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La renuncia silenciosa es un término que ha ganado popularidad en los últimos años y describe el momento en que un empleado decide limitar su esfuerzo para cumplir únicamente con las tareas mínimas de su puesto, dejando de lado el compromiso y la proactividad. Aunque no implica dejar el trabajo, es una forma de desconexión que refleja problemas profundos en el ámbito laboral, pero, ¿qué lleva a los empleados a optar por esta estrategia? ¿Qué papel desempeñan las condiciones laborales y la cultura organizacional?
El término renuncia silenciosa (quiet quitting) se popularizó en 2022 en las redes sociales, por el TikTok donde un usuario llamado Zaid Khan, ingeniero de 24 años, donde explicaba el concepto. Dijo que este significa “no ir más allá de lo mínimo requerido en el trabajo” y establecer límites saludables en la vida laboral.
Ante el panorama, la empresa de recursos humanos, Randstad dice que “para entender mejor este fenómeno es necesario conocer las situaciones que lo han desencadenado. (…) la pandemia provocada por el Covid-19 ha supuesto un antes y un después para el mundo del trabajo y la fuerza laboral”. De esta manera, en su estudio Randstad Employer Brand Research 2023 señala que sólo el 62% de las personas cree que su empresa le brinda las oportunidades adecuadas para su desarrollo.
Algunas razones detrás de la renuncia silenciosa:
Cuando los empleados sienten que sus esfuerzos no son valorados, es natural que pierdan el interés por dar más de lo necesario. Un salario estancado, ausencia de retroalimentación positiva o falta de oportunidades de crecimiento acrecientan este sentimiento.
Muchas personas están al borde del agotamiento en sus trabajos. La falta de equilibrio entre la vida personal y laboral contribuye a que los empleados se desconecten emocionalmente de sus responsabilidades.
Trabajar en una empresa cuyos valores no coinciden con los propios puede generar desmotivación. Por ejemplo, empresas que priorizan las ganancias por encima del bienestar de sus colaboradores suelen enfrentar mayores tasas de descontento.
La falta de liderazgo efectivo, la presencia de favoritismos o conflictos sin resolver en el equipo son factores que afectan el compromiso de los empleados.
Los empleados buscan un propósito más allá de cumplir horarios. Si el trabajo carece de significado o no contribuye a sus metas personales o profesionales, es probable que reduzcan su esfuerzo al mínimo.
Celebrar los logros, por pequeños que sean, ayuda a los empleados a sentirse valorados. Esto puede incluir programas de incentivos, palabras de agradecimiento públicas o promociones basadas en méritos.
Implementar políticas de flexibilidad laboral, como días de trabajo remoto, licencias por bienestar o programas de salud mental, puede marcar una gran diferencia.
Crear canales de comunicación efectiva para recibir retroalimentación y demostrar que las preocupaciones de los empleados son atendidas fomenta la confianza y la participación.
Ofrecer capacitaciones, mentorías y planes de carrera demuestra que la empresa está interesada en el crecimiento de sus colaboradores.
Revisar los valores y prácticas de la empresa para asegurarse de que están alineados con los intereses de los empleados ayudará a prevenir desconexiones.
Reflexiona sobre lo que esperas de tu carrera y si tu empleo actual te lo está ofreciendo. Hablar con un mentor o coach puede ayudarte a tomar decisiones más claras.
Habla con tu líder inmediato sobre lo que te está afectando. Muchas veces, los problemas pueden resolverse con una conversación sincera.
Si sientes que estás dando más de lo que puedes manejar, aprende a decir no o a delegar cuando sea necesario.
Encuentra maneras de conectar tu trabajo con tus metas personales o profesionales. Si esto no es posible, tal vez sea momento de explorar otras oportunidades.
Antes de optar por una renuncia silenciosa, intenta buscar soluciones. Renunciar emocionalmente puede afectar no solo tu desempeño, sino también tus futuras oportunidades laborales.
La renuncia silenciosa no es un problema exclusivo de los empleados; es un síntoma de una relación laboral deteriorada. Tanto empleadores como empleados deben trabajar en conjunto para construir un entorno donde todos se sientan valorados y motivados.
Al final del día, la productividad sostenible nace de un equipo comprometido, saludable y alineado con los valores de la organización. Es importante reflexionar sobre cómo la empresa o carrera pueden adaptarse a los cambios que demanda el mundo laboral actual y sobre todo sentirse bien con las decisiones que se tomen. ¿Estás listo para construir un entorno más inclusivo y productivo?