Maizajo es un proyecto que iniciaron Santiago Muñoz y Gerardo Vázquez Lugo en 2016, y al que posteriormente se sumó Daniela Moreno para ayudar a gestionar y darle una estructura financiera a la empresa. Fue pensado para ser un negocio dedicado a la investigación, desarrollo y comercialización de productos elaborados con maíz 100% criollo, utilizando técnicas ancestrales.
En 2016, Santiago trabajaba en el restaurante Nico’s junto a Gerardo, el chef ejecutivo del establecimiento. Juntos se especializaron en la preparación tradicional de tortillas en el restaurante. Fue entonces cuando Santiago se dio cuenta de la diferencia y los beneficios que tiene el comer una tortilla hecha con maíz criollo mexicano nixtamalizado frente a las tortillas convencionales, por lo que descubrió que podía generar un impacto positivo en su comunidad, mientras rendía homenaje a la cultura mexicana y sus raíces. Maizajo representa una práctica ancestral que hoy se combina con la tecnología y las plataformas digitales para dar un salto en el mercado y contribuir aún más en beneficio de su comunidad.
En México, cada vez son más las empresas que nacen con un propósito que va más allá de sólo satisfacer una necesidad o encontrar una oportunidad dentro del mercado. Hoy, las nuevas generaciones buscan romper el “statu quo” y el emprendimiento se ha convertido en su principal medio para lograrlo. La Encuesta de Emprendimiento 2022 de GoDaddy reveló que, en México, el 24% de los emprendedores decidió iniciar un negocio porque tenía una idea en mente y quería hacerla realidad.
Aunque el maíz es considerado uno de los principales orgullos nacionales, los productos derivados del mismo que se comercializan masivamente no siempre conservan la calidad que deberían tener debido a las alteraciones en el proceso de producción. Maizajo nació de la necesidad de llevar tortillas de calidad y otros productos a base de maíz a los hogares mexicanos. Para lograrlo, Santiago, Gerardo y Daniela trabajan con maíz nativo usando la técnica conocida como nixtamalización, la cual existe en México desde la época prehispánica, para ofrecer productos 100% nixtamalizados con cal viva. Este proceso preserva las propiedades de los productos, libres de pesticidas, aditivos, ingredientes artificiales o ” mejoradores”. De igual manera, trabajan de cerca con los agricultores, de quienes adquieren el maíz directamente, lo que garantiza que este sea sembrado y cosechado de forma honesta.
Al principio, Maizajo sólo se dedicaba a la producción y venta de tortillas hechas a mano. Más tarde, Santiago, Gerardo y Daniela decidieron invertir en equipos que les permitieran llevar sus tortillas a restaurantes y a unos cuantos clientes particulares de forma más eficiente. Sin embargo, con el inicio de la pandemia, Maizajo tuvo que reestructurar su modelo de negocio y decidió empezar a vender directamente a las casas. Por lo tanto, les resultó evidente que era el momento de invertir en herramientas digitales y fue así como la digitalización fue la clave para iniciar su estrategia de crecimiento.
Una de las primeras cosas que hizo Santiago al fundar Maizajo en el 2016, fue adquirir el nombre de dominio del proyecto en www.GoDaddy.com. Si bien Santiago no lanzó el negocio en línea inmediatamente, fue sentando las bases para cuando decidiera que era el momento de hacerlo al asegurar el nombre de Maizajo en Internet: www.maizajo.com. Asimismo, a su llegada, Daniela le propuso adquirir un correo electrónico personalizado para así poder dar mayor confianza a los clientes, profesionalizar la empresa y poder realizar campañas de marketing digital.
Posteriormente, diseñaron un sitio web a la medida de la empresa, que representa de forma fiel a la marca y refleja su verdadera esencia. En el se encuentra descrita la historia de Maizajo, lo que hacen, cómo trabajan, información de contacto y los detalles de cómo se pueden adquirir sus productos. Junto con esto, el equipo de Maizajo lanzó la tienda en línea de la marca, convirtiendo su sitio web en un importante canal de ventas.
Al lanzar su sitio web, la seguridad fue una de las principales preocupaciones de Daniela y Santiago debido a que “constantemente escuchábamos que los sitios web de otras pequeñas empresas eran víctimas de ciberataques”.
