También incluye el reconocimiento por parte de nuestros pares y colegas, y la capacidad de establecer relaciones significativas que reafirmen nuestro valor e identidad profesional.
Este escalón es la cima de la pirámide, donde la persona busca cumplir su potencial y realizar plenamente su ser. Si lo vemos desde la marca personal, en este nivel superior, se busca alcanzar el máximo potencial.
Al hacerlo, muy probablemente hayas encaminado tu vida personal y profesional hacia el propósito de vida, el legado que queremos dejar y la trascendencia más allá de nuestra existencia física. En otras palabras, es la realización de nuestro “yo” ideal a través de nuestra profesión, alcanzando un equilibrio interno entre quien soy (el ser interior), nuestras ambiciones, planes y metas en el plano del hacer, y nuestra realidad diaria de conquistas y resultados en el plano del tener.
A su vez, todo esto lo transmitimos y comunicamos, nos relacionamos y conectamos, y forjamos y estimulamos el progreso individual y de cada persona que forma parte de nuestras comunidades congregadas alrededor de la marca personal.
Al igual que con la pirámide original de Maslow, construir y sostener una marca personal no es un proceso lineal o unidireccional. Es normal moverse hacia adelante y hacia atrás entre los niveles a medida que las circunstancias personales y profesionales cambian.
Tomando los principios de las necesidades humanas, es posible mantener estos cinco niveles en mente, como una guía valiosa para el desarrollo y el fortalecimiento de quienes somos, lo que hacemos y cómo lo ponemos a disposición del público al que nos dirigimos.
