Un narcisista en niveles jerárquicos puede llevar a la innovación. Sin embargo, también son individuos que solo buscan adulación.
¿Es bueno o malo tener un jefe narcisista?
Estoy convencido que los líderes exitosos destacan por contar con más de una cualidad. Tienden a ser hombres y mujeres sumamente inteligentes, innovadores y por supuesto, carismáticos. Sin embargo, aun cuando un líder se distingue por todos estos aspectos, al mismo tiempo, podría tratarse de una persona narcisista, un término que puede llevarnos a pensar negativamente. Pero ¿de verdad los liderazgos narcisistas representan un problema (u obstáculo) para toda organización?
De acuerdo con Sigmund Freud (1856-1939), los líderes narcisistas son individuos independientes, es difícil sorprenderlos y tienen una gran capacidad de innovación, al grado de llevar los negocios a su punto más alto; sin embargo, también tienen un lado B: pueden ser personas con tendencias agresivas y una fijación por obtener la admiración de los demás; son individuos enamorados de sí mismos, nada empáticos y se sienten emocionalmente aislados; son desconfiados y caen en una continua búsqueda de enemigos, a veces hasta llegar a la paranoia.
Considero que una descripción así provoca pensar que tal personalidad representa un auténtico dilema para la organización, ya que si bien presenta características invaluables para toda empresa, también revela actitudes de riesgo e inapropiadas para los cánones internos de una corporación.
Veamos:
Los dos rostros del jefe nacisista
Michael Maccoby publicó un artículo titulado Líderes narcisistas: los increíbles pros, los inevitables contras. En él establece que hay dos tipos de líderes narcisistas: los productivos, capaces de controlar su lado B; y los contraproductivos, aquellos que en absoluto conocen límites.
Narcisismo productivo
Quienes se distinguen por su narcisismo productivo siempre están dispuestos a tomar riesgos. Son carismáticos y visionarios, características que les permiten aprovechar sus fortalezas en todo momento, mientras templan sus debilidades.
Narcisismo contraproductivo
Cuando se trata de un narcisismo contraproductivo, los factores positivos se ven opacados por los actos no admirados. Es decir, poca o nula empatía, un muy bajo nivel de tolerancia, o la renuencia a aceptar sus errores.
Sus fortalezas, debilidades y riesgos
Para comprender el perfil de un líder narcisista, es imprescindible identificar sus mayores cualidades y de qué forma optimizan su desempeño laboral.
Gran visión
Si hay algo que caracteriza a los líderes narcisistas es su percepción del mundo. Frente a un desafío o problema no se plantean preguntas interminables. Al contrario, reconocen que hay cosas que nadie vio y sencillamente se preguntan “¿por qué no?” De inmediato exploran las áreas de oportunidad para entender y acceder al futuro, sin quedarse en la línea preestablecida.
Decenas de seguidores
Pueden presumir de un gran magnetismo, un poder de seducción a través del lenguaje y el don para entusiasmar a la gente, tanto como para llevar a las audiencias precisamente a donde ellos quieren tenerla.
Sin embargo, es justo aquí, cuando se corre el riesgo de caer en el narcisismo contraproductivo, porque el líder narcisista se alimenta de la admiración de sus seguidores y da pie a comportamientos laborales inesperados, no deseados dentro de la organización, en dos formas:
Primero, las críticas le crean inseguridad y una sensación de paranoia que daña gravemente su necesidad de sentirse importante; en respuesta, el líder narcisista adopta una actitud defensiva, se justifica y aún llega a mostrarse agresivo.
Segundo, si el número de seguidores se incrementa, la sensación de ser invencible e intocable transforma la personalidad del líder narcisista hasta el punto de rechazar ideas y consejos de otros, o peor aún, llegar a cometer algún tipo de comportamiento inapropiado.
Así, quien consigue seducir a los demás gracias a su liderazgo, revela también las debilidades de un individuo narcisista con acciones que, sin duda, son atributos de un mal jefe o colaborador que, finalmente, representa un riesgo para la buena marcha de la empresa.
¿Cómo es posible identificar a los líderes narcisistas?
Hay tres características que los hacen visibles, y frente a ello es indispensable estar atentos:
Su sensibilidad a la crítica y dificultades para escuchar
A los narcisistas los lastima la crítica, hiere su autoestima y confianza, por ello evitan escuchar a los demás y difícilmente toleran a quienes dudan de su capacidad; cualquier opinión es inútil, cierran ojos y oídos porque sólo las ideas del líder tienen valor.
No sienten empatía
El amor propio del narcisista es tal que no ve más allá de sí mismo, ni le interesa hacerlo, y por ello, a pesar de su carisma, es fácil que la gente los cuestione, los rechace y aun los odie; llegan a ser tan desagradables que fingen una empatía sólo frente a quienes para sus fines pueden ser de utilidad.
Aman competir
La competencia por el éxito laboral sólo tiene un sentido para el líder narcisista, es decir, no hay más alternativa que ganar, cada momento es una oportunidad para demostrar sus capacidades y habilidades; sin embargo, esto es peligroso porque cuando corre el riesgo de perder, aparecen comportamientos contraproducentes, como apropiarse de créditos ajenos o defraudar a la organización, indicios claros de que ha sido traicionado por su propio ego. Un líder narcisista, si se siente acorralado, va a recurrir a actos impropios, olvidará sus principios y siempre tratará de justificar sus descuidos o errores, por muy costosos que resulten.
¿Hay luz al final del túnel?
De acuerdo con el artículo Manejando grandes egos, de Isayahu Horowitz y Saul Fine, hay formas de detectar un tipo de personalidad tóxica y convertirla en una que cumpla con los niveles productivos esperados, con base en diferentes estrategias:
En el proceso de contratación
Se sugiere aplicar evaluaciones de ética e integridad laboral, así será factible medir el nivel de riesgo, comportamientos y eventuales delitos laborales del candidato. Por supuesto, es de vital importancia que, de forma periódica, se evalúe el desempeño de los colaboradores, para detectar y neutralizar cualquier anomalía que se derive con el paso del tiempo.
Cultura organizacional
Se recomienda fomentar iniciativas internas que propicien la cultura de la ética laboral, el respeto e integridad en los equipos de trabajo, además de establecer un código de valores que, en caso de infringirse alguna norma, establezca sanciones y límites para no perder ni la credibilidad ni el control de la organización.
Demostrar apreciación
Reconocer a los buenos colaboradores siempre será indispensable para las empresas, pero además de destacar los logros, brindar incentivos y obtener una pertinente retroalimentación, es necesario que realicen encuestas de salida a quienes se van, porque todo ello hace posible conocer y corregir las fallas internas e identificar la causa de la renuncia de mujeres y hombres valiosos, o inclusive si se cometió alguna infracción no detectada.
Para concluir
Creo que toda corporación está obligada a reconocer si tiene en su plantilla laboral a un colaborador narcisista, sea líder o no, porque su presencia habrá de incidir en el éxito empresarial, o será un riesgo para la organización; identificar a tiempo el tipo de narcisismo al que se enfrenta la organización y cómo lleva a cabo las gestiones para su manejo, resulta esencial. Por ello es importante instrumentar un proceso de contratación óptimo, es decir, que se realicen evaluaciones eficaces y se trabaje en estrategias de cultura y motivación laboral, además de mantener una comunicación interna activa.