Empecemos por definir qué es un empleado tóxico. En general se podría decir que es una persona dañina. De manera más específica se ha visto que es gente negativa, no quiere colaborar y crítica constantemente de forma destructiva. No están comprometidos con su trabajo ni con el equipo. Les falta ética profesional, entre otros comportamientos perjudiciales.
Por eso, es importante identificar a estos empleados tóxicos y abordar sus conductas de forma inteligente para mantener un ambiente de trabajo saludable y productivo. La presencia de un empleado tóxico puede generar conflictos, desmotivar a los demás, afectar la colaboración y la comunicación, e incluso provocar que gente talentosa se vaya de la empresa.
Nadie quiere convivir con un compañero tóxico por su actitud pesimista constante. Eso puede afectar el estado de ánimo y la energía de quienes lo rodean. Incluso, cuando son despectivos pueden minar la autoestima de las personas cercanas. También son manipuladores para controlar a los demás y obtener lo que quieren.
Las personas tóxicas carecen de empatía. No les importa los sentimientos y necesidades de los demás. No son capaces de ponerse en el lugar del otro ni mostrar preocupación genuina por su bienestar. El empleado tóxico tiende a generar conflictos y drama constantemente, creando un ambiente tenso. Son tan demandantes que te drenan emocionalmente.
Identificar a ese empleado dañino es crucial para proteger a tu empresa. Pero, ¿cómo lidiar con este problema siendo cuidadosos y respetuosos? Abordar a una persona tóxica puede ser un desafío. Pero sí es posible hacerlo de manera efectiva. Aquí te dejamos cinco pasos que puedes seguir:
Antes de abordar al empleado, es importante identificar específicamente cuáles son los comportamientos o actitudes que consideras tóxicos. Observa cómo se comporta el empleado en el lugar de trabajo y cómo afecta a sus compañeros.
Una vez identificado el comportamiento tóxico, programa una reunión privada con el empleado para abordar la situación. Es importante que la reunión se realice en un ambiente tranquilo y respetuoso.
Ofrécele apoyo a ese empleado tóxico para que pueda resolver su problema desde la raíz.
Christine Porath, escritora de dos libros sobre los malos modos en el trabajo.
Durante la reunión, comunica claramente las preocupaciones sobre el comportamiento del empleado y cómo está afectando al equipo o al ambiente laboral. Sé específico en tus ejemplos y mantén una comunicación asertiva y respetuosa.
Muchas veces el empleado tóxico no es consciente de lo destructiva que es su actitud. Habla con él directamente y explícale su comportamiento.
Christine Porath, autora de Mastering Civility: A Manifesto for the Workplace
Durante la reunión, establece expectativas claras sobre el comportamiento que se espera del empleado en el futuro. Proporciona retroalimentación constructiva y sugiere formas concretas en las que la persona puede mejorar su conducta.
Después de hablar con el empleado tóxico se recomienda enviarle un correo con los puntos específicos que debe hacer para mejorar.
Una vez establecidas las expectativas, acuerda un plan de acción con el empleado para abordar su comportamiento tóxico. Establece metas claras y plazos para evaluar su progreso. Ofrece apoyo y recursos adicionales si es necesario.
Es importante recordar que abordar a un empleado tóxico requiere sensibilidad, empatía y profesionalismo. Si la situación no mejora después de seguir estos pasos, es posible que sea necesario involucrar a recursos humanos o a un supervisor para buscar soluciones adicionales.
Si después de hablar con el empleado tóxico, no hay un avance. Es importante aceptar que no todos cambian. Habla con RRHH para tomar una decisión.
