



Sumar gente a un equipo de trabajo siempre va a representar un reto; para la empresa, organización o dueño de un negocio significa entrar en una búsqueda de talentos que muchas veces toma largo tiempo, y es que el modelo de reclutamiento que aún prevalece en los espacios de trabajo favorece los currículum robustos y las grandes experiencias, dejando de lado las verdaderas necesidades del mundo actual: habilidades humanas que nutran y fortalezcan al espacio.
Desde mi postura, reclutar personal a partir de un currículum resulta obsoleto en el presente; este funcionó en otro tiempo como un reflejo de las capacidades técnicas de una persona. Ahora funciona igual, pero el mundo es otro y pide otras habilidades, más humanas. Si me preguntan a mí, yo les diría: no contraten a partir de un currículum. Es fácil enseñar a la gente procesos y técnicas, el reto es encontrar talentos con pulso humano, que sepan adaptarse al espacio, que se involucren con el corazón del proyecto y aporten más que sólo su trabajo.
Por supuesto que no demerito el conocimiento y la experiencia plasmada en los currículum, pero la competencia es voraz y como reclutadores es importante considerar menos hard skills y más soft skills: trabajo en equipo, liderazgo, espíritu emprendedor, creatividad, resolución de problemas, etc. Un verdadero team player que comulgue con los valores y el propósito del espacio.
Como postulante, preocúpate por robustecer tu lado humano tanto como tus conocimientos y capacidades. Resignifica la competencia: no compitas para ganarle el puesto al de a lado, hazlo contigo para construir tu mejor versión. Como reclutador, escucha y haz más preguntas que te hablen de la esencia de la persona, de su vida ¿Para qué quieres estar aquí? ¿Qué quieres aportar?; plantéale escenarios de cómo resolvería alguna situación y cuál sería su plan de acción. Esto te va a dar mucha más información de la que puedas encontrar en su currículum.
Personalmente, yo he creado mis equipos de trabajo con base en sus talentos humanos; busco y palpo personas resolutivas, que despiertan mi confianza; apasionadas por lo que saben hacer, comprometidas, y sobre todo, que crean en el proyecto. Eso es la base de todo. Cuando una persona conecta con el corazón de tu empresa, está alineada a sus valores y comulga con su visión, permanecerá.
Por otro lado, a lo largo de mi carrera como entrenadora he notado que las organizaciones no actúan con base en sus valores ni cuentan con un propósito sólido, sin estos ¿Cómo es que buscan a los talentos que los acompañen? Es saltarse el primer paso. Como empresa, organización o dueño de un negocio requieres hacer a los postulantes preguntas basadas en un propósito y valores ¿Qué personas quieres cerca? ¿Cuál es su perfil? ¿Cómo hablan? ¿Qué habilidades tienen? ¿Cómo se desenvuelven?
La lección es no dejarse impactar por un currículum; todos estamos en la búsqueda de personas leales que compartan su corazón y su energía en nuestros equipos, eso sólo es posible cuando creen en el propósito de la empresa y en quiénes somos como líderes.