Ser un gran líder de equipo de trabajo no es una tarea fácil, pues además de conocer la industria en la que trabajas, pues ponerse a la cabeza implica conocer al equipo, tomar decisiones importantes para el bien de todos y mantenerse al día sobre las necesidades de cada miembro.
Todo equipo necesita de una buena gestión, y los buenos líderes obviamente no nacen sabiendo cómo realizar este trabajo. Para algunos, este reto supone el aprendizaje, mejora, dominio e incluso la enseñanza de ciertas cualidades y habilidades para mantenerse al frente de un equipo cuando más se necesita.
Hoy quiero compartir cuáles son, desde mi punto de vista, las 9 habilidades que te ayudarán a convertirte en un gran líder de equipo:
Los líderes más exitosos son quienes aman lo que hacen. Es de gran importancia que todos los miembros del grupo compartan un propósito en común, comprendan qué es lo que están haciendo y la razón de ello. Los equipos se deben sentir impulsados por la confianza que depositas en cada miembro y tu conocimiento de la industria. Una vez que esto se genera, la probabilidad de obtener los mejores resultados aumenta en gran medida.
No delegar de forma correcta y estratégica puede afectar negativamente tanto a los líderes como a los integrantes del equipo laboral. Al delegar tareas, el grupo desarrolla habilidades e impulsa el avance de los proyectos. Es muy importante generar un clima de confianza y unión entre colegas.
Escuchar al equipo es una forma sincera de mostrar respeto y empatía hacia sus ideas. Para convertirte en un agente de cambio, presta atención a los problemas de la organización y las perspectivas de los otros miembros del equipo. No sólo les das su lugar dentro del espacio de trabajo, sino que entre todos pueden encontrar soluciones a los problemas que enfrentarán como grupo.
El desarrollo personal es clave para el crecimiento profesional, sin importar en qué etapa de la carrera se encuentren los integrantes de tu equipo. Mejorar tus habilidades no solo te ayuda a ti, sino también a tu equipo a aumentar el éxito de la empresa a largo plazo.
Evolucionar en el aprendizaje dentro del rubro, interactuar con otras personas con tus mismos intereses y aportar nuevas ideas, incrementarán el impacto de tu equipo y por ende, de la organización. De igual forma, presta atención a las metas personales de cada integrante, procurando que cada uno pueda alcanzar las propias.
El pensamiento estratégico es crucial tanto para tu propio conocimiento como para el del equipo. Debe ser una prioridad para seguir generando ideas.
Para la solución de conflictos, debe ser tu responsabilidad tener siempre preparados algunos consejos estratégicos para enfrentar imprevistos en toda ocasión. Demorar demasiado con un mismo asunto puede ser agotador, así que no permitas que el perfeccionismo te impida dar tu opinión al respecto.
Un buen líder es alguien que inspira y guía en vez de imponer órdenes. Esto significa que es fundamental demostrar empatía con tus compañeros de equipo para que se sientan a gusto contigo en el ambiente laboral.
Si no tienes muy claro el sentir de tus compañeros, intenta preguntarles directamente cómo se sienten con tal o cual proyecto, con qué tareas se sienten más cómodos, etc. Ya sabes, como una especie de encuesta acerca de ellos y sus intereses a nivel profesional.
La falta de comunicación puede resultar en un desempeño deficiente o una falta de claridad organizacional. Destina tiempo a aprender y desarrollar habilidades de comunicación efectiva, y si necesitas ayuda, no dudes en pedirla.
Es muy importante motivar y capacitar a los demás como lo haría el líder que te hubiera gustado tener. Así puedes ayudar a quienes te rodean a seguir alimentando sus carreras con conocimiento útil. Compartir los conocimientos es sólo una de las muchas cualidades de un buen líder, ya que no solo busca su propio desarrollo, sino que también dedica tiempo en ayudar a otros a crecer, a través de capacitaciones o incluso al crear soluciones para los problemas en conjunto.
En resumen, todas las cualidades enumeradas son completamente desarrollables y se pueden aprender en cualquier etapa de tu vida profesional. Pon esfuerzo para convertirte en el gran líder que te habría gustado tener al inicio de tu carrera, y sobre todo, el que sientes que necesitas ahora mismo.
