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20-12-2021, 5:29:39 PM

Ellas crearon una plataforma para impulsar el negocio de las microempresarias mexicanas

A través de un marketplace, marketing de contenidos y servicios de acompañamiento y consultoría, Deborah Dana e Isabel Olea ayudan a las emprendedoras a formalizar y crecer su negocio.

© Isaac Alcalá Nacar

Deborah Dana es emprendedora, mamá e inversionista. Hace 10 años fundó Kiwilimón con Lorenza Ávila, un portal de recetas de cocina. En 2009, tras el nacimiento de su cuarto hijo decidió no regresar a la operación diaria del negocio y como además ya contaban con un director general, determinó solamente ocupar un asiento en su consejo de administración.

Entonces, entró de lleno a los fondos de inversión y junto con un grupo de ex alumnos de Harvard Business School , fundó Soldiers Field Angels , un fondo de venture capital en México que invirtió en 12 empresas. La salida más importante fue la del Deforma , que vendieron el año pasado a Televisa .

Al intentar ayudar a crecer a los emprendedores y a sus empresas a través de este capital inteligente fue como Deborah se dio cuenta de que en el país había pocas plataformas  de impulso a la mujer empresaria . Mucho menos existían para las microemprendedoras.

“Hay un sin número de mujeres que tienen grandes ideas y quieren emprender, sin embargo no se atreven a dar el paso porque encuentran barreras fiscales, de acceso a capital, poco apoyo legal o tienen problemas de logística”, comenta Deborah.

Entonces se propuso cambiar este panorama. Con la ayuda de David Dana e Israel Díaz creó KL Studios , un company builder que busca transformar la vida de las mujeres a través de soluciones basadas en la tecnología. “Creemos que los equipos son nuestra ventaja competitiva. En todos los grupos de liderazgo tenemos al menos a una fundadora y fomentamos equipos de género mixto”, dice Deborah.

En mayo de 2017 hicieron el primer lanzamiento de KL Studios : Canasta Rosa , que fundó de la mano de Isabela Olea, Israel Díaz, Karina Vázquez y Leonardo Ramírez. Se trata de una plataforma digital que hace crecer a las microempresarias a través de tres vías: Market , el lugar que les ayuda a capitalizarse con sus propias ventas por medio del ecommerce; Inspire , content marketing para posicionarse, llegar a más clientes y aumentar sus ventas; y PRO, servicios de acompañamiento y consultoría para profesionalizar su negocio que incluyen asesorías legales para registro de marca, contabilidad, diseño, cursos de marketing, entre otros.

Imagen: Depositphotos.com

Una solución práctica

A dos años de su lanzamiento, Canasta Rosa cuentan ya a 900 vendedoras que se han subido a la iniciativa, que ahora venden más y han logrado profesionalizar su negocio. El crecimiento ha sido muy orgánico y no es excluyente ya que un 8% de los vendedores son hombres y 50% de los compradores también pertenecen al género masculino, explican las emprendedoras. En un inicio Isabela identificó en Instagram las cuentas de mujeres que vendían productos y que tenían muchos followers y las invitó a sumarse a Canasta Rosa . Comenzaron con 30 y luego el crecimiento se dio por recomendación de boca en boca.

El secreto, dice la emprendedora, es la practicidad que encuentran las microempresarias en la plataforma. En primer lugar porque ahí se puede vender toda clase de productos, desde artículos de belleza, accesorios para bebés, niños, mascotas, moda y alimentos, entre los que destacan postres gourmet y productos keto (bajos en carbohidratos). Una emprendedora puede operar de medio tiempo y empezar a vender rápidamente a la plataforma. Ahí podrá determinar sus horarios de operación, señalar el tiempo que le toma tener listo un producto y cerrar su tienda en temporada de vacaciones, por ejemplo.

