¡Basta de consejos! Empieza por saber preguntar con estas 7 fórmulas de coaching que cada líder debe conocer
El liderazgo se trata de la influencia, de inspirar, motivar y acompañar a las personas en el desarrollo de su potencial.
El nombre de Michael Bungay Stanier seguro pasa desapercibido en el mundo del liderazgo tradicional, sin embargo, es uno de los más sonados en ciertas corrientes del coaching , especialmente ejecutivo, enfocado en el desarrollo y la productividad.
Michael es fundador de su compañía Box of Crayons , donde ofrecen, entre otros, programas de entrenamiento de 10 minutos o menos, enfocados en personas ocupadas. También es autor de libros que lideran ventas en Amazon, entre ellos, “ El hábito del coaching ”, que tiene como lema “Las 7 preguntas clave para liderar equipos y organizaciones del siglo XXI”.
En esa obra comparte un set de siete preguntas que todo líder necesita conocer para trabajar con sus equipos.
En definitiva, el liderazgo se trata de la influencia, de inspirar, motivar y acompañar a las personas en el desarrollo de su potencial. Este último rasgo es también parte de la definición de lo que es el coaching.
Cómo mejorar las conversaciones de líderes con 7 preguntas
Un aspecto fundamental del rol de quienes tienen posiciones de responsabilidad en equipos es saber mantener conversaciones valiosas, provocativas y que inviten a la reflexión y a la acción. Desde esta perspectiva, podemos hablar de lo que llamo “liderazgo coach”, es decir, convertirse en entrenadores del equipo.
A continuación, encontrarás las siete preguntas para facilitar el diálogo con las personas del trabajo inspiradas en el autor; y, claro, también podrás aplicarlas en tu vida personal:
1 – ¿Qué tienes en mente?
La intención es ir al foco de lo que la persona está pensando y procesando internamente, sin asumir el rol de “lector de mentes” en el que muchas veces algunos líderes se ponen; es decir, suponer que ya conocen la respuesta.
Los sesgos cognitivos pueden llevar a este comportamiento. Un sesgo es una ruta, un camino frecuente que hace el cerebro basado en la habitualidad de su comportamiento mental. La dificultad es que no permite ver qué hay más allá, y ante estímulos parecidos siempre traerá la misma respuesta automática del líder.
La intención es que, con esta pregunta, la persona pueda compartir lo que le resulta más relevante para resolver; y, al escuchar la interrogación y su respuesta, el objetivo es que pueda hacer foco específicamente en eso.
2 – ¿Y qué más?
Bungay afirma que esta es una de las preguntas más poderosas del proceso de coaching, y que en liderazgo se necesita aplicar, porque rara vez la primera respuesta es “la respuesta”: es necesario seguir buceando en profundidad.
El “¿Y qué más?” motiva a las personas a pensar más profundamente más allá de lo primero que se le vino a la mente. También ayuda a líderes a evitar ser los bomberos que apagan incendios, o convertirse en consejeros que, al final, inhabilitarán las posibilidades de las personas, ya que generalmente no cuentan con toda la información ni el contexto que sí conoce la otra persona.
3 – ¿Cuál es el verdadero desafío para ti, ahora, en este asunto?
Esta pregunta busca enfocar claramente el asunto, y persigue identificar el nivel real en que se debate la persona, que aparece usualmente cuando ambos interlocutores están fluyendo hacia un mayor nivel de profundidad. Imagina que sería como poner el asunto bajo el microscopio.
El incluir la frase “verdadero desafío” y “para ti”, trabaja en dos niveles: la persona podrá enfocarse aún más en su situación, y, además, se personaliza el vínculo para lograr una mayor cercanía y empatía en el intercambio.
4 – ¿Qué quieres?
Detrás de estas dos palabras hay múltiples respuestas, y, con frecuencia, cierta dificultad para identificar la respuesta apropiada.
El “querer” tiene que ver con elegir, escoger un camino por el que la persona puede estar dispuesta a transitar. No es una obligación, un “tengo que…”, sino que abre posibilidades.
Para todas las personas, preguntarse honestamente “¿Qué quiero?” también es la llave para autogestionar su vida en momentos donde siente que ha perdido el rumbo y necesita más claridad. Incluso funciona repetirla una y otra vez, como un patrón, donde cada capa de respuestas -como si estuvieses pelando una cebolla- llevará hacia otra más profunda hasta llegar a la raíz de la toma de consciencia.
5 – ¿Cómo puedo ayudar?
Michael Bungay le llama “la pregunta perezosa”, porque coloca a la persona líder como salvadora del otro, a la vez que anula la posibilidad creativa de quien tiene enfrente. A su vez, se pierde tiempo y no ayuda a crecer ni a despertar el potencial de la gente.
Puedes observar que la pregunta parte de asumir que el otro necesita algo que quien lidera se lo puede dar o resolver.
En vez de actuar de esta forma, el autor sugiere preguntar directamente para saber exactamente qué quiere la otra persona, y crear el espacio para que lo pida y encuentre alternativas, sin hacer suposiciones ni ofrecer la ayuda inmediata.
6 – ¿Si estás diciendo sí a esto, a qué le estás diciendo no?
En este caso se trata de una pregunta estratégica, profunda y reveladora, porque cada vez que se elige un camino de acción automáticamente se dirá que no a otras cosas.
En el contexto del liderazgo, esta interrogación busca que la persona aprenda a gestionar sus elecciones, y lo que realmente involucra cada una; y, a su vez, tomar consciencia de lo que necesita dejar de lado al elegir conscientemente.
En la vida cotidiana se podría suponer que quien tienes enfrente “sabe” las respuestas, aunque, como observas, al formular la parte de “a qué debo renunciar al hacer esta elección”, la perspectiva de análisis es más precisa y enfoca mejor en lo que realmente esa persona quiere, con lo que va a asumir y lo que sabe que va necesitar a dejar de lado.
7 – ¿Qué fue lo más útil y valioso para ti?
Bungay señala que esta es una pregunta de aprendizaje. Cada líder necesita asegurarse de que la otra persona comprendió y capitalizó la conversación y las elecciones que ha hecho.
Las neuronas conectan información mientras se actúa y se reflexiona sobre lo que se ejecuta, por lo que es importante facilitar el espacio para exponer claramente esta instancia de calibración del aprendizaje.
Asimismo, te dará pautas para saber por dónde encarar las estrategias en futuras conversaciones con esa persona, revelando cómo es su proceso interno para que llegue a la declaración -lo que dice, lo que afirma, sus compromisos- que está realizando.
La tríada de preguntas para la acción
Complementariamente, aquí tienes una tríada de preguntas que promuevan la acción inspiradas también en Michael Bungay Stanier que él ha compartido en sus entrenamientos:
1 – ¿Cuál es el desafío?, explicado anteriormente.
2 – ¿Qué posibilidades tienes? Aquí se abre el espacio para encontrar ideas generativas que ayuden a la persona a encontrar respuestas y vías de acción concretas.
3 – ¿Cómo pondrás en marcha / encenderás la acción? En este caso, se pasa directamente a la forma de ejecución que descubre cada uno respecto a sus objetivos a lograr.
Recuerda que la pregunta “¿Y qué más?” es estratégica para insertarla una y otra vez, para seguir abriendo y profundizando posibilidades.