Estamos viviendo una de las épocas más interesantes, per más volátiles de la historia. Estamos enfrentando una desaceleración económica importante mientras el mundo se reactiva después de dos años de pandemia. Deberás tomar decisiones fuertes y mostrar liderazgo para que tus empleados no caigan en pánico mientras retoman el ritmo de la vida en la oficina.
Te damos 9 consejos para guiar a tu equipo para adaptarse a las nuevas modalidades de trabajo.
Para evitar el descontrol dentro de la organización, lo primero es dejar en claro tu liderazgo dentro de la organización. Sin caer en un autoritarismo, debes mostrar que está todo bajo control, y que la empresa está preparada para enfrentar cualquier escenario, inclusive tu ausencia. Para ello, algo básico es que tu mismo no caigas en pánico y reflejes calma y control.
El lugar de trabajo debe contar con servicios básicos de higiene personal para el lavado de manos con agua y jabón, alcohol en gel, ventilación, iluminación natural, limpieza en objetos y utensilios, mobiliario, y en general, condiciones óptimas de seguridad y salud en el uso de instrumentos y herramientas. Estas medidas deben estar accesibles a todos los empleados, para que se sientan más tranquilos con su sola presencia.
La información es clave para evitar el desorden y el pánico. Uno teme lo que desconoce, por lo que si uno conoce los detalles de la emergencia y cómo enfrentarla, el temor se reduce. Lo ideal es que organices un plan de comunicación, eligiendo incluso un encargado de la comunicación interna. Lamentablemente en estos escenarios la comunicación falsa o imprecisa abunda, ya sea vía rumores o medios de comunicaciones poco profesionales. Por eso elige los mejores medios para información, como diarios, páginas web gubernamentales, etc., y comunícaselo a tus empleados.
Debes demostrar que la empresa puede seguir funcionando a pesar de la volatilidad, para lo cual necesitar un plan de continuidad. Así tú y tus empleados sabrán cómo reaccionar ante distintas situaciones que pueden ir sucediendo.
No tienes por qué esperar a que pase una emergencia para probar el plan, también puedes hacer simulacros para probar su efectividad y así reaccionar de mejor forma cuando verdad ocurra una. Los empleados lo van a entender y van a estar mejor preparados. Por ejemplo, ¿qué ocurre cuando se enferma un hombre clave dentro de la empresa? ¿Quién lo reemplaza?
Esto incluye postergar reuniones, o invitaciones a bares, cines o fiestas, en fine, cualquier aglomeración. Además de multiplicar las posibilidades de contagios, es mucho más común que el pánico y el descontrol surja en grandes grupos de gente. Una buena opción es modificar las reuniones por las virtuales.
Debes ofrecer soluciones y no problemas. No solo el trabajo se vio afectado por una emergencia sanitaria, sino también el día a día de las personas, y debes tenerlo presente. Por ejemplo, si la empresa lo permite una buena opción es seguir con el teletrabajo o trabajo a distancia.
Debes evaluar la presencia de personas especialmente vulnerables a la gripe, es decir mujeres embarazadas, diabéticos, empleados con problemas respiratorios, padres de hijos menores de siete años y personas de la tercerea edad o con obesidad. Tienes que considerarlos de forma especial en otros aspectos como la flexibilidad laboral, para así evitar que el riesgo pase a ser un temor latente.
En tiempos excepcionales, la gente se estresa más. Es obvio, hay más preocupaciones y las noticias diarias de la gripe no ayudan mucho. Por ende puedes considerar ofrecerle a tus empleados vacaciones no pagadas o más tiempo libre, para así reducir las posibilidades de contagio dentro de la empresa además de ofrecerles un tiempo de relajo.
