Las evaluaciones, retroalimentación o los comentarios sobre el trabajo diario son una de las mejores herramientas para aportar a un adecuado entorno laboral, reconocimiento de equipos o corrección de aspectos operativos para fortalecer la mejor continua; sin embargo, sigue siendo un tema “tabú” porque casi nunca sale cómo se planean.
¿Qué necesitas poner en práctica para una retroalimentación perfecta con tu equipo? Lo primero: recordar que la sinceridad debe tomar en cuenta el impacto de nuestras palabras hacia el otro, así que la máxima es: “sinceridad sin empatía es sólo crueldad”.
Los comentarios son sobre hechos particulares y no sobre generalizaciones. Lo ideal es: “falta claridad en cómo lograr los objetivos de tu área, de acuerdo con el plan que presentaste porque no queda claro el monto de presupuesto y el impacto que tendrá” en vez de “siempre (o nunca) das la información completa”.
Cuando decimos “eres impuntual” o “eres descuidado”, estamos apuntando a un rasgo de personalidad y no a un hecho, así que centra el comentario sobre las acciones y expectativas: “por políticas de la empresa, es necesario llegar 10 minutos antes a las juntas con los equipos” o “la presentación que enviaste incumple con el manual de identidad de la empresa”.
La comunicación debe ser bilateral y establecer qué esperamos después del comentario y las preguntas que te pueden ayudar son: ¿cómo podemos cambiar estos resultados?, ¿cuáles son tus expectativas sobre este tema?, ¿qué propuestas tienes al respecto?
Los ejercicios de retroalimentación deben formar parte también de los resultados positivos, evitando los lugares comunes de “ponerse la camiseta”, “el equipo es parte fundamental de la empresa”, o “no podríamos hacerlo sin ustedes”. Una buena retroalimentación debe tener un objetivo o un compromiso para que realmente funcione al receptor.
Recuerda que los mejores ejercicios de comunicación interna requieren de escucha activa y un buen ejercicio de retroalimentación requiere escuchar a los demás para poder calificar los potenciales riesgos y evaluar dónde están los puntos de valor agregado.
