



En las últimas décadas, el turismo urbano ha emergido como una de las tendencias más vibrantes y lucrativas dentro del sector. Este fenómeno, que se refiere al turismo desarrollado en las grandes ciudades y áreas metropolitanas, ofrece una vasta gama de oportunidades para emprendedores dispuestos a capitalizar la creciente demanda de experiencias urbanas auténticas y diversificadas.
La Organización de las Naciones Unidas dice que para el 2030, alrededor del 60% de la población vivirá en las ciudades. De esta manera, el turismo urbano se convierte en una opción viable para que gente abocada al sector lo tenga en cuenta dentro de su oferta y en general para ver que los problemas globales se vuelven cada vez más locales.
“El turismo urbano puede representar una fuerza motora del desarrollo de muchas ciudades y países y contribuir al progreso de la Nueva Agenda Urbana y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el objetivo 11: Lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles”, indica ONU Turismo.
A diferencia del turismo tradicional, enfocado en playas o paisajes naturales, este tipo de turismo se centra en la oferta cultural, gastronómica y de entretenimiento de estos espacios citadinos.
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El turismo urbano significa disfrutar de los múltiples atractivos que tienen las ciudades y áreas metropolitanas, los cuales incluyen monumentos históricos, museos, galerías de arte, teatros, restaurantes, tiendas, eventos deportivos y culturales, así como la arquitectura contemporánea.
Los inicios del turismo urbano pueden rastrearse desde la Revolución Industrial en el siglo XIX. Con la industrialización, las ciudades crecieron exponencialmente y se convirtieron en centros de comercio, cultura y ocio. Además, debido al aumento de la clase media y la mejora de los sistemas de transporte, como los trenes y posteriormente los automóviles, hicieron más accesible el viaje a las grandes urbes.
A medida que avanzaba el siglo XX, factores como el incremento del tiempo libre, las vacaciones pagadas y la globalización contribuyeron a la expansión del turismo urbano. Ciudades icónicas como París, Nueva York y Tokio se establecieron como destinos turísticos globales, atrayendo a millones de visitantes anualmente. Ahora también lo hacen las grandes urbes en América Latina, las cuales tienen una riqueza cultural y gastronómica digna de conocer y apreciar.
Para los emprendedores, el turismo urbano presenta un campo fértil de oportunidades de negocio. Las ciudades, con su alta densidad poblacional y constante flujo de visitantes, brindan un mercado diverso y dinámico al cual poder enfocarse. Aquí algunas áreas clave dentro de este turismo urbano en la que los emprendedores pueden innovar y prosperar:
Si bien el turismo urbano ofrece amplias oportunidades, también presenta desafíos como la competencia intensa y la necesidad de innovación constante. Los emprendedores deben estar preparados para adaptarse rápidamente a las tendencias cambiantes y las expectativas de los consumidores.
Además, la sostenibilidad es un aspecto crucial. Las ciudades enfrentan problemas como la masificación turística y el impacto ambiental. Emprender en turismo urbano también implica un compromiso con prácticas sostenibles que beneficien tanto a la comunidad local como al entorno urbano.
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Ahora más que nunca los visitantes de diversas zonas se desplazan fuera de la burbuja turística tradicional. Los turistas visitan además de los lugares que los gestores de viaje les venden, los barrios poco explorados y su cultura. El turismo urbano no solo es una tendencia en crecimiento, sino también un terreno lleno de posibilidades para los emprendedores. Con la combinación adecuada de creatividad, innovación y sostenibilidad, es posible crear negocios que no solo prosperen, sino que también enriquezcan la experiencia urbana para los visitantes de todo el mundo.