La artista a la que le ‘clonaron’ su idea para crear a los Cabbage Patch Kids
Estas muñecas que marcaron a toda una generación, surgieron como un producto 100% artesanal por lo que, en sus inicios, no había una igual a las demás.
Las Cabbage Patch Kids que gozaron de un rotundo éxito en los años 80 y 90, desencadenaron una batalla legal entre Martha Nelson Thomas y Xavier Roberts por los derechos intelectuales, pues uno de estos dos personajes se adueñó, replicó y comercializó las muñecas creadas por el otro.
Muñecas Cabbage Patch: historia de su creación
A principios de los años 70, la artista de Kentucky, Martha Nelson Thomas, comenzó a confeccionar unas muñecas especiales para celebrar el amor que sentía por los juguetes y su deseo de ver felices a los más pequeños del hogar. Se trataba de las famosas Cabbage Patch, un producto 100% artesanal que dotaba a cada ejemplar de rasgos, complexión, cabello, color de ojos distintos al resto por lo que no había una igual a las demás.
Para su creadora, las muñecas Cabbage Patch eran un integrante más de la familia, por lo que su estrategia de ventas consistía en darlas en “adopción”. A cada comprador le entregaba un certificado que contenía el nombre, gustos y otras características del nuevo miembro del hogar.
Para evitar que perdieran su valor emocional y el detalle artesanal detrás de ellas, Martha se rehusaba a producirlas a gran escala, por lo que únicamente asistía a ferias locales para venderlas. Fue ahí en donde conoció a Xavier Roberts, que más tarde se convertiría en un dolor de cabeza para la artista.
La copia que llevó a las Cabbage Patch Kids a triunfar
Roberts, dueño de una tienda de regalos en Georgia, mostró un gran interés en estas muñecas y se convirtió en un asiduo comprador, lo que Thomas no sabía en ese momento pero que descubriría posteriormente, es que el hombre las revendía a costos mucho más elevados, así que decidió no proveerle más productos.
Ante la negativa de Martha de venderle más Cabbage Patch Kids, Xavier tomó cartas en el asunto: las clonó y comenzó a producirlas y distribuirlas al por mayor. Al igual que las originales, éstas contaban con un certificado de adopción, pero esta versión copia tenía la peculiaridad de que cada muñeca estaba marcada con la firma del creador impresa en el trasero.
De los años 80 a los 90, las Cabbage Patch Kids se posicionaron como uno de los juguetes para niñas más populares en esa época, y debido a su éxito, incluso tuvieron una película navideña en 1984.
El lore de los Cabbage Patch Kids
Parte del éxito de estas muñecas se debió al gran mito que el empresario y su socio, Roger L. Schlaifer, crearon a su alrededor. La leyenda aseguraba que las Cabbage Patch fueron producto de unas criaturas voladoras llamadas BunnyBees, quienes esparcieron cristales mágicos sobre un huerto de coles. Esto dio como resultado que cuando los bebés estaban completamente “cocidos”, salían del interior del vegetal.
Era el tal el furor por estos juguetes, que se creó el Baby Land General Hospital en Georgia, una experiencia en la que las niñas y niños que asistían podían observar todo el proceso del nacimiento. Y aunque las ventas y el éxito de las Cabbage Patch Kids iban en ascenso, su creadora no veía un solo beneficio de ello.
Asesorada por amigos, Martha comenzó un proceso legal contra Roberts para defender los derechos intelectuales de su muñeca. Se asegura que ambas partes llegaron a un acuerdo sobre la mesa en el que el empresario tuvo que pagar por los derechos de autor.
La demanda de propiedad intelectual contra Roberts
Según el sitio 80’s Kids, el 29 de enero de 1980, Martha presentó una demanda de propiedad intelectual contra Roberts, alegando que le había robado la idea. Paula Osborne, presidenta de la empresa que obtuvo la licencia y produjo Cabbage Patch Dolls, menospreció el reclamo de derechos de autor de Thomas.
“Él fue el primero en crear esta apariencia única”, explicó. “No es una copia de la de Martha Nelson”.
Sin embargo, en su testimonio, Roberts admitió ante su abogado que se “inspiró” en las muñecas de Thomas: “Así que me senté a hacerlas. Intentamos copiarlas. Seguimos experimentando con las de Martha”.
En 1982, un juez dictaminó que Roberts no había hecho nada malo. Si bien él había tomado prestado las ideas de Martha, ella nunca presentó los derechos de autor de sus Doll Babies, lo que significa que técnicamente no se produjo ninguna infracción.
Sin embargo, todavía estaba abierta la reclamación de Thomas de competencia desleal. Después de seis agotadores años de acciones legales, finalmente resolvió el caso fuera de los tribunales y recibió un pago no revelado.
Ya operando con legalidad, Roberts siguió comercializando las muñecas, se estima vendió más de 20 millones de “bebés” lo que equivalía a aproximadamente 1.2 mil millones de dólares.
La polémica de las Cabbage Patch Kids
La batalla legal por los derechos de autor no ha sido el único escándalo que ha envuelto a las Cabbage Patch Kids, pues en 1981 Roberts tuvo que cambiar el nombre a sus muñecas, a las que inicialmente había llamado “The Little People”, pero del cual Fisher-Price era dueño por su línea de juguetes “Little People”.
Por otro lado, en 1996 salieron a la venta las Cabbage Patch Snacktime Kids, una edición en la que la muñeca simulaba comer debido a un mecanismo interno en el que un motor hacía que los “alimentos” fueran desapareciendo poco a poco. Pero a solo unas semanas de su lanzamiento, estas fueron retiradas del mercado debido a los problemas de seguridad que representaron, ya que varios pequeños tuvieron lesiones en dedos o cabello producto de ese sistema para “comer”.
En la actualidad, a pesar de que las Cabbage Patch continúan a la venta a través de diferentes plataformas como Amazon, Mercado Libre, Ebay y más, su relevancia disminuyó considerablemente, aun así, hay varios aficionados que han dedicado años a crear grandes colecciones de estas muñecas.