El cuentito Aventuras de Capulinita generó una enorme conexión con los niños de las décadas 80 y 90, convirtiéndose en un fenómeno de ventas.
Las Aventuras de Capulinita se convirtió en el cómic nacional más leído de su tiempo, y ahora, en el más añorado por los mexicanos.
Para darnos una idea de la huella que esta publicación dejó en la gente que vivió su niñez en las décadas del ochenta y noventa, solo hay que darse un clavado a internet en donde abundan testimonios que narra que, cuando párvulos, les hicieron a sus padres caras tristes, rabietas e incluso ahorraron para, cada lunes, comprar el cuentito.
El éxito de Aventuras de Capulinita sobre sus antecesores
De por qué el Capulinita tuvo tanto éxito no está claro, pero una de las claves de su triunfo pudo haber sido su tamaño mini, ideado, de acuerdo con Antonio Henaine, hijo del fallecido Capulina, para que los peques del hogar pudieran guardarlo en los reducidos bolsillos del pantalón o de la camisa escolar.
Sí, ya sabemos, podría parecer éste un plus comercial nada atractivo hoy día, pero recordemos que estamos hablando de las décadas del ochenta y noventa, una época en la que el entretenimiento infantil era infinitamente menos agresivo que ahora, había unos escasos programas de televisión y solo algunos hogares tenían Atari o Nintendo.
El Capulinita era lo mismo que Aventuras de Capulina
Otra de las formas en darnos una mayor idea del éxito del Capulinita es que sus divertidas historias no eran nuevas, sino que fueron retomadas de una publicación previa llamada Aventuras de Capulina, solo que ésta tenía varias viñetas en una sola hoja, al ser un formato más grande, mientras que en la nueva edición el formato se reducía a una viñeta por hoja.
Como sea, ya casi nadie recuerda las Aventuras de Capulina y todos recuerdan las Aventuras de Capulinita, es decir fue ésta última la que se quedó en la memoria de los mexicanos.
Los carteles de las películas de Viruta y Capulina dieron paso al cómic
Ahora bien, la historia común de ambas publicaciones dio inicio, se podría decir, cuando Viruta y Capulina empezaron a ser caricaturizados para ilustrar los carteles de sus películas, así que solo era cuestión de tiempo para que a alguien se le ocurriera explotar la chusca imagen de ambos.
El primero en verles el potencial fue el artista Sealtiel Alatriste Batalla, dibujante de los suplementos dominicales de El Heraldo. Tras reunirse con el rey del humorismo blanco, comenzaron a publicar las Aventuras de Viruta y Capulina bajo el sello SESA (Super Ediciones S.A.), con el slogan Los cómicos más cómicos.
Chespirito creó las primeras historias del cómic
Los primeros argumentos del cómic en cuestión los hizo Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, quien también se encargaba de hacer varios de los argumentos para las películas del dúo.
Las Aventuras de Viruta y Capulina fueron un éxito, llegando a los 56 mil ejemplares vendidos cada semana. Pero por temas poco claros dejó de publicarse, para dar paso a las Aventuras de Capulina, ahora bajo la firma Editormex. Este nuevo proyecto conservó a Roberto Gómez Bolaños, Angel Morales y Héctor Macedo como argumentista, guionista y dibujante, respectivamente. De nuevo se volvió en un éxito.
Tras varios años de éxitos, los dueños de Editormex hicieron un nuevo movimiento: crearon Aventuras de Capulinita, logrando tener todavía más éxito. Sin embargo la única queja fue que muchas de las viñetas de las historias se perdieron para adaptarlas al nuevo formato reducido.
Sin embargo dejó de imprimirse en la mitad de la década del 90. ¿Sipirilí o no poroló volverá a reimprimirse el Capulinita o al menos sacarse en formato digital? No lo sabemos.