Cuando hablo con mujeres emprendedoras no deja de sorprenderme su capacidad para superar obstáculos y liderar con determinación.
Cuando hablamos de mujeres líderes, debemos mirar más allá de las figuras icónicas en los puestos ejecutivos y políticos, y enfocarnos en un grupo de valientes y visionarias: las emprendedoras. Desde las que están a la cabeza de las empresas más innovadoras, hasta las que fundan pequeños proyectos, todas ellas representan una fuerza poderosa que desafía el statu quo.
Estas mujeres no solo son un ejemplo de determinación y liderazgo, sino que también desempeñan un papel vital en la promoción de la equidad de género en el ámbito laboral y social. Las emprendedoras son la punta de lanza de una transformación real y concreta.
El impacto de las emprendedoras
En primer lugar, son creadoras de empleo y su impacto en la vida de otras mujeres es innegable. De acuerdo con la ASEM, el 72.7% de las personas que trabajan en empresas fundadas por emprendedoras, son mujeres; en contraste, con el 38% de las fundadas por hombres. Al crear sus propias empresas, ellas abren oportunidades de empleo para más mujeres con salarios equitativos. Esto es crucial, ya que empodera a las trabajadoras al proporcionarles independencia financiera y oportunidades de crecimiento profesional.
Pero el impacto social de esto es mayor, ya que se ve reflejado en una mejor calidad de vida para ellas y para sus familias, hijos o dependientes económicos, quienes en su mayoría son adultos mayores. Por otro lado, es importante mencionar que la violencia doméstica obedece a muchos factores, uno de ellos es el económico, ya que muchas mujeres siguen con su violentador pues sus ingresos suelen ser insuficientes para la manutención familiar.
Políticas laborales inclusivas
Otro gran cambio que están trayendo las emprendedoras es la flexibilidad en la gestión del tiempo y la implementación de políticas laborales inclusivas. Si bien muchas empresas ya tienen este tipo de prácticas en marcha, vale la pena voltear a ver cómo lo están haciendo ellas y qué resultados están obteniendo.
Contratar por habilidades y no por género se dice fácil, pero dentro de los procesos de reclutamiento persisten muchos sesgos, así como prejuicios con los permisos laborales, como por ejemplo los de paternidad o maternidad y del cuidado de hijos y familiares. Pues mientras las mujeres sigan siendo las encargadas de estas laborales, seguirán siendo las que tengan que ausentarse del trabajo en cada junta escolar o cada vez que se enferme alguno de sus padres.
Buscar un ambiente laboral inclusivo permite a las y los trabajadores alcanzar sus objetivos profesionales sin sacrificar su bienestar personal y establece un estándar para la industria en general.
En tercer lugar, las emprendedoras tienen un impacto significativo en el crecimiento de las empresas. Sus enfoques estratégicos derivan en estados financieros saludables que permiten a sus compañías tener un futuro, incluso en los mercados más retadores. Al romper las barreras de género, estas mujeres están demostrando que la diversidad de pensamiento y experiencia es un activo invaluable para cualquier compañía.
Una inspiración para todas
Cuando hablo con mujeres emprendedoras no deja de sorprenderme su resiliencia, su capacidad para superar obstáculos y liderar con determinación. Ver crecer sus empresas o verlas en eventos relevantes y portadas de revista, sin duda es inspirador para las mujeres que (seamos emprendedoras o no) venimos detrás de ellas. Su cara nos da visibilidad a las mujeres y nos motiva a alcanzar nuestras metas.
No es una exageración decir que México y el mundo necesitan más emprendedoras, pero para lograrlo hay que romper con muchas brechas desde el reto para obtener capital (que para ellas es aún mayor), hasta los prejuicios que hay en torno a los liderazgos femeninos. Las emprendedoras son un termómetro de equidad y el ver más de ellas fundando y dirigiendo empresas es síntoma de progreso y eso nos beneficia a todas y a todos.
Las emprendedoras son un verdadero agente del cambio, son fuente inspiración para otras mujeres y nos están demostrando que el emprendimiento y el éxito profesional no tienen género. Es hora de romper barreras, de celebrar y unirnos a las mujeres que están forjando un camino hacia un futuro más equitativo. ¡Convirtámonos en las emprendedoras de nuestras propias vidas!
Por Joselyn Castro