



En México, el trabajo no es solo una actividad económica: es una experiencia cultural, una identidad territorial y un símbolo de dignidad. Cada comercio, cada servicio, cada emprendimiento local encierra una historia de esfuerzo, creatividad y comunidad. Sin embargo, la narrativa institucional muchas veces lo reduce a estadísticas, productividad o formalización.
En el primer semestre de 2025, más de 1.1 millones de personas se incorporaron al empleo informal, mientras se perdieron más de 278 mil empleos formales, según datos del INEGI. Esto revela no solo una fragilidad estructural, sino una desconexión entre las políticas laborales y la realidad cotidiana de millones de mexicanos.
Representar el trabajo implica mucho más. Implica reconocer su dimensión simbólica, emocional y profundamente humana. ¿Qué imagen proyectamos desde las cámaras empresariales? ¿Mostramos al comerciante como protagonista o como dato? ¿Narramos el esfuerzo cotidiano o solo el éxito excepcional?
Desde la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO SERVYTUR), impulsamos una narrativa que dignifique el trabajo, visibilice al comerciante local y conecte con los territorios. Cada cámara afiliada representa una comunidad viva, con historias que merecen ser contadas, no solo contabilizadas.
La estética del mensaje importa. Lo que mostramos define lo que valoramos. Y en ese sentido, la comunicación institucional tiene el poder de dignificar, emocionar y conectar.
Integrar referencias culturales no es un adorno: es una estrategia de conexión. Una canción que evoca el oficio, un poema que habla del mercado, una imagen que representa el arraigo… todo eso comunica más que mil cifras. Porque el trabajo no solo se mide: se honra.
CONCANACO SERVYTUR trabaja por una comunicación útil, territorial y transformadora. Una comunicación que represente con sensibilidad, escuche con profundidad y comunique con autenticidad. Porque detrás de cada comercio hay una historia, y detrás de cada historia, una oportunidad de inspirar.
Representar el trabajo es representar a México. Y hacerlo bien exige más que técnica: exige visión, sensibilidad y compromiso.
El futuro del trabajo en México no depende solo de cifras o políticas, sino de la manera en que lo representamos. Reconocer al comerciante como protagonista, integrar referencias culturales y narrar historias reales puede ser el primer paso para dignificar y transformar la percepción del trabajo en el país.