Chiara Corazza es una de las principales impulsoras del empoderamiento femenino . Desde 2017 es CEO del Women’s Forum for the Economy and Society , la plataforma internacional que busca detonar la transformación de las sociedades y lograr que las mujeres tengan la capacidad de esgrimirse, elegir e ir por lo que merecen.
Con sede en París, pero con influencia global, el foro fundado en 2005 reúne en diferentes actividades a los líderes, hombres y mujeres más destacados de todo el mundo tendiendo puentes entre generaciones, países y culturas.
Chiara, quien fuera condecorada como Chevelier de la Legion de Honor por Christine Lagarde en 2009, es una creyente del feminismo inclusivo, tolerante y abierto. Explica que de lo que se trata es de empezar a igualar las cosas. “No se trata de estar por ser mujer, sino de estar porque soy una mujer competente y capaz de hacer, porque aporto valor a lo que hace un hombre y no soy sólo competencia”.
¿Cómo debe ser el feminismo moderno?
Chiara Corazza (CC): Debemos cuidar cómo se interpreta el término porque puede ser contraproducente si se utiliza de manera demasiado reivindicativa. Estamos ante un cambio del mundo increíble. El 60% de los puestos de trabajo se van a transformar totalmente en los próximos tres o cinco años y la manera de trabajar va a ser completamente distinta. La persona humana va a cobrar más relevancia a la hora de hacer negocios, lo vemos con los millenialls y la manera en que eligen las empresas para trabajar y para consumir. El feminismo moderno se trata de inclusión y su verdadera victoria es la libertad de elección. En el mundo hay 224 millones de mujeres en la cadena de suministro que son propietarias de su empresa, es decir, del 35% del total, pero sólo el 1% participa de las licitaciones a nivel global. El bajo porcentaje no es sólo porque no crean ser capaces, es porque ellas no saben ser corruptas. Las mujeres tenemos una manera más ética de trabajar, claro que queremos hacer dinero y carrera, pero también invertimos más en educación, infraestructura y eso es muy importante porque puede transformar la sociedad al crear un círculo virtuoso positivo para todos.
¿Cómo incrementar el acceso al financiamiento femenino?
CC: En un 85% las mujeres son las más beneficiadas con el microcrédito porque son las que mejor restituyen el dinero. Esto también se puede escalar a nivel de pequeña y mediana empresa y hacer que los bancos le den la confianza a la mujer para poder financiar su propia actividad. Por ejemplo en Francia Marie-Claire Capobianco, la única mujer en el comité ejecutivo del banco BNP Paribas creó un fondo de 2 millones de euros para el emprendimiento femenino en Francia, ¿por qué no replicarlo? Son acciones concretas que se pueden hacer.
Todavía hay una brecha muy grande en cuanto a salarios y posiciones directivas en la que la mujer solo ocupa el 2% de ellas, ¿cómo acortarla?
CC: Sabemos que por la misma hora trabajada a la mujer se le paga 37% menos y que además no se toma en cuenta mucho del trabajo doméstico, que se necesitarían 200 años para resolver estas brechas, pero hay cosas que se pueden hacer. En Francia por ejemplo, hay una ley de igualdad salarial y ahora solamente hay un 9% de diferencia, pero es el gobierno quien se asegura que las empresas declaren públicamente cuánto ganan ellos y ellas. Muchas veces los CEO nos dicen que no lo sabían y que se actuó de buena fe. Tenemos que romper el silencio con datos y transparencia, porque si tu empresa te paga menos por ser mujer, los clientes y otros empleados van a ir a trabajar en otra empresa, lo que repercutirá en la imagen de tu empresa y en todos los aspectos de ella. En cuanto a las posiciones directivas, se tienen que poner cuotas. Es la única manera de acceder al poder, porque si tenemos 40% de participación pero todas son secretarias no estás ayudando. Más allá de las cuotas, la mujer también debe prepararse para los consejos. Somos muy dedicadas cuando ocupamos una posición. Trabajamos mucho y conocemos muy bien los proyectos, tanto, que incluso obligamos a los hombres a trabajar más. Ahora en Francia hay 42.7% de mujeres en los consejos, detrás hay 26 años de trabajo.
¿Cómo debe ser la líder de hoy y cómo incrementar su participación en las áreas STEM?
CC: Las mujeres STEM (ciencia, tecnología ingeniería y matemáticas por las siglas en inglés de Science, Technology, Engineering and Mathematics) son la llave. Tenemos que tenerlas donde puedan ser actores de transformación. Ahora los números son catastrófico ya que sólo representan un 28%. Sin embargo, en Irán son el 70% porque es la única manera en la que pueden despegar. Lo primero a hacer es educarlas desde pequeñas para que sepan que tienen la misma capacidad que los hombres de hacer matemáticas, química y ciencias. En esto, los primeros a convencer son los padres. Que reconozcan que si su hija estudia en las materias STEM va a tener un empleo. En Estados Unidos hay disponibles 1.4 millones en el área digital y en Europa 900,000. Además, ese empleo va a ser bien pagado porque es un talento que se requiere. Adicionalmente tendrá autoridad, poder, reconocimiento y confianza y hacerles ver que si quiere hacer algo útil y con impacto social positivo tiene que hacer ciencia. Podría estar resolviendo el problema del cáncer por ejemplo. Empezamos en Europa y lo vamos escalando al mundo.
