



Llevar un restaurante es un oficio hermoso, pero se trabaja cuando todos descansan, advierte Paulina Portillo Córdova, directora de la licenciatura en Dirección de Restaurantes de la Universidad Anáhuac México Norte .
“Hay mucho estrés, y se debe tener mucho sentido común para tomar decisiones?y resolver problemas”, dice la experta. “Antes de buscar culpables, se debe accionar y resolver, además de supervisar lo que funciona para poder lograr mejores resultados”.
Las siguientes sugerencias te ayudarán a empezar tu negocio con el pie derecho.
Si no puedes servir a otros, estás en el oficio equivocado. Estar al frente de un restaurante implica generar una experiencia única e irrepetible para tus comensales.
Sólo así determinarás el concepto que vas a desarrollar o lograrás hacer a tiempo los cambios que demande tu modelo de negocio.
Se cierran muchos restaurantes por tener nóminas altas, mala administración y mal manejo de los números.
No cumplir con la tramitología puede obligarte a bajar tu cortina.
Los restaurantes son seres vivos, todo el tiempo está llegando gente diferente. Por eso, si no están estructurados los procesos de servicio, apertura y cierre, esto se complica.
Tienes la salud del comensal en tus manos. En la cadena de valor, un producto se puede contaminar o descomponer y, aunque pudiera pasar lo primero, tienes la obligación de evitar lo segundo. Procura contar con el Distintivo H, un reconocimiento a las normas de sanidad e higiene en tu negocio.
Aplica tanto para el interno (tus colaboradores) como para el externo (los comensales). Todo comensal nuevo tiene el potencial de volverse asiduo. Cuídalo y sé ético con tu oferta. Además, capacita a tu personal; hazlo crecer y jamás te defraudará.