



El primer caramelo con palito de la historia es Chupa Chups. Pero no se llamaba así, sino Gol. Porque el dulce parecía un balón de fútbol entrando en la portería, es decir, en la boca del niño. La idea revolucionaria la tuvo Enric Bernat en 1958, hace 66 años. Hoy este producto se vende en todo el mundo.
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Por eso, quisimos estar a la altura con duro trabajo para no defraudar a nadie.
Enric Bernat, fundador de Chupa Chups
La inspiración para este producto surgió cuando Enric Bernat observó que los niños solían quitarse los caramelos de la boca con las manos, ensuciándose en el proceso. Bernat pensó en un caramelo que pudiera comerse sin usar las manos, y así nació la idea de poner un caramelo en un palito, creando lo que hoy conocemos como Chupa Chups.
La innovación de Enric Bernat revolucionó la industria de los caramelos y se convirtió en uno de los productos de confitería más icónicos del mundo. Sin embargo, el nombre de Gol no era el mejor. Había que encontrar uno que gustara más.
Así que, en 1960, dos años después del nacimiento del primer caramelo con palito, Enric Bernat le dio el reto a una agencia de publicidad para hallar otro nombre. Dieron muchísimas vueltas, pero al final lo encontraron y Bernat lo aceptó rápidamente: Chups. También crearon un jingle y gracias a él lograron más fama. Todo el mundo la cantaba.
Una vez más, el empresario decidió, tres años después, en 1963, rebautizar a Chups. Por fin se llamaría: Chupa Chups. En 1965 Enric Bernat decidió innovar creando nuevos sabores: nata-fresa y choco-vanilla. Para ello tuvo que desarrollar una nueva tecnología que permitiera añadir leche al proceso de fabricación.
Para conseguir el sabor de fresa actual realizaron más de 12 de fórmulas. La perseverancia seguirá siendo una de las claves del éxito.
Las cocinas de la empresa española empezaron a “hornear en serpentina”, es decir, con un método de cocción con mayor eficiencia energética. Y eso de hacer uno a uno los caramelos quedó en el olvido. Pasaron a 800 piezas al día.
En 1968 llegaron los reconocimientos. El “caramelo con palito” ganó el premio al mejor anuncio del año en el más prestigioso evento de creatividad publicitaria: El Festival Internacional de Publicidad Cannes Lions.
Y como la empresa de Enric Bernat estaba creciendo mucho vio necesario un cambio de imagen. ¿A quién llamó? Al pintor surrealista español Salvador Dalí quien diseñó el logo en una servilleta de papel, y en un dos por tres creó uno de los logotipos más emblemáticos de todos los tiempos. Era un genio.
En 1969, Salvador Dalí fue contratado por Enric Bernat para rediseñar el logotipo de la compañía. Dalí aceptó el encargo y creó el diseño del logotipo en aproximadamente una hora, mientras estaba sentado en una terraza de un café.
El diseño que Dalí creó es notablemente simple pero efectivo. Consiste en el nombre de la marca en una tipografía audaz y curva, con las palabras dispuestas en forma circular alrededor del logo para que pudiera ser visto desde todos los ángulos en un envoltorio esférico. Este diseño esencialmente no ha cambiado desde entonces y sigue siendo uno de los iconos más reconocibles en el mundo de los dulces. La contribución de Dalí ha sido fundamental en el reconocimiento global de la marca.
En 1977 la marca llegó a Japón pues los japoneses no conocían uno de los inventos más dulces de la historia. Así que, Bernat decidió lanzarse a la aventura asiática. En 1986 nace Windball, el primer juguete de Chupa Chups, para disfrutar de un caramelo mientras te diviertes.
En 1988 Michael Jackson dio un concierto en Barcelona y el rey del pop fue patrocinado por el rey de los caramelos: Chupa Chups que crecía sin parar. En 1990 ya estaba presente en 164 países
En 1994 fabricaron el primer Mega Chups hecho a mano. Fue un regalo para el ex futbolista del Fútbol Club Barcelona, Hristo Stoichkov. Fueron 735 gramos de puro caramelo que tardó más de ocho horas en enfriarse. Tuvo tanto éxito que decidieron empezar a producirlo como un nuevo producto, pero de plástico.
En 2006 Chupa Chups se alió con el grupo italiano Perfetti-Van Melle y consiguieron el récord mundial de producción fabricando en un solo día más de 3 millones de paletas. Llegó el año 2008 y celebraron su 50 aniversario. En 2015 abrieron Crazy Lab, su primer laboratorio y lanzaron Fun Pen, un bolígrafo de caramelo líquido para pintar Chupa Chups.
Chupa Chups no ha dejado de innovar. Hoy hace paletas sin azúcar y sin gluten, además de versiones mini de las paletas clásicas, paletas con chicle o con sabor ácido, gomitas, ramos de caramelos, Chupa Chups gigantes, paletas con forma de pie o hamburguesa, “Party Mix”, una bolsa con todo tipo de Chupa Chups y golosinas, y chicles en forma de cubos sabor tutti frutti.