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¿Cómo evitar la obsolescencia?

No importa que tan innovador sea tu negocio, siempre tememos que con el tiempo este organismo muera ante la obsolescencia.

¿Sabes cómo combatir la obsolescencia?
¿Sabes cómo combatir la obsolescencia? © Depositphotos.com

Cuando formamos una asociación civil u ONG filantrópica buscamos servir a la sociedad, pero siempre tememos que con el tiempo este organismo muera ante la obsolescencia. Así, una de las grandes preocupaciones de los fundadores de organismos no lucrativos, e incluso de la startup es preservar la relevancia y servicio de nuestra empresa.

Lo primero que debemos considerar es que las misiones empresariales no se cumplen en un día. En las organizaciones filantrópicas y de apoyo social esto es más ostensible, por eso crece el interés de “prepararse” para el futuro, por utópico que esto pueda parecer a simple vista.

Al analizar las compañías filantrópicas más exitosas alrededor del mundo, encontramos que tienen acciones comunes. Rasgos que las vuelven imbatibles con el paso del tiempo y el cambio de circunstancias.

Cómo evitar la obsolescencia

Lo primero es tener claridad en la misión y acción. Más del 80 por ciento de los empleados informan que es importante tener un propósito. El porqué existimos es muy importante, pero también debe enfatizarse la trascendencia de lo que hacemos. Por ejemplo, decir que fabricamos pinta labios es exacto, pero no inspirador. Si asumimos que “ayudamos a develar la belleza” da cuenta de la trascendencia de lo que hacemos.

Otro factor muy importante para que nuestra asociación no se vuelva obsoleta es descubrir que valores nos guiarán e identificarán. Cuando aparecen irrupciones como la pandemia mundial o una guerra, los valores actúan como brújulas de cómo cumplir nuestra misión. Es una pieza clave que nos sostiene en medio de la incertidumbre y volatilidad. Es lo único que tenemos cuando parece que todo ha caído. Y es mediante estos principios que podremos sacar fuerza y proseguir.

Construir una cultura, por otra parte, es otro factor que nos blindará de la transitoriedad. La cultura es el grupo de conocimientos y rasgos distintivos de una sociedad. Éstos deben responder a la misión y valores que tenemos. Es decir, no se trata de exhibir un manifiesto sino de vivirlo, de que cada una de las cosas en las que creemos correspondan con nuestra realidad del día a día. Si entre los valores está la puntualidad, por ejemplo, en la organización toda la gestión se alinea para responder en tiempo y forma a clientes internos y externos, por ejemplo.

Cultura igual a permanencia

La cultura, en si, es el producto más acabado y fidedigno de la coherencia. ¿Por qué nos asegura la permanencia? Porque elimina las incertidumbres internas y las paradojas que crean ineficiencia, burocratismo y duda a la hora de actuar. Una cultura sólida es seguridad y crea un clima benévolo para participar, actuar y generar el engagement en cada una de las partes interesadas.

La misión, valores y cultura logran entidades muy sólidas y significativas para nuestros empleados, inversionistas, proveedores y sociedad en general. También cumplen otra función crucial: logran que el público se identifique con la organización.

En una asociación de apoyo a la sociedad civil, es muy importante predicar con el ejemplo. Esto es lo que fortalece el vínculo de donadores y sociedad civil con el emprendimiento. No solo se trata de identidad o de que un individuo sienta que su propio propósito resuena con el de la organización. Es que se convierta en parte de su vida.

La identificación superficial crea simpatía, el asumir como verdadera y creíble una misión es volverla parte de lo que eres, crees, defiendes y amas. Es la diferencia entre lo efímero y lo duradero.

Dar cabida a lo “diferente”

También debe considerarse la importancia de la diversidad, inclusión y las partes interesadas más amplias dentro de una cultura. Para gestionar el cambio, se necesita diversidad de perspectivas y estilos. En la medida que la inclusión es el signo de una entidad, mayores posibilidades tiene de arraigarse en el tiempo y extenderse a otras culturas e ideologías.

En la sociedad civil, la filantropía debe abrazarse sin sesgos. Si desde la conformación de los equipos de trabajo buscamos perspectivas incluyentes, éstas no deben limitarse a formaciones profesionales sino dar cabida a una amplia inclusión de grupos de edades, géneros, razas e ideologías.

Por otra parte, hay muchos buenos argumentos para saber cuánto talento se pierde cuando no se adopta una perspectiva de espectro completo. Pero también hay investigaciones sobre cómo la diversidad puede mejorar realmente la toma de decisiones.

Existe además una pregunta crucial: ¿Cómo consigues que las personas adecuadas ocupen los puestos adecuados en el momento adecuado y que realmente importen? Cada vez más las políticas de inclusión y diversidad se vuelven referentes para las mentes más brillantes.

Reclutamiento de los mejores

Por cierto, el reclutamiento y selección de los mejores se convierte en otro factor para blindar a tu sociedad de la obsolescencia. Reconocemos que el talento es difícil de conseguir. Es uno de los activos más importantes y para algunas organizaciones, es su único activo. Es realmente clave, entonces, comenzar a buscar a los mejores.

Algo que también resulta trascendental es la importancia del trabajo en equipo y la creación de alianzas. Ser capaz de jugar bien con otros y construir asociaciones privilegiadas, aprender realmente a navegar y administrar el ecosistema, se vuelve cada vez más importante.

Ahora, aunque se están privilegiando los datos y la Tecnología de la Información como elementos relevantes para blindar a las empresas en el futuro, es más importante aún crear una cultura de aprendizaje continuo. Esto no sólo ampliará el potencial de ganar mercado, extender las innovaciones y crear oportunidades sino de establecer parámetros de acción y decisión ante cualquier irrupción futura.
No se trata solo de conocer las habilidades que vas a necesitar y ser capaz de cultivarlas. También es ser capaz de aprender a aprender como líderes, como individuos y como organizaciones, porque el mundo se está moviendo tan, tan rápido que, si eres realmente bueno en lo que haces en este momento, pero no puedes ser bueno en algo nuevo, es probable que te quedes atascado.

Innovación obsolescencia
autor El fundador de CECANI es un activista social, emprendedor, humanista y conferencista. Es licenciado en Relaciones Internacionales y Maestro en gestión pública aplicada por el Tecnológico de Monterrey.