Adiós a 334 años de cerveza: histórica cervecería dejará de producir
La histórica cervecería Schlössle cerrará sus operaciones este diciembre de 2024 tras 334 años de producción cervecera.
La histórica cervecería Schlössle, ubicada en Neu-Ulm, Baviera, cerrará sus operaciones este diciembre de 2024 tras 334 años de producción cervecera. Las dificultades financieras y la caída en el consumo obligan a esta icónica cervecería a poner fin a su larga trayectoria.
Una cervecería con una tradición de más de tres siglos
Fundada en 1690, la cervecería Schlössle es un referente histórico en la región de Neu-Ulm, Baviera. A lo largo de sus 334 años, la casa ha sido testigo de la evolución de la cultura cervecera en Alemania. Se ha adaptado a los cambios, pero conservando su esencia tradicional. La familia Zoller-Kaltenbacher, actual propietaria desde 1879, ha mantenido vivo el legado de esta cervecería, hasta que las dificultades económicas hicieron insostenible su continuidad.
Razones del cierre
El aumento de los costos de producción y la caída en el consumo de cerveza en la región han sido factores clave en la decisión de cerrar. Según la familia Zoller-Kaltenbacher, mantener la producción requeriría una inversión de varios cientos de miles de euros, una suma imposible de reunir considerando el volumen de ventas actual, que ronda los 1,500 hectolitros anuales.
El impacto del mercado cervecero
En los últimos años, muchas cervecerías tradicionales en Alemania han enfrentado desafíos similares, ya que el mercado ha cambiado considerablemente. La preferencia por marcas más comerciales y el auge de las cervezas artesanales han reducido el consumo de cervezas locales tradicionales, afectando la rentabilidad de pequeños productores como Schlössle.
La despedida agridulce de la cervecería
Aunque la cervecería dejará de producir su propia cerveza, no desaparecerá por completo. El histórico edificio continuará funcionando como restaurante, y la familia Zoller-Kaltenbacher ha asegurado que mantendrán viva la cultura cervecera ofreciendo cervezas de alta calidad de otros productores. Así, Schlössle seguirá siendo un lugar de encuentro para los amantes de la cerveza, aunque ya no con sus propias creaciones.
Un legado imborrable
La historia de Schlössle va más allá de su producción cervecera. Desde sus inicios en el siglo XVII, ha sido parte de la vida cultural de Neu-Ulm, convirtiéndose en un símbolo de la tradición y el legado bávaro. Este cierre marca el fin de una etapa, pero también resalta el impacto de las pequeñas cervecerías en la historia de la región.
El cierre de Schlössle no solo refleja las dificultades económicas de las cervecerías tradicionales, sino también la evolución del mercado cervecero en Baviera. Aunque su cerveza ya no se producirá, el legado de más de tres siglos de historia seguirá vivo en la memoria de la región y en las futuras generaciones que visiten este emblemático lugar.