Tras un convenio con DHL , Canasta Rosa resuelve a sus vendedoras el tema de la logística: la empresa recoge los productos en la casa de las emprendedoras y los entrega en todo el país por lo que las vendedoras no tienen que preocuparse por ir a oficinas fuera de casa. El costo del envío lo absorbe el comprador a un precio preferencial de 70 pesos y gracias a este acuerdo las microempresarias tienen ahorros de hasta el 60%.

Otro asunto que resuelve la plataforma son los métodos de pago. El marketplace ofrece métodos seguros para que las emprendedoras vendan sus productos. Acepta tarjetas de crédito, paypal, depósito en tiendas de conveniencia y transferencias interbancarias.

Canasta Rosa cobra una comisión del 5% por transacción más un 3.5% por el procesador de pagos digital. Las vendedoras reciben el pago de sus productos a través de Mercado Pago 15 días posteriores a la entrega del producto. Deborah afirma que usar su plataforma resulta mucho más barato que otros marketplaces como Amazon, que llegan a cobrar hasta 15% de comisión.

Otra ventaja es que en el momento en que las emprendedoras se suben a la plataforma, cuentan de inmediato con un asistente en línea llamada Mikaela, que asegura que todas las compras y envíos sean exitosos tanto para los vendedores como para los clientes.

Un plus: a través de Inspire,  blogs de contenido innovador dentro del marketplace, las vendedoras pueden llegar a más personas. Este contenido no se vende, parte del equipo de Canasta Rosa va identificando las tendencias y las tiendas que mejor desempeño van teniendo y pueden ser recomendadas o participar en videos o artículos Do it yourself (hazlos por ti mismo), mediante los que pueden conseguir mayores tasas de conversión (ventas).

Y es que estos contenidos no aparecen solamente en el sitio de Canasta Rosa, sino también en algunos blogs o portales especializados de estilo de vida con el que mantiene alianzas.

Profesionaliza tu negocio

Hace dos meses Canasta Rosa lanzó su servicio PRO para acelerar el crecimiento de las microempresarias. Con el pago de una cuota extra las microemprendedoras pueden acceder a servicios profesionales para que les diseñen su marca, les ayuden a crear manuales de identidad, crear su logo, sacar fotografías profesionales de sus productos, crear videos, estrategias de marketing, llevar su contabilidad y participar en diversos talleres. También pueden acceder a eventos diversos como ventas físicas en plazas comerciales, como la que tuvieron en mayo pasado en Antara.

Canasta Rosa PRO soluciona otro tema medular: los impuestos. Mediante esta alternativa la plataforma puede llevar tu contabilidad anual mediante el pago de una cuota de 5,000 pesos más IVA de manera anual. Deborah recomienda a las emprendedoras darse de alta ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), aunque puedes tributar también si estás dada de alta como Persona Física con Actividad Empresarial.

Si alguna microempresaria no está dada de alta aún, la plataforma que encabeza puede apoyarla para hacer el trámite por una cuota de 500 pesos. Incluso, si una artesana o emprendedora no quiere darse de alta ante el SAT, Canasta Rosa está facultada para absorber los costos y pagar tus impuestos. En este último caso, te cobrarían una comisión del 20%.

Actualmente Canasta Rosa tiene una sólida presencia en Ciudad de México, aunque cuentan envíos a nivel nacional. La idea será ir haciendo comunidades de vendedoras en las principales ciudades del país. Deborah es contundente al señalar que en todos sus años como emprendedora la tecnología ha jugado un papel clave para escalar los negocios. Por eso dice que su lugar favorito para estar es su celular o un sitio web, porque a partir de ahí es donde han surgido algunos de los emprendimientos más importantes. Y sigue buscando nuevas soluciones para el segmento femenino. “Creemos que el factor “X” es una ventaja competitiva tanto en nuestras empresas como en nuestros equipos fundadores”.

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autor Directora Editorial Emprende y Emprendedor.com. Me motivan las historias de tenacidad e innovación.