



La “Puerta del Infierno”, un cráter de gas natural que arde desde 1971 en Turkmenistán, ha sido abierta al público por primera vez. Este fenómeno revela una fuente de energía inagotable y temperaturas que alcanzan miles de grados.
Ubicada en el desierto de Karakum, la Puerta del Infierno ha sido un misterio y una atracción científica durante décadas. Ahora, los investigadores y visitantes tienen la oportunidad única de explorar este impresionante cráter de cerca.
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El cráter de Darvaza, conocido popularmente como la Puerta del Infierno, se formó en 1971. Esto cuando una plataforma soviética de extracción de gas natural colapsó, dejando escapar grandes cantidades de metano. Para evitar la propagación del gas, los científicos decidieron prenderle fuego, esperando que se extinguiera en unas semanas, pero el cráter ha estado ardiendo continuamente desde entonces.
Según NGenespañol, en un esfuerzo por convertir esta maravilla natural en un destino educativo y turístico, las autoridades turkmenas han decidido abrir el cráter al público de una manera más accesible. Se han instalado pasarelas y miradores seguros que permiten a los visitantes acercarse lo suficiente para sentir el calor y ver las llamas de cerca, sin exponerse a peligros innecesarios.
El cráter de Darvaza emite un calor intenso y constante, con temperaturas que pueden alcanzar varios miles de grados. Esta energía infinita es producto de la combustión ininterrumpida del gas metano, convirtiendo al cráter en un laboratorio natural para estudiar las dinámicas del fuego y la energía geotérmica.
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Desde su apertura, la Puerta del Infierno ha atraído a científicos y turistas de todo el mundo. Los investigadores están interesados en estudiar las formas de vida microbianas que pueden existir en estas condiciones extremas, lo que podría ofrecer pistas sobre la vida en otros planetas. Para los turistas, el cráter ofrece una experiencia visual y sensorial única, destacando la fuerza y el misterio de la naturaleza.
La Puerta del Infierno no solo es un fenómeno geológico impresionante, sino también una fuente de fascinación científica y turística. Su apertura al público representa una oportunidad única para explorar un lugar de energía infinita y temperaturas extremas, ofreciendo nuevas perspectivas sobre el poder y la persistencia de la naturaleza.