Con el trabajo en casa debido a la pandemia y el hecho de no querer pasar tanto tiempo sentados en una oficina, los escritorios de pie se volvieron a poner de moda por los beneficios para la salud que proclaman las empresas que los fabrican y los venden.
Algunas de estos beneficios que se cree que tienen los escritorios de pie son pérdida de peso, disminución del dolor de espalda, beneficios para la salud mental, disminución del azúcar en sangre, reducción en el colesterol y mayor expectativa de vida.
Pero ¿son reales estos beneficios o es pura mercadotecnia? Expertos del Hospital Houston Methodist nos explican qué beneficios de los escritorios de pie son reales y cuáles no.
Usar un escritorio de pie sí nos puede ayudar a reducir el dolor de espalda y el dolor de cuello.
Al estar sentado todo el día es muy fácil encorvarse, inclinarse y, en general, deslizarse hacia algunas posturas con los hombros encorvados, un cuello estirado hacia adelante y músculos abdominales inactivos. Además, el estar sentado todo el tiempo reduce la circulación sanguínea en las piernas, lo que ejerce presión sobre los músculos isquiotibiales y cuádriceps.
Por otro lado, el estar de pie en lugar de sentado, hace que sea mucho más fácil mantener la columna en una alineación normal, lo que significa que tus músculos no tienen que trabajar tan duro. Por ejemplo, estar de pie compromete los músculos abdominales de forma más natural, lo que da como resultado una columna vertebral correctamente alineada y un uso óptimo de los músculos de la espalda y el cuello.
Un escritorio de pie no te ayudará a perder peso porque no resulta en un gasto de calorías adicional, pues sólo gastas alrededor de 88 calorías por hora frente a 80 calorías por hora sentado. Según indican los especialistas del Hospital Houston Methodist, esta diferencia calórica no es significativa para que contribuya a los objetivos de pérdida de peso o mantenimiento de peso que se puedan tener.
Estar sentados más de 8 horas al día se convierte es un factor de riesgo para una variedad de afecciones crónicas de salud como:
Por eso, más que tener un escritorio de pie y esperar que por sí mismo signifique un cambio, es necesario moverse más y alternar sentarse y pararse durante el día, tomar descansos breves pero frecuentes, levantarte y sacudir un poco el sedentarismo de tu escritorio tradicional.
