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¿Eres víctima del estrés? Este modelo de pensamiento puede salvarte

Los emprendedores, no tienen mecanismos sencillos para desahogarse, para buscar ayuda. Son las víctimas perfectas del estrés.

¿Cómo manejas tu estrés?
¿Cómo manejas tu estrés? © Depositphotos.com

Los emprendedores son los amos del manejo del estrés, pero también las víctimas perfectas.

Suelen cargar en cierta soledad los más pesados retos de su organización: la excelencia del producto o servicio, la búsqueda del cliente, el cierre de la venta, el pago de la nómina, de las deudas, y siempre están buscando cómo ser los mejores del mercado.

Las víctimas perfectas del estrés

En sus negocios han depositado sus propósitos de vida, aquello que desde su punto de vista los hará trascender; todo eso en lo que han apostado sus habilidades y sueños. Puede tratarse de solucionar un problema en su comunidad, en un sector o aliviar las necesidades de un tipo de consumidor, pero también resolver algunos de los más grandes retos que enfrenta la humanidad.

Pueden ofrecer una solución de transporte en el barrio, digamos una moto taxi, hasta llevar de vacaciones al hombre a la luna; de vender libros en un pequeño puesto, hasta distribuirlos desde una página web, de forma masiva y robotizada, a cualquier parte del mundo.

Cuando fracasan, el emprendedor, la emprendedora, suele perder mucho dinero, junto con sus sueños. Ellos y ellas ponen en sus empresas todo aquello que hace que su vida valga la pena.

Pero su preocupación la porta en silencio, con absoluta discreción, pues de su imagen depende su éxito.

No existe una mujer ni hombre de negocios si no son reflejo vivo del éxito. Así que si les va mal, lo guardan en su corazón.

Viven con ese tabú. No pueden contar a cualquiera sus verdaderos problemas financieros o un simple reclamo de un cliente, pues su reputación se puede ir por los suelos.

¿Qué podemos decir de la familia? No hay que preocuparla, no hay que decirle que en el proyecto está en juego todo el patrimonio.

Las emprendedoras, los emprendedores, no tienen mecanismos sencillos para desahogarse, para buscar ayuda. Corren un alto riesgo de quedar solos e indefensos ante el estrés. Son las víctimas perfectas de esta tensión emocional.

Mantenerse positivos

La psicología positiva puede ser una gran herramienta para estos héroes y heroínas.

Uno de los pioneros más representativos de esta nueva disciplina, Martin Seligman, se puso a estudiar el reverso de los trastornos mentales.

Él es un reconocido investigador que describió males relacionados con la depresión, pero un día se dio cuenta de que también se podía preguntar qué condiciones son las que provocan la felicidad, qué hace al hombre más satisfecho con su vida o que hace que su día resulte una experiencia placentera.

En sus investigaciones, junto con muchos otros colegas, encontró respuestas, medibles y comprobables empíricamente, y los resultados de aplicar estos conocimientos de manera práctica en la vida cotidiana han sido sorprendentes, tanto a nivel personal, como para las organizaciones.

Si replicamos esas condiciones o experiencias que hacen feliz a la gente en cualquier parte del mundo, podemos alcanzar la felicidad.

Modelo PERMA

Con esa idea creó su modelo PERMA (siglas del inglés) que puede ser aprovechado por cualquier persona, pero nos enfocaremos a explicarlo desde la perspectiva de quienes dirigen o tienen una empresa.

Según Seligman, para que una vida sea placentera debe tener cinco ingredientes o condiciones.

  • Positividad, experimentar emociones positivas y gozo por la vida.
  • Engagement o compromiso, estar comprometido con lo que hacemos.
  • Relaciones positivas, relacionarnos con quienes nos impulsan y apoyan.
  • Meaning, abrazar un propósito o aquello que le da significado a nuestra vida.
  • Accomplishment o sentido del logro, sabernos capaces de lograr lo que nos proponemos.

