Los grandes escándalos en la historia de la FIFA han puesto en duda la credibilidad no solo de la institución, sino del mismo futbol.
Aunque el deporte surgió formalmente a mediados del siglo XIX, no fue sino hasta 1904 que se conformó el organismo que unificaría las normas del futbol, hablamos de la Federación Internacional de Futbol Asociación o FIFA. A 120 años de su fundación, su historia ha tenido grandes logros, pero también oscuros periodos.
Durante este periodo, la ahora máxima autoridad del balompié internacional se ha encargado de velar por el desarrollo del deporte, organizando algunos de los torneos más importantes como la Copa Mundial varonil y femenil, Copa América y más.
Además, a través de su propia fundación creada en 2018, la FIFA también busca mejorar vidas mediante el impacto positivo que puede tener el futbol: empoderando a las nuevas generaciones, mejorando infraestructura, apoyando a la educación y más.
Sin embargo, a lo largo de los años, su labor se ha visto empañada por varios escándalos relacionados con corrupción que no solo han puesto en duda su credibilidad sino en general la de este deporte. Te compartimos un breve recuento de la historia de la FIFA que el 21 de mayo celebra su 120 aniversario.
Los orígenes de la FIFA
Para muchos, el nacimiento del futbol se dio en 1848 cuando se crearon las bases del reglamento del balompié moderno; para otros, en 1863 cuando se oficializó esa normatividad; mientras que algunos aseguran fue en 1869 con la fundación de la Asociación Inglesa de Futbol.
Y así como lo hicieron los ingleses, otros países replicaron la creación de su propia federación que, aunque con ciertas similitudes, tenían sus propias normas. Esta situación impedía que se efectuaran correctamente partidos internacionales, de ahí surgió la necesidad de unificar las reglas, simplificar el juego y hacerlo más atractivo para todos los involucrados.
Con esta idea en mente, representantes de siete asociaciones: Bélgica, Dinamarca, Francia, Países Bajos, España, Suecia y Suiza, se reunieron el 21 de mayo de 1904 en París para fundar la Fédération Internationale de Football Association (en francés), órgano que regularía el futbol internacional.
El periodista francés, Robert Guerin, fue el primer presidente de la FIFA; sin embargo, dos años más tarde de asumir el cargo, en 1906, fue destituido debido al fracaso del primer torneo internacional organizado por la federación.
Su lugar fue ocupado por Daniel Burley Woolfall, que además de abrirle las puertas al futbol inglés a esta institución, decretó el uso del uniforme en competencias globales.
Impacto positivo del futbol
El tiempo transcurrió y diferentes personajes ocuparon la presidencia de la FIFA, instaurando nuevas reglas y hasta creando torneos como la Copa Mundial cuya primera edición se llevó a cabo en 1930. Y aunque a nivel deportivo tuvieron avances positivos, decidieron llevar su labor a otro nivel y en 2018, más de un siglo después de su nacimiento, crearon su propia fundación.
Conscientes de la popularidad del futbol y sabedores del impacto positivo que puede tener el deporte en la vida de las personas, decidieron formar una entidad independiente que tiene como objetivo:
“… abordar los problemas sociales que afectan a los jóvenes, empoderar a las mujeres y a las niñas para que jueguen al fútbol y desarrollen todo su potencial, reparar la infraestructura deportiva dañada o destruida, apoyar la educación a través del fútbol y utilizar algunos de los iconos más famosos del deporte para llegar a millones de personas en todo el mundo con mensajes positivos para hacer así un mundo más inclusivo”.
Desde su implementación, han recaudado fondos para hacer frente al COVID-19, enviado de ayuda humanitaria a víctimas de conflictos bélicos, apoyado a desplazados y refugiados y se sumaron a la lucha por la igualdad de género junto a ONU Mujeres.
El lado oscuro de la FIFA
A pesar de las buenas intenciones y de los logros en todos sus años de operación, su historia se ha visto manchada por varios escándalos, relacionados principalmente con corrupción, siendo el más grande el que se destapó en 2020.
Ese fatídico año en muchos sentidos, también lo fue para la FIFA, pues el periodista estadounidense, Ken Bensinger, sacó a la luz los pagos millonarios que recibieron algunos dirigentes latinoamericanos para que votaran en favor de Rusia y Qatar como sedes de las Copas Mundiales de 2018 y 2022, respectivamente.
Sin embargo, ese no ha sido el único vergonzoso episodio pues en 2015, Joseph Blatter, entonces presidente del organismo, y Michel Platini, quien fungía como el máximo dirigente de la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA), fueron separados de su cargo por el Comité de Ética de la FIFA y se les prohibió participar durante ochos años en cualquier actividad relacionada con el deporte por supuesta corrupción, aunque en 2022 fueron absueltos de los cargos.
Lecciones de las controversias de la FIFA
Otras historias que han atraído de manera negativa a la prensa son los presuntos pagos realizados a algunos directivos a finales del siglo pasado y principios de este, para asegurar los derechos de comercialización de grandes eventos de la FIFA, incluida por supuesto la Copa del Mundo.
Pese a lo obscuro de estos acontecimientos, hay algunas importantes lecciones al respecto:
- Transparencia: para cualquier empresa la transparencia en las operaciones y toma de decisiones es fundamental. No contar con políticas y procesos que promuevan la claridad, puede dar espacio para prácticas relacionadas con corrupción o cualquier tipo de comportamientos poco éticos.
- Gobernanza: este caso evidenció la importancia de implementar estructuras de gobernanza, mismas que puedan incluir el establecer límites de mandato, separación de poderes, creación de comités independientes y más.
- Ética: una de las primeras prácticas que toda empresa debería tener es el definir y comunicar los códigos de ética, de modo que todos los que ahí trabajan lo hagan con integridad y responsabilidad.
Los 120 años de historia de la FIFA han tenido sus altibajos, pero son precisamente los escándalos los que, a pesar de los grandes logros, han hecho que, hasta la fecha, la organización siga luchando por su credibilidad.