
La rivalidad entre los titanes tecnológicos Jeff Bezos y Elon Musk ha alcanzado un nuevo nivel, ahora con la Casa Blanca como escenario principal. Tras una disputa pública entre Musk y el presidente Donald Trump, Bezos ha movido sus fichas para acercarse al mandatario y buscar oportunidades para Blue Origin, su empresa espacial.
Según reportes de The Wall Street Journal, Bezos ha conversado dos veces con Trump en junio. En estas reuniones se habría discutido la posibilidad de más contratos gubernamentales y la ambición presidencial de ver una misión tripulada a la Luna antes de que termine su mandato.
De acuerdo con el informe, también el CEO de Blue Origin, Dave Limp, ha visitado la Casa Blanca. El directivo se reunió con la jefa de gabinete de Trump, Susie Wiles, para solicitar más contratos gubernamentales y reforzar el cabildeo de la empresa.
El distanciamiento entre Musk y Trump, tras semanas de críticas y amenazas, ha abierto una ventana para que Bezos posicione a Blue Origin frente a SpaceX. Hasta ahora, la empresa aeroespacial de Musk ha dominado los contratos y lanzamientos espaciales del gobierno estadounidense.
Este acercamiento ocurre justo después de que Musk, antes cercano a Trump, se distanciara tras una serie de críticas públicas y amenazas sobre el futuro de los subsidios y contratos de SpaceX.
Para Bezos, este contexto representa una oportunidad única para reposicionar a Blue Origin como socio estratégico del gobierno estadounidense, especialmente en proyectos lunares. La competencia también se extiende a proyectos como la defensa antiaérea y las futuras misiones a Marte.
El magnate del ecommerce sorprendió al invitar personalmente a Donald Trump a su boda con Lauren Sánchez en Venecia, Italia, junto con su hija Ivanka y su yerno Jared Kushner. Esta invitación refleja el interés de Bezos en fortalecer lazos personales con el presidente en un momento estratégico.
La competencia entre Blue Origin y SpaceX se intensifica en un momento clave para la industria espacial estadounidense. SpaceX, liderada por Musk, ha superado ampliamente a Blue Origin en lanzamientos y contratos, asegurando recientemente un acuerdo de 5,900 millones de dólares con la Fuerza Espacial de EE.UU. para 28 vuelos.
En contraste, Blue Origin obtuvo 2,400 millones para siete lanzamientos, lo que evidencia la brecha entre ambas compañías. Sin embargo, el distanciamiento entre Musk y Trump podría nivelar el terreno para Bezos.
Por ahora, el reto principal está en lograr lanzamientos regulares y exitosos, como los de SpaceX, que planea 170 lanzamientos este año, muchos de ellos para la red Starlink. Además, la empresa de Jeff tendría la presión de cumplir con las expectativas de la administración Trump: una misión tripulada a la Luna antes de 2029.
