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03-09-2025, 5:50:37 PM

Xamana, la magia de los elementos y la alta perfumería al alcance de todos

Bernarda Jiménez dejó el mundo corporativo para crear un proyecto olfativo con impacto social y fragancias diseñadas por maestros perfumistas de clase mundial.

Bernarda Jiménez, fundadora y presidente Xamana. Foto: Cortesía.
Bernarda Jiménez, fundadora y presidente Xamana. Foto: Cortesía.

Dejar una carrera exitosa en el mundo corporativo para empezar un proyecto propio no es una decisión sencilla, pero hay sucesos que nos empujan a hacerlo. Bernarda Jiménez, presidenta y fundadora de Xamana, lo sabe bien.

Tras una exitosa carrera de 16 años en compañías como Unilever, PepsiCo, Diageo y Conagra Brands, donde llegó a ocupar la vicepresidencia de marketing, se dio cuenta de que podía seguir otro camino. Y es que pandemia le mostró que había otra cara de la vida. “Me di cuenta que había un sol, que había un día… que no todo era el trabajo”, recuerda.

Aquel tiempo también la llevó a abrazar una condición inusual: la hiperosmia, una hipersensibilidad al olfato que surgió durante su embarazo y que nunca desapareció.

“En realidad el olfato es más que un sentido, es una herramienta que todos deberíamos aprovechar”, acota. Esa percepción especial la conectó con la herbolaria y la sabiduría ancestral mexicana. Además, le abrió el camino a un emprendimiento con propósito: Xamana.

LAS PLÁTICAS CON LOS LÍDERES Y EMPRENDEDORES DE AMÉRICA

El nacimiento de Xamana

Fundada en 2020 y lanzada al mercado oficialmente en 2024, Xamana es más que una marca de perfumes: es un proyecto que busca democratizar la perfumería.

En México, el ingreso promedio de la clase media ronda los 16,000 pesos mensuales y un perfume de alta gama puede superar los 3,000. “Le estás pidiendo a alguien que invierta el 20% de su sueldo en un perfume que quizá no vuelva a comprar”, dice Bernarda.

Para resolver esa barrera, la emprendedora decidió crear fragancias accesibles, de calidad internacional y libres de estereotipos de género. Así nació una colección inspirada en los cuatro elementos: Agua, Tierra, Fuego y Aire, concebida como una línea de perfumes gender neutral.

Me llamaba la atención que todo en perfumería tenga género. Quise hacer fragancias que no lo tengan”, Bernarda Jiménez, presidenta y fundadora de Xamana.

Cortesía Xamana

Los maestros detrás de la creación

Para dar vida a estas composiciones, Bernarda convocó a dos grandes referentes de la perfumería internacional: Rodrigo Flores-Roux y Carlos Huber, ambos mexicanos reconocidos por su trabajo con casas como Dior, Tom Ford y Arquiste. Su participación aseguró que cada fragancia transmitiera la esencia de los elementos con un sello único y sofisticado.

“Nuestros perfumes no son solo aromas, son portales sensoriales que despiertan la conexión con los elementos y con lo más profundo de cada ser”, explica Bernarda.

Innovación en la experiencia sensorial

Comprar un perfume sin probarlo es un reto. Para enfrentarlo, Xamana desarrolló un test psicológico en línea que recomienda al usuario la fragancia que mejor conecta con su energía en ese momento. “Yo uso fuego, pero a veces me pongo aire o tierra porque necesito otro tipo de energía”, comenta la fundadora.

Además, cada aroma se transforma en la piel de quien lo usa. “Un perfume nunca va a oler igual en nadie más”, explica. Esa personalización convierte a las fragancias en experiencias únicas, reforzando la conexión entre memoria, emoción y sentido del olfato.

Un modelo con impacto social

Más allá de lo olfativo, Xamana es también un modelo de negocio inclusivo. En lugar de destinar márgenes a grandes cadenas, los canaliza hacia mujeres distribuidoras, ofreciéndoles ingresos, capacitación y beneficios adicionales como educación financiera, seguros médicos y acompañamiento emocional.

“Si empiezo a disminuir la brecha de género y una mujer cambia su vida con un ingreso digno, con eso ya me siento triunfadora”, dice Bernarda.

Este modelo recuerda al de marcas de venta directa como Mary Kay o Natura, pero adaptado a nuevas generaciones y con un enfoque de propósito. “No solo vendemos perfumes, construimos una red que devuelve la magia a las personas”, insiste la emprendedora.

Cortesía Xamana

Planear a largo plazo

El arranque de Xamana implicó una fuerte inversión. “Fue un chorro. Han sido millones de pesos, porque imagínate pagar el molde de los perfumes y producir al menos 10,000 piezas para iniciar”. Con cinco socios y una planeación cuidadosa, el emprendimiento evitó ser parte del 80% de los negocios que fracasan en su primer año de operaciones. “El mayor error es no planear a dos o tres años. Un negocio no te da nada el primer año, ni el segundo o el tercero”.

Un mercado en expansión

El mercado de perfumes en México alcanzó 858.56 millones de dólares en 2024 y crecerá a 1,542.95 millones de dólares en 2034, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) proyectada del 6.60 % entre 2025 y 2034, alcanzando los 1,626.83 millones de dólares en 2034, de acuerdo con Expert Market Research. Las oportunidades para el emprendimiento de Bernarda son amplias.

Pero para alcanzarlas, la clave, reconoce la emprendedora, es la paciencia y en mantener la visión. “Nunca he visto un caso de éxito de la noche a la mañana”. Su consejo es soñar sin límites. “Sueña en grande, porque si sueñas en grande y te quedas a la mitad, igual será algo muy grande”.

Bernarda Jiménez emprendimiento con causa Perfumería Xamana
autor Directora Editorial Emprende y Emprendedor.com. Me motivan las historias de tenacidad e innovación.