Si los observamos con detenimiento, cada elemento tiene valor por sí mismo y diferente de los otros cuatro. Cultivar cada uno de ellos nos llevará a mayor bienestar. Sin embargo, para los hombres de empresas algunos tienen más peso que otros.

Por ejemplo, y como ya lo comentábamos de alguna manera, el sentido del logro es muy importante para los hombres y mujeres de empresa. Sin embargo, no deben dejar de cultivar los otros cuatro elementos.

¿Cómo podemos cultivarlos? Veamos cada uno de ellos.

Positividad

Experimentar emociones y pensamientos positivos es algo que nunca debemos dejar de pasar por alto. Por malos que sean los resultados en la organización, debemos considerar todas las cosas buenas que sí tenemos.

¿Cómo podemos lograrlo? Haciendo cosas que nos divierten, que nos generan optimismo, esperanza; aquellas que nos hacen sentir generosos o nos generan orgullo. Qué tal practicar tu hobby favorito, acudir a ayudar a alguien, meditar u orar, si profesas algún credo o religión. Incluye algo de esto en tu rutina y notarás un cambio en tu estado de ánimo. Enlistar todas las cosas buenas que te sucedieron al final del día es un gran hábito.

Compromiso

Esto es uno de los elementos en que poco tengo que decirles a los emprendedores o emprendedoras. Ellos son de los más comprometidos con lo que hacen, al punto que pueden sacrificar otros hábitos positivos. Cuando estamos comprometidos con lo que hacemos, no vamos a disgusto a nuestro centro de trabajo, ni siquiera sentimos que trabajamos, así viven los empresarios y si no es así, es momento de reflexionar sobre lo que estamos haciendo.

También debo recordarles que por más comprometidos que estén, no deben descuidar los otros cinco elementos del modelo PERMA de Seligman.

Relaciones positivas

Estas son fundamentales para cualquier emprendedor, emprendedora. Muchas veces se relacionan con potenciales clientes, con empresarios de los que pueden aprender o con quienes pueden hacer mejores negocios, pero no siempre nos hacen sentir mejor. Debemos tener bien identificadas esa red de amigos que saben alegrarse con nuestros logros, que no nos van a juzgar por lo que les platicamos y que nos van a dar un buen consejo si se los pedimos. Hay que saber diferenciar las networking de la red de amigos, y aprovecharlas.

Propósito

Tal vez este es el más importante de todos los elementos que eligió Seligman (o es el que más me apasiona). Cuando la persona le da sentido a su vida, cuando sabe hacia dónde camina, las vicisitudes son más fáciles de superar. Se pueden hacer con gusto cosas que no nos agradan porque sabemos que con ello vamos a alcanzar nuestro propósito. El empresario casi siempre tiene ligado su propósito de vida a su proyecto de negocio. Por eso decimos que la felicidad del emprendedor está muy comprometida con los resultados. Sin embargo, el propósito nos dará mejores satisfacciones entre mayor sea el bien que busque. No es malo pensar en hacerse rico, pero si nos hacemos ricos multiplicando el bien para los demás, produce mayor felicidad.

Sentido del logro

Es sabernos capaces de lograr lo que nos proponemos. Aquí también, como decíamos, el empresario suele arriesgar más bienestar en relación con otras personas, pues su proyecto de vida está más relacionado con su proyecto de negocios. Así que en los tiempos de crisis, su felicidad personal puede verse afectada. Él ha hecho todo lo que dicta el librito, pero la realidad es cruel: un virus, una crisis internacional, sectorial; un mal gobierno, el error de un colaborador. Muchas veces las causas son externas, pero las sufren como si fueran ellos mismos. Sin embargo, aquí la recomendación es mirar los pequeños logros, esos pequeños pasos que nos hacen avanzar hacia las grandes metas, y procurar siempre que estas sean, si bien ambiciosas, también realistas y alcanzables.

La mente de un empresario es poderosa, está entrenada para encarar las dificultades, pero en un descuido puede verse envuelto en una crisis de salud por estrés. Una mirada a la psicología positiva puede ser muy útil para que el negocio y la salud sigan prosperando.

Estrés felicidad