Muchas personas no se atreven a emprender porque creen que para poder lanzar un negocio propio hay que traer cierto talento desde la cuna. Lo cierto es que las habilidades necesarias para lanzar un negocio propio pueden ser aprendidas, y qué mejor si se hace desde la niñez.
El programa BusinessKids, dedicado a enseñar a los más pequeños cómo hacer negocios, comparte algunos consejos pata identificar la vocación emprendedora y llevar al máximo las habilidades de negocios de los hijos.
Un primer indicador son los juguetes que eligen y cómo interactúan con ellos. Por ejemplo, si un niño gana siempre que juega el clásico “Turista”, podría estar demostrando que comprende la importancia de conceptos como el ahorro y la inversión.
También se puede observar cuáles son los programas favoritos de los pequeños, ya que esto reflejan rasgos de su personalidad. Aunque a simple vista pueden lucir muy parecidos entre sí, cada programa o caricatura posee diferentes tipos de personajes con psicología y características específicas con la que los niños se identifican.
Hay que observar el comportamiento de un niño en una tienda o supermercado. Dejar a los niños ser partícipes de las compras del hogar o darles oportunidad de pagar un dulce o juguete, les enseña el valor del dinero y cómo administrarlo. Así, al llegar a cierta edad el manejo del efectivo no se convierte en un problema, los pequeños sabrán organizar sus entradas y salidas de dinero.
Sin importar si son deportivas, artísticas o académicas, es fundamental poner énfasis en las que los niños más disfrutan y les pueden ayudar a desarrollar nuevas aptitudes.
Hay que notar cuáles son las materias más fáciles y difíciles para cada niño, su desenvolvimiento en trabajos de equipo o el manejo de figuras de autoridad. Esto muestra cómo van desarrollando sentidos de liderazgo, compañerismo o frustración que los preparan para la vida real.
Por último, el comportamiento de los niños en situaciones como concursos deportivos o escolares puede demostrar desde su iniciativa y su perseverancia en lograr objetivos, hasta sus niveles de responsabilidad y compromiso para obtener un fin común. Habilidades todas necesarias para afrontar las dificultades al poner un negocio.