De acuerdo con la Encuesta de Emprendimiento 2022 de GoDaddy, sólo el 24% de los emprendedores encuestados en México reportó que actualmente protege su negocio en línea. Por ello, desde el principio, implementaron un paquete de seguridad de GoDaddy con escaneo continuo de malware, un firewall y un certificado SSL que les permite proteger su negocio en línea. Posteriormente, decidieron reforzar la seguridad del sitio integrando una protección DDoS, copias de seguridad del sitio web, y limpieza y mantenimiento constantes del mismo. Santiago y Daniela consideran valioso el hecho de que existan herramientas “todo en uno” que atiendan las necesidades y preocupaciones de los pequeños negocios y los emprendedores locales.
Maizajo también encontró el espacio ideal para comunicar la forma en que impactan a su comunidad. Para lograrlo, su sitio web muestra contenidos e información que se actualizan constantemente y se convierte en el medio principal para contar su historia. Además, aprovechan el SEO (Search Engine Optimization) y otras herramientas de marketing digital que los ayuda a potenciar su presencia en línea. En palabras de Daniela, “los clientes quieren ver lo que haces, en ese sentido, la digitalización te permite tener más alcance”.
Actualmente, el sitio web de Maizajo está en perfecta armonía con sus redes sociales, con más de 28 mil seguidores en Instagram y más de 13 mil en Facebook. El uso de estas plataformas ha ayudado a Maizajo a crear su propia comunidad y a interactuar estrechamente con los clientes, así como a dirigir el tráfico a su tienda en línea y a otros canales para poder vender sus productos.
“Queremos decirle a los emprendedores y a los propietarios de pequeños negocios que el tener una sólida presencia en Internet ayuda a que la gente te encuentre; contar con un sitio web es lo mínimo que se necesita. Hoy en día, nos apoyamos en los medios digitales para poder llegar a más gente, hacernos notar y ser más profesionales”, señaló Santiago. Maizajo es el ejemplo perfecto de que, sin importar el giro del negocio o lo tradicional o moderno que sea, las herramientas digitales adecuadas pueden ayudar a llevar cualquier idea al siguiente nivel.
Para Santiago, la filosofía de la empresa está clara: “Sin el productor, Maizajo no existe”. De este modo, la base social de esta empresa es valorar a cada uno de los miembros que intervienen en la cadena de suministro, la cual comienza con el productor y termina en la mesa de los consumidores y comensales. Del mismo modo, los empleados son una parte fundamental de la familia Maizajo, “queremos que el dinero que entra se pague correctamente”, añadió Santiago.
Santiago y Daniela también creen en la importancia de la sostenibilidad y el fomento de las buenas prácticas en la producción de maíz. Para ello, uno de sus principales aliados es el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), que con la ayuda de sus ingenieros proporciona conocimientos y habilidades a los agricultores para mejorar la siembra y cosecha del maíz nativo. Por lo tanto, el compromiso de los productores es fundamental para conservar las bondades del campo mexicano.
Otra parte que distingue el espíritu y compromiso social de la empresa son sus talleres gratuitos “Maizajo en la Escuela”, impartidos en escuelas primarias con fines educativos. Estos talleres son creados para generar conciencia en torno al maíz mexicano y las personas que se encargan de cultivarlo. “Con esto buscamos que los niños aprendan a hacer tortillas, conozcan la tradición del nixtamal y experimenten el sabor de una tortilla bien hecha”, explicó Daniela. Además, ofrecen talleres y formación continua a particulares, propietarios de tortillerías, al personal de los restaurantes que compran sus productos, a la par que colaboran con colegios de gastronomía.
Cada emprendimiento es único y todas las historias que hay detrás son las que hacen que este cobre vida. Más allá del objetivo de preservar la cultura del maíz, la esencia de Maizajo radica en el amor que Santiago, Gerardo y Daniela sienten por el maíz mexicano, sus raíces mexicanas y su comunidad. “Quería ayudar a la gente e involucrarme en un proyecto que impactara de forma positiva al país, y esta oportunidad la encontré en Maizajo”, señaló Daniela. La historia de éxito de Maizajo debe ser vista como un ejemplo que inspire a más personas y emprendedores a creer en las virtudes autóctonas que distinguen a México del resto del mundo. “Quiero cambiar a México a través de este proyecto. Esto es lo que he aprendido y es la forma que me permite ayudar a preservar y honrar nuestra riqueza y legado cultural”, concluyó Santiago